CAPÍTULO 26

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CAPÍTULO 26

BELLA

Una vez que me colgó me llevó unos segundos ¿O fueron minutos? Recomponerme...Necesitaba respuestas que sólo Ana podía darme, así que tras tomar un poco de aire marqué a su móvil... Se me hizo eterna la espera hasta que descolgó.

-Ana...

-¿Bella?

-Si... Soy yo... - me interrumpió de nuevo, esta vez bastante enojada y no era para menos- ¿Por qué demonios has estado sin llamar tanto tiempo?- suspiré hondo antes de contestar ¿Qué podía decir? ¿Qué esperaba dejar de amar a Edward para volver? Seguramente me tacharía de loca o intentaría que volviera para que intentara recuperarlo...

-Yo...No me sentía bien...- en cierto modo era cierto, ella me interrumpió preocupada.

-¿Es por tu embarazo?- ¡Mierda! No quería preocuparla de más sólo por ocultar la verdad.

-No...Mis bebés están bien...- la tranquilicé, ella enseguida me interrumpió más animada.

-¿Son gemelas?- me golpeé la frente ¡No le había dicho que eran 2! ¡Maldita sea!

-Son un niño y una niña...- le contesté bastante orgullosa y algo apenada de no haberle dicho antes... Entonces lo escuché y mi corazón se aceleró de nuevo.

-¿Voy a ser padre de una parejita?- ¿Había escuchado bien? Me quedé unos momentos sin saber que decir hasta que recordé que hablaba con Ana.

-¿Me has puesto en manos libres Ana?- pregunté enojada ¡No lo podía creer! Empezando por la cuestión que estuviera en mí casa, siguiendo porque contestara nuestro teléfono y terminando en que Ana le permitiera escuchar nuestra conversación ¿Qué demonios pasaba?

-Lo siento Bella pero él estaba preocupado, al igual que todos ya que no dabas señales de vida y...- explicó de corrida, no podía decir nada porque tenía razón, debería haber llamado...

-Pues estoy bien, pronto volveré a casa...- dije no muy convencida, por un lado lo deseaba pero por otro tenía miedo.

-Bella necesito verte ¿Dónde estás? – volvió a hablar consiguiendo que mi nerviosismo aumentara ¿Verme? ¿Para qué? Seguramente no era nada relacionado con lo que deseaba... Aunque puede que... Negué, no iba a hacerme esperanzas de algo que probablemente fuera un sueño, pero sabía que debíamos hablar y lo haría en mi territorio, así estaría lista para volver.

-Ana ¿Recuerdas la cabaña donde veraneábamos?

-Si...

-Dale la dirección a Edward...- volvió a interrumpirme, sólo su voz hacía despertar muchas cosas que había intentado dejar atrás ¿Por qué no conseguía superarlo?

-¡Bien! Iré a verte enseguida y hablaremos de lo nuestro...- no pude evitar preguntar con excesivo sarcasmo en mi voz...Sus palabras se grabaron a fuego en mi mente y se repetían una y otra vez cuando dormía.

-¿Nuestro? No fue eso lo que dijiste la última vez.

-¡Pero si no me diste opción de hablar!- me replicó bastante enojado, sentí una leve punzada de culpa que se fue enseguida, si se hubiera quedado para hablar nada de esto habría pasado. Aun así sabía que había actuado mal y en consecuencia hablé.

-Tienes razón... Por eso esta vez lo haré, te espero allí...- colgué sin esperar a que contestara, me recosté sobre la mesa mientras suspiraba nerviosa. Edward iba a venir... ¡Dios! Necesitaba aire, así que salí rápidamente y me recosté sobre el coche, Seth no tardó en llegar junto a mí.

Cazando asesinos ( T )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora