Un Amor Inevitable 2

CAPITULO 27

Al día siguiente, como siempre, Lauren se despertó sobre las diez de la mañana, sin Camila a su lado. Para romper con la rutina decidió pasar la mañana tocando la guitarra y recordando viejas canciones. Después de esto dedicó dos horas a hacer la comida. Cuando ya eran las tres y estaba esperando la llegada de Camila, ésta la llamó.

- Hola preciosa, ¿cuánto te queda? –Contestó Lauren-

- Que cariñosa, ¿no? –Se rió- ¿Cómo estás?

- Bien, esperándote con la comida hecha

- Pues lo siento mucho cariño, pero vas a tener que comer sola

- ¿Por qué?

- Voy a salir con mi hermana de compras

- Pero puedes venir a comer y a darme un besito por lo menos, ¿no?

Se rió- Me encantaría, pero me invitó a comer

- Puedo ir a buscarte y llevarte a donde quieras

Sonrió- No hace falta, ya estoy con Sofia

- Quiero verte

- Después me vas a ver, va a ser un ratito nada más

- Pues sí, pero te echo de menos

- Yo también cariño Aunque si quieres puedes venir con nosotras

- ¿Contigo y con tu hermana? ¿De compras? –Se rió- No, gracias, me volvería loca

Se rió- Pues nada, usted se lo pierde

- Te amo

- Yo también, hasta después

- Chao... –Dicho esto colgó-

Camila colgó y, a su lado, tenía a Sofia, mirándola.

- Bueno ¿A dónde vamos? –Le preguntó Sofia, empezando a caminar al lado de Camila, sin ninguna dirección-

Suspiró, con una sonrisa- Tengo que contarte algo -Se detuvo, consiguiendo que Sofia también se detuviera-

- ¿Bueno o malo? –Preguntó-

- Buenísimo, lo mejor que podría hacer en la vida

Sofia le hizo una señal como de que le dijera, así que Camila, sin más preámbulos, le dijo:

- Voy a pedirle a Lauren que se case conmigo

- ¿Qué? ¿En serio? –Camila afirmó con la cabeza, sonriendo ampliamente- Que bien, me alegro mucho –Dicho esto la abrazó-

- Estoy súper nerviosa -Se separó, riendo- Por eso te llamé, necesito que me ayudes a comprarle un anillo, a planearlo todo y hablar contigo de varias cosas

- Vale, vamos a comer y allí hablamos, ¿te parece?

- Claro, vámonos

Las dos hermanas se dirigieron a una hamburguesería, pues no querían gastar mucho dinero. Una vez allí:

- ¿Dónde se lo vas a pedir? ¿Cómo?

- Espérate, antes necesito contarte algo y que me digas que hacer

- Pues venga, dime

Suspiró- Desde que Lolo y la golfa esa se -Haciendo gestos con las manos. Sofia afirmaba con la cabeza- pues Lauren y yo no hemos vuelto a -Haciendo gestos con las manos- ¿Me entiendes?

- Pues no, la verdad es que no –Se rió¬- Desde que Lauren te puso los cuernos –Dijo claramente-, ¿qué pasa?

Volvió a suspira- A ver hemos tenido nuestros momentos de calentón