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Víctor escuchó voces mientras desayunaba. 

Las escuchó lejanas, susurradas; hombres y mujeres hablando al mismo tiempo, como debatiendo algo. Él miró a su lado con una mirada atenta, para simplemente encontrarse con un asiento vacío, y una taza de té humeante aún llena.

Llamó a Yuri en un grito. Comenzando a sentirse un poco agobiado, un poco más estresado. Su respiración acelerándose porque él no respondió la segunda, ni la tercera vez. Los dedos apretaron la cerámica caliente, las voces seguían discutiendo.

Cada vez más cerca.

Cada vez más alto.

Cada vez...

— Víctor —oyó de pronto, fuerte y claro, sobresaltándolo al punto de derramar un poco del café en el mantel.

Yuri se sentó en su lugar de siempre, y le miró extrañado, preocupado.

— ¿Estás bien?

Él asintió, acercándose lentamente a beber.




Yurio era una maldita fiera en el hielo.

Aquellos días de Octubre, fueron en los que el joven rebelde debió participar en el Skate Canada, y acababa de terminar el programa libre de una forma impecable. Seguro ese año ganaría el GPF por tercera vez, al igual que él lo había hecho a sus veintes.

Víctor deseo haber estado allí, haber ido con Yuri a animarlo a gritos entre el público. Aun así, sintió un poco de esa emoción allí en su apartamento, sentado en el sillón mirando al televisor.

Su marido volvió a sentarse luego de darle de comer a Makkachin, y le preguntó si se había perdido de algo importante. Víctor respondió que no, que ya enseguida comenzaría la premiación.

Él no comprendía cómo era que, de pronto, ese tipo de vida le parecía tan lejana. En verdad no había pasado ni un año desde que patinó la última vez, pero el sólo pensar en tocar el hielo le partía el corazón, y no sabía por qué.

Mientras veía a Yurio recibir la medalla de oro, Víctor le pidió:

— Vayamos a patinar algún día de estos.


••••

Hace como ochenta capítulos que vengo diciendo que los haré más cortos. Finalmente y como nunca lo hice (?

Bueno, espero que les haya gustado este capitulillo de hoy, la verdad que no diré que a partir de ahora los haré cortos porque seguramente termino haciéndolos de mil palabras y luego estoy como: ... oh, well.

Ya próximamente se nos unirán un par de dibujos más, así que MIAMEEEEE-digo, vamos los pibes. 

Recuerden regalarme una estrella si les ha gustado, dejarme un comentarijillo (bue, esa palabra) que siempre son bienvenidos con mucho cariño, y sobre todo compartir esta historia con sus amigos

SO, si tienes un amigo o amiga que se vive quejando de tanta diabetes, decile que corte con tanta dulzura y se lea esto. (No es la publicidad de Pasos de los toros, no). 

Espero que anden muy bien, y tengan un muy buen comienzo de semana. 

¡Nos leemos la próxima! 


HE • A VICTURI FANFICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora