CAPITULO 25

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Lunes, tres de la tarde, Lauren ya tenía preparada la comida y esperaba con ansias la llegada de Camila. Por fin se le hizo y Camila entró en la casa; Lauren caminó, casi corrió, hasta la puerta.

- Hola cariño –Saludándola con una amplia sonrisa, acercándose para darle un beso-

- Espera, espera -Dijo, volteándole la cara, caminando hasta la mesa- Hoy tengo que hacer de todo -Dijo, dejando su pesado maletín encima de la mesa-

- ¿Ya me puede dar un beso, señorita secretaria? –Se rió-

Se rió, acercándose a ella- Uno y los que quieras -Agarrándole la cara, dándole varios cortos besos- ¿Qué tal tú día?

- Aburrido, como siempre –Le robó otro beso, pasando su mano alrededor de la cintura de la castaña- ¿Y el tuyo?

- Súper cansado Tuve tanto trabajo que no pude ni ir a desayunar y, además, tengo que hacer unos presupuestos para mañana

- Bueno tú no te preocupes –La cogió, como pudo, en brazos, sentándola encima de la mesa- Ya hice la comida, está todo preparado, solo tienes que comer –Le sonrió- y, si quieres, te puedo ayudar con esos presupuestos ¿qué te parece?

- ¿Sabes matemáticas y todo ese rollo?

- Sacaba notables en el colegio, supongo que no se me habrá olvidado

Sonrió ampliamente- Si es que tengo una novia perfecta, ¿qué más puedo pedir? –Se rió, abrazándola-

- Pues tú no sé, pero yo -Se separó- Te pido otro beso

Sin más, Camila, con una sonrisa, agarró los cachetes de Lauren y la atrapó en un tranquilo beso, aunque bastante largo.

- ¿Comemos? –Le dijo Camila, separándose con una sonrisa-

- Claro que sí -Se alejó, dejando que Camila se bajara de la mesa- Usted siéntese, yo lo sirvo todo –Se alejó a la cocina con una sonrisa-

Fue detrás de ella- ¿Por qué tanta amabilidad? –Se rió- ¿Me quieres pedir algo?

Se rió- No, simplemente he estado aburrida y lo más interesante que puedo hacer es servirle a mi novia la comida, ¿no?

- Pues por mi genial -Apoyándose con una sonrisa en la encimera-

Lauren, concentrada, se disponía a servir la comida en cada plato.

- ¿No ha llamado tu mamá? –Preguntó Camila-

- No y ojalá no lo haga

- Te costaron muchos años volver a tener una relación con ella, no quiero que eso acabe por mi culpa

La miró- Tú no has hecho nada malo, todo lo contrario si ella está así es porque le da la gana, porque ni yo ni tú le hemos dado motivos

Suspiró- Tal vez no debería de haber ido contigo a México

- No iba a dejarte un mes sola, no iba a quedarme un mes sola, eso ya lo hablamos en su momento y creo que lo pasamos muy bien, ¿no?

- Pues sí, lo pasamos genial, fueron las mejores vacaciones de mi vida, pero parece que a tu mamá no le agradó que fuera

- Hasta ahora ella no había dicho nada, así que ha sido una mentirosa todo este tiempo –Camila guardó silencio- Y ya, no quiero hablar más de ella vamos a comer –Dijo ya con los dos platos en la mano, sonriendo-

Lauren llevó los platos a la mesa y, ambas, se sentaron a comer.

- Está deliciosa esta carne -Dijo la castaña, saboreando la comida- Felicidades cariño –Se rió-

Un Amor Inevitable 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora