Cazando asesinos ( T )

CAPÍTULO 17

CAPÍTULO 17

BELLA

¿En serio tenía la desfachatez de llamarme a esta hora? ¡No me lo podía creer! Después de tanto tiempo sin saber de él y ahora... Suspiré cansada, debería haber cambiado el número, así no hubiera podido contactarme. Sabía que me exaltaría así que sin hacer mucho ruido salí de la habitación para poder contestarle con más libertad. Nunca pensé que algo pudiera nublar el momento tan bueno de antes hasta que escuché de nuevo esa odiosa voz.

-¿Qué demonios quieres? ¡Ya quedo claro la última vez que nos vimos que no te importo ni te intereso...!- me interrumpió.

-¡Vamos Bella! Éramos jóvenes y alocados, no era mi intención herirte con la verdad...- ¡Imbécil!

-No creo que fuera la verdad, simplemente no eras el indicado para mí, si lo hubieras sido no me hubieras dado la espalda cuando más te necesitaba- rió.

-No me negaras que el hecho que tu novia te diga que puede hablar con los muertos...- no pude aguantar más y le grité.

-¡Imbécil! – Me cogí fuertemente el puente de la nariz con los dedos para tranquilizarme un poco- la culpa fue mía por confiar en ti...No debería haberlo hecho- ¡Mierda! Fui tan estúpida en creer que en realidad me amaba. Incluso me di la oportunidad de soñar con tener una familia, suspiré abatida, el las acabó totalmente de forma que me negué a ello. Me juré a mí misma que no le daría la oportunidad a nadie más de lastimarme y así ha sido hasta ahora...

-No hace falta que me insultes...- rió- solo quería avisarte que me han trasladado a tu comisaria...

-¿Qué? ¿Cómo?- pregunté en shock, el rio más fuerte y me dieron ganas de darle un puñetazo en los morros.

-Ya sabes, me cansé de estar fuera de casa y pedí volver... Y puedo asegurarte que fue casualidad que me mandaran a la misma que estás tú.

-¡No puedo creer mi mala suerte!- pensé en voz alta y siguió riendo.

-¿Lo dices porque no has encontrado al "indicado" que quiera seguir a tu lado sabiendo lo que eres?- dijo lo de indicado con demasiado sarcasmo, yo debía tranquilizarme, ahora sin Carlisle aquí estaría a mi cargo... Pero ahora no estábamos en el trabajo y lo aproveche para desahogarme.

-¡Eres un cabrón! ¡Y te juro que como intentes joderme de nuevo te haré la vida imposible!- el rió más fuerte si cabe y sonreí ampliamente.

-¿En serio Bella?- era mi momento de contraatacar.

-Pues da la casualidad que ahora mismo soy la que manda y cuando vuelva Carlisle la segunda al mando, así que te recomendaría que no te rieras tanto de tu superior- paró de hacerlo y sonreí con superioridad.

-¿Tu eres la jefa?- preguntó con un nudo en la garganta.

-Si...Además que mis locuras ayudan a mucha gente...Y te aseguro que como no me respetes tanto dentro como fuera me las pagarás- lo primero que vino a mi cabeza fue Yuki, sonreí con malicia... Si ella sería la idónea para este trabajo y me encantaría disfrutar de su tortura, así se le quitarían las ganas de reírse de mí.

Ahora lo controlo y lo aprecio pero mi don me lo hizo pasar muy mal en el pasado, no todo lo que arrastraba era su culpa, mis padres comenzaron con esa labor y el solo la remató... ¡Idiota! Aunque visto ahora era una estupidez de adolescentes en su momento me rompió, es lo que pasa cuando te rompen el corazón y lo tiran como si fuera un simple papel sin valor.

Estuve varios días muy mal, sabía lo preocupado que andaba Eric y eso fue lo que me dio fuerzas para salir del agujero en el que me metí, me construí mi coraza y tomé las relaciones con los hombres como lo que era, sexo puro y duro sin llegar a ahondar en sentimientos para que después me partieran el corazón... Y me fue muy bien hasta que llegó Edward... Suspiré, él había ido rompiendo mi coraza de forma tan lenta que apenas lo vi venir, la abuela me avisó pero nunca creí que pudiera ser el... Solo me quedaba esperar que no se jodiera o la volvería a levantar de tal forma que nadie más entraría a ella.