CAPITULO 47

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Habían pasado casi dos horas, Camila y Lauren continuaban dormidas en la cama y, fue el móvil de la castaña, quien las despertó. Camila aún tenía a Lauren encima suya, así que sin moverse mucho, estiró su mano y respondió.

- ¿Bueno?

- ¿Mila? ¿Se puede saber dónde estás? Me acaban de llamar del colegio de la niña diciéndome que no fueron a buscarla –Era Sofia-

- ¿La niña? ¿Qué niña? –Se había olvidado completamente de Paula-

- ¿Cómo que niña? Pues Paula

Guardó silencio un momento- Mierda, lo siento Sofia, nos quedamos dormidas.

- Ya, dormidas, seguro -Irónicamente, riéndose- No te preocupes, ya voy yo de camino al colegio

- Está bien, Lauren y yo nos vestimos y llegamos allí en quince minutos

- Vale, aquí las espero –Dicho esto colgó-

Dejó el móvil nuevamente en su sitio- Cariño -Decía, acariciándole la espalda, dándole suaves besos en el cabello, despertándola-

- ¿Hm? –Escondiendo su cara en el hombro de Camila, sin abrir los ojos-

- Despiértate, tenemos que levantarnos

- Cinco minutos más –Dijo simplemente, abrazando a la castaña por la cintura-

Sonrió- No, ya se nos hizo tarde, venga -Lauren negó con la cabeza, sin la mínima intención de abrir los ojos- La niña nos está esperando

- ¿Qué niña? –Preguntó ella también, abriendo los ojos-

- Paula, le habíamos dicho que la íbamos a buscar al cole y todavía nos está esperando

Se incorporó- Mierda

Se rió- Sí, eso mismo dije yo, además ni si quiera comimos

Al nombrar la comida recordó que tenía hambre- Si es cierto tengo hambre -Se rió- y frío -Añadió, quitándose de encima de Camila, tapándose con las sábanas de la cama-

- No, no, no se me tape –Le dijo, destapándola-, tenemos que levantarnos

- Tengo frío –Se quejó, intentando quitarle la sábana-

- Pues vístete

Se miró a sí misma, dándose cuenta de que aún estaba desnuda- Buena observación –Se rió-

Se rió- Venga, date prisa -Levantándose de la cama, desnuda, cogiendo su bata-

- No hace falta que te la pongas –Refiriéndose a la bata, sonriendo desde la cama-

- Si, hace falta, porque yo también tengo frío –Sonrió, poniéndose la bata- Voy a beber agua, cuando vuelva quiero verte levantada de esa cama –La apuntó con el dedo- ¿Vale? –La pelinegra asintió con la cabeza, sonriendo-

Lauren observó cómo, Camila, antes de salir, buscaba algo en su bolso y se lo llevaba. Eso le extrañó, así que pocos segundos después de la salida de la castaña, Lauren se levantó, se puso su ropa interior, la primera camisa que encontró y salió del cuarto. Caminó hasta la cocina y, allí, se encontró a Camila fumando, de espaldas.

- Camila, ¿qué haces?

La castaña se sobresaltó y, rápidamente se volteó.

- Es el único que me fumo desde hace algunas semanas... –Explicó la castaña, expulsando el humo que segundos antes había aspirado- Te lo juro –Añadió-

- ¿Para qué?

- De vez en cuando necesito uno –Dándole otra calada a su cigarro-

Lauren esperó a que Camila expulsara el aire que acaba de aspirar y, sin previo aviso, le quitó el cigarro.

Un Amor Inevitable 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora