CAPITULO 18

2.1K 106 7
                                    

Lauren se irguió, estaba deseosa porque Camila se dispusiera a tomar una decisión y ese momento había llegado; pero, aunque estaba segura de que las dos se amaban, tenía dudas de si Camila iba a ser capaz de perdonarla.

- Pues no alargues esto más, dime de una vez –Le pidió la pelinegra-

- -Tragó saliva a duras penas, mirándola, con miedo- Me hiciste mucho daño

- Pero te amo a ti, no ella y, por enésima vez te pido perdón –Le dijo, agarrándole las manos-

- Yo también te amo

- Lo sé cariño -Sonrió, agarrándole con ternura la cara, pensando que con eso ya estaba todo dicho- Y por eso sé que

- No, no, espera -Levantó sus manos, agarrando las de Lauren y separándolas de su cara, sin soltarlas- Yo yo sé que me amas, lo sé pero -Respiró hondo, estaba siendo realmente difícil- perdóname, de verdad perdóname -Pidió. Lauren no respondía, pues no entendía nada- Te amo, pero

- Camila, al grano, dímelo ya–Pidió, pues Camila estaba dando demasiadas vueltas-

- -Suspiró, sus ojos empezaban a llenarse, nuevamente, de lágrimas- Mira Te amo y si por mi fuera yo estaría contigo hasta la muerte, estaríamos juntas siempre pero sé que si te doy otra oportunidad no sería igual -Lauren empezaba a negar con la cabeza, ya con lágrimas asomando- Sé que no podría confiar en ti sabes cómo soy de celosa y a la mínima me volvería loca, mis celos y mi miedo de que me vuelvas a hacer daño no nos dejarían vivir, ni a ti ni a mi

- No, pero es que no te voy a dar motivos para que te pongas celosa cariño, te lo prometo -Volviendo a agarrarle la cara, llorando-

- -Negó con la cabeza, volviendo a separarse- No puedo Lauren, de verdad que no No podría hacerte el amor mientras sé que te acostaste con ella, no puedo evitar imaginarme como puede haber sido, como pasó o como reaccionaste

- Mila, por favor -Rogó-

- No –Volvió a negar, sin dejarla si quiera empezar- Si no te lo he dicho antes es porque tengo miedo de que te hundas prométeme que no te vas a hundir, que no vas a hacer lo mismo que haces siempre

- No te puedo prometer algo que sé que no voy a cumplir -Camila guardó silencio, mirándola- Ya te lo dije hace una semana: sin ti mi vida es una *******... sin ti yo no soy nada, NADA –Recalcó, con la voz rota-

- Lauren no lo hagas más difícil -Se levantó, intentando alejarse lo más posible de Lauren--

- Eres tú la que lo está haciendo difícil sabes que te puedo hacer feliz, me puedes hacer feliz, esto no tiene caso, no es necesario

- ¡Sí es necesario! –Gritó-

Camila respiró hondo, intentando calmarse, pues estaban en un hospital y ellas dos eran el centro de atención de todos.

- Este no es el momento ni el lugar adecuado para hablarlo -Dijo la castaña-

- Ningún lugar es bueno si me vas a mandar a la mier*da

- No te estoy mandando a la mier*da, solo... solo estoy intentando hacer lo mejor para las dos

- ¿Para las dos? ¡Esto es lo mejor para ti, no para mí! –Gritó esta vez la pelinegra, sin contenerse-

- -Miró a le gente, quien las miraba con atención, murmurando y, luego, volvió a mirar a Lauren- Relájate, ¿vale? Ya te expliqué que

- ¡No, no me relajo! –Volvió a gritar, sin importarle la gente- ¿Sabes qué? Ya me cansé de rogarte que me perdones -Cogió su chaqueta y su bolso- Si entras a ver a Paula dile que la quiero mucho y que luego la llamo para ver como está, adiós –Dispuesta a irse-

Un Amor Inevitable 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora