• Una muerte, un asesino. La pregunta es: ¿quién mató a quién? •
❝Lo bueno no dura; eso escuchó Víctor alguna vez.
Y ahora se encuentra tratando de rescatar una relación que comenzó a desmoronarse desde luego del accidente.
- Ya no hay fo...
Este especial que leerán a continuación relata la perspectiva de Yuri Plisetsky durante el proceso de enfermedad que padeció Víctor en esta obra. A su vez, forma parte del desafío impuesto por los #PremiosKatsudon2018 y dedicado a PandaPoker que ha hecho posible este concurso.
Espero que les guste ♥
ELLOS • LA VERDAD DE YURIO
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La probabilidad de conocer al amor de tu vida es de una de cada diez mil vidas.
La probabilidad de morir es de una entre una.
Y Víctor tuvo la suerte y la desgracia de haber conocido al amor de su vida.
Claro que sé que la muerte es inevitable y que es una mierda que el hecho de lograr encontrar a la persona ciento por ciento compatible contigo es bastante imposible. Pero... encontrarle y que se muera a menos de cumplir cinco años de casamiento es irónico.
No crean que estoy aquí para hablar de su historia de amor. No es el tema ahora mismo y poco me importa entrometerme en la psicología oculta detrás de que alguien tan insoportable como Víctor logre encontrar el amor en alguien tan..., en alguien como Yuri.
Esta es la verdad, esto es lo que vi sin mentiras, estupideces ni falsas ilusiones. Esta es la historia, la crónica de cómo Víctor Nikiforov, pentacampeón e ídolo del patinaje artístico, se fue consumiendo desde dentro hacia afuera luego del asesinato de su marido, Yuri Katsuki, debido a la esquizofrenia que esto desencadenó en él.
Era un viernes o sábado por la noche de Febrero, cuando la tragedia sucedió. Nadie se enteró hasta el momento en que sonó el teléfono de Yakov. La música estaba alta, nuestras actitudes dispersas de cualquier realidad fuera de aquel apartamento, pero hubo algo en su rostro al atender la llamada que nos hizo apagar los equipos y quedarnos en silencio.
Entonces él colgó y soltó un jadeo, caminó rápido a la salida sin respondernos aun sin importar qué tanto le preguntáramos. Lo llamé, grité su nombre y le agarré del saco al no obtener nada más que murmureos y su mirada enrojecida que me estaba llevando a la histeria por no poder comprender nada.
"Murió" dijo y oí el grito desesperado de Mila preguntado si Víctor había muerto; "Yuri murió".
Solo recuerdo que caminé y caminé junto a ellos, luego que subí y me bajé del auto. Las luces de la ambulancia, las voces de las personas en la sala de espera, el llanto, las palabras llenas de angustia de mis compañeros.
Me sentía aturdido. Y yo solo... solo tengo bien presente en mi memoria la mirada vacía de Víctor observando al techo, temblando y no respondiendo a nada desde su camilla.
