CAPITULO 24

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Lauren, lentamente, llevó su mano al albornoz de Camila, abriéndolo; en ese momento Camila se separó.

La miró- Lo siento -Se disculpó la pelinegra- Soy una *******, necesitas tiempo, lo sé -Se dispuso a levantarse-

- Quiero intentarlo -Dijo en un hilo de voz-

Lo que dijo la castaña sirvió para que Lauren volviera a sentarse y la mirara, atónita.

- ¿Segura? –Le preguntó-

Guardó silencio un momento- Sí -Respondió por fin-

- No quiero forzarte a nada y si yo

Camila calló a Lauren con un loco beso, a la par que terminaba de quitarse el albornoz. Lauren correspondió el beso a la perfección, llevando sus manos a la cintura de Camila, acariciándola, cerca de su trasero. Todo iba bien hasta que Lauren comenzó a morderle el cuello, sin saber porqué, Camila comenzó a agobiarse, pensando en si eso mismo se lo había hecho a Rubí y, rápidamente, se separó.

- No, no. –Se alejó, asfixiada por la cadena de besos, llevándose una mano a la cabeza- Lo siento -Dijo, con los ojos húmedos- No puedo

Respiró hondo, tratando de que el aire llegara a sus venas y la excitación disminuyera- Dios -Suspiró, mirando a Camila de arriba abajo, sin poder evitarlo-

Se tapó con el albornoz, levantándose- Perdóname por dejarte así -Le dijo-

Respiró hondo, poniéndose en pie- No te preocupes, está bien pero -La volvió a mirar de arriba abajo- Me voy a dar una ducha, ¿vale? –Anunció, levantándose-

- Vale, pero no te enojes

- No me enojo cariño, ya te dije que te tomes el tiempo que necesites solo que es normal que tenga calor

- Pues sí, pero me siento mal porque -Su voz empezó a romperse- Yo si tengo ganas, yo lo pienso y me da hasta calor, pero cuando llega la hora me agobio, pienso en esa estúpida y en ti y no puedo, me bloqueo -Explicó nerviosamente, sin poder evitar que algunas lágrimas salieran-

- Cariño ahora lo hablamos, pero cámbiate y deja que me duche, si no te juro que te como entera -Camila afirmó con la cabeza, secándose las lágrimas- No llores -Le dijo, llevando sus manos a la cara de Camila, secándole las lágrimas- Está todo bien, no te agobies, ¿vale? Tú tómate tu tiempo, no hay prisa -Camila volvió a afirmar con la cabeza y Lauren le dio un corto beso en los labios-

Después de darle ese beso se fue directa al baño. Camila se sentó en el sofá y, simplemente, respiró hondo, intentando pensar, tranquilizarse. Al cabo de quince minutos Lauren no salía del baño, así que Camila entró.

- Cariño -Dijo desde fuera de la mampara, viendo el reflejo de Lauren, escuchando como caía el agua-

- Dime

- Que lo siento, de verdad que lo siento

- Ya lo sé Mila, no hace falta que me pidas más veces perdón, no tengo nada que perdonarte -Le dijo desde dentro-

Camila escuchó que el agua dejó de caer, lo que indicaba que Lauren había terminado; sin previo aviso la pelinegra abrió la mampara, desnuda, empapada.

- ¿Me pasas la toalla? –Le preguntó-

La miró de arriba abajo- S-s-si. –Dijo, dándole, atónita, la toalla-

Se la amarró al cuerpo, saliendo de la ducha, mirándose al espejo, acomodándose el cabello- Necesitaba esa ducha

- Lo sé. –Le dijo desde atrás, mirándola a través del espejo-

Un Amor Inevitable 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora