Un Amor Inevitable 2

Capitulo 3

Lauren agarró la cara de Camila y la besó, lentamente, provocándola con cada movimiento de sus labios para después profundizarlo con su lengua, jugando con la de Camila. Estuvieron así un tiempo hasta que, por desgracia para las dos, fueron quedándose sin respiración y acabaron dándose cortos besos.

- ¿De esos? –Preguntó Lauren, casi sin respiración

- Si, de esos ­-Con la respiración agitada y su frente pegada a la de Lauren, acariciándole la mejilla-

Se quedaron así, mirándose durante bastante tiempo, hasta que Lauren dijo:

- ¿Y ahora? ¿Qué hacemos? –Preguntó-

- ¿Qué hacemos con qué? –No entendía a qué se refería-

- Mila -Se rió y bajó la mirada-

- ¿Qué? –Mirándola, sonriendo ampliamente, casi riendo-

- Es que

- -Soltó una carcajada- ¿Es que? -Le agarró la cara para subirla y que la mirara-

- -Suspiró en señal de calor- Esto no es justo -Se rió, apartando su cara de Camila-

- ¿El qué no es justo? –Riéndose, viendo divertida la reacción de Lauren-

Lauren tenía demasiado calor y, ahora, se había levantado mientras se abanicaba con la mano y daba largos suspiros.

- Cariño -Se levantó- ¿Te sientes bien? –Riéndose-

- No, definitivamente no -De la misma forma, caminando de un sitio a otro-

- Pero ¿qué te pasa? No entiendo nada -Obviamente Camila sabía perfectamente lo que le pasaba, pero estaba fingiendo-

- Nada, da igual -Se sentó otra vez en el sofá, intentando que el calor disminuyera-

- ¿Da igual? –Dijo la castaña de pie, en frente de Lauren y sonriendo pícaramente-

Lauren intentó mirar a Camila a la cara, pero no pudo, sus ojos fueron bajando poco a poco, analizando por completo el cuerpo de Camila. Y, como Lauren no contestó, Camila se sentó encima de ella, abrazando con las piernas la cintura de Lauren y quedando cara a cara con la pelinegra.

- ¿Da igual? –Repitió, sonriendo pervertidamente-

- ¿Qué te propones? –Pasó ambas manos alrededor de la cintura de Camila-

- ¿Yo? –Preguntó, sonriendo inocentemente-

Esa sonrisa solamente había conseguido que el calor de Lauren aumentara.

- Mila -Soltó la cintura de Camila- Deja de torturarme -Se rió-

- -Pegó su cara a la de Lauren- ¿Por qué? –Agarró las manos de Lauren y las llevó atrás, colocándolas nuevamente en su cintura, pero ahora cerca del trasero-

- Porque me estoy volviendo loca y no voy a poder parar esto -Mirándole deseosamente los labios-

- Me gusta excitarte -Le dijo con voz muy sensual-

Nuevamente, esa frase había conseguido excitar aún más a Lauren. Así que la pelinegra apoyó su cabeza en el respaldo del sofá y miró el techo, suspirando y soltando, una vez más, la cintura de Camila.

-Esto es inhumano -Se quejó Lauren, riendo-

Esa reacción por parte de Lauren solo consiguió incitar más a Camila. Así que la castaña sonrió pervertidamente, agarró los cachetes de Lauren y pegó otra vez su cara la de la pelinegra.

- ¿Estás excitada? –Le preguntó excitantemente, mirándola, con sus labios a pocos milímetros de los de Lauren-

Camila tenía una mirada realmente cachonda, sabía perfectamente cómo enloquecer a Lauren y lo estaba consiguiendo.