Yuri no había tocado su comida.
Simplemente se había sentado, allí enfrente de Víctor y de una mesa casi vacía, sin hacer nada más que mirarlo de soslayo, o remover con el tenedor los fideos.
Ni una palabra. Ni siquiera alguna queja.
Nada. Y eso era lo peor. Víctor moría ante su indiferencia, ante los recuerdos de ellos, de lo que habían sido alguna vez. Alguna vez, en un pasado para nada lejano.
Quería poder estirar su mano sobre el mantel, y que Yuri le correspondiera, con el simple hecho de entrelazar sus dedos y sentir su calor. Algo que siempre fue una tontería para poder conseguir, pero que en esos momentos era tan... duro de lograr.
Y sólo un segundo.
Una acción.
Reacción.
Inevitable, para que entonces todo pudiera morir.
Como la rosa cuando cae el último pétalo, y la bestia siendo así condenada a un hechizo para siempre. ¿Acaso el dolor sería su hechizo? ¿Sería su apatía lo que le condenaría por el resto de su vida?
Quería un beso. Quería un beso, quería salvarse. Pero lo que más necesitaba era que Yuri le hablara, y le mirara a los ojos con calma, que le dijera que todo estaba bien, que mejoraría, que mejorarían.
Pero no, Víctor, no, no podría. No te mientas, basta.
Dolía su garganta al tragar el nudo en ella y la comida que quería pasar.
Yuri se levantó. Yuri se fue a la habitación.
Quizás su mirada se había quedado estática encima de aquél muchacho por demasiado tiempo. Quizás aquello le había molestado.
¿Desde cuándo mirarle mucho era demasiado?
Víctor soltó el tenedor y se llevó las manos a cubrir su rostro enrojecido de la impotencia. Desmoronándose sobre la mesa como si el mundo se estuviera acabando, porque sí, su mundo se estaba acabando, se estaba cayendo, se estaba rompiendo en pedazos.
Sin embargo, al rato se levantó. Inspirando hondo, y suspirando, sosteniéndose un segundo en el respaldar de la silla, porque al levantarse todo le dio vueltas. Y caminó por aquellos pasillos blancos del apartamento, blancos pero llenos de cuadros de fotografías.
Yuri, Yuri, Yuri y él, él y Yuri porque esa era su vida. Yuri era su vida, o al menos aquél que le había dado algún significado a ella.
No era para menos si Víctor de pronto sentía los ojos arder al ver las fotos.
No era para menos sentir miedo de tocar la puerta, y ser rechazado.
Alguien que te da tanto, y que te puede quitar todo al mismo tiempo. Qué ironía.
Entró, y lo vio acostado con Makkachin, pero sabía que no estaba durmiendo. Yuri prefería dormir de costado, no boca arriba.
Y no hizo más que quedarse allí parado, mirándolo con el ceño, la mandíbula, su cuerpo entero tensándose. Sus manos apretadas con dedos que jugaban nerviosos. Y Yuri también le miraba ahora. Miraba el desastre que era ese hombre, leyenda viviente del patinaje, galán rompecorazones. Tan roto, tan demacrado como si el muerto fuera él.
Esa nariz enrojecida. Los ojos también. Abriendo la boca para hablar pero Yuri le dijo que estaba bien en un susurro. Que no tenía la culpa.
De alguna forma, Víctor llegó a sus brazos entre lágrimas, y le abrazó con necesidad, como un niño perdido.
De esa forma en la que uno abraza cuando deseas desesperadamente poder volverte uno con esa persona. Y que jamás, jamás nadie los separe.
••••
Bienvenidos a juegos mentales (?
La verdad es que hay cosas que son para anotar, porque créanme que todo tendrá sentido. Demasiado. *Gritos de horror*
En fin, espero que les haya gustado. Que sean como yo que aman el angst porque yolo, y que hayan sentido, que es lo más importante de todo esto. Sentir.
Por las dudas aclaro que esto no es un recuerdo, es lo que pasó a continuación del cap pasado. Si hago flashback, seguro es con cursiva.
¡Nos leemos la próxima! Recuerden que sus opiniones son ultra bien recibidas ♥ ¡¡Y muchas gracias por el buen recibimiento!!
PD: Habrá romance, no todo es tan sad en este fic (?
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HE • A VICTURI FANFIC
Fanfiction• Una muerte, un asesino. La pregunta es: ¿quién mató a quién? • ❝Lo bueno no dura; eso escuchó Víctor alguna vez. Y ahora se encuentra tratando de rescatar una relación que comenzó a desmoronarse desde luego del accidente. - Ya no hay fo...