Zack y Ray: Nuestros Días Juntos.

Inconvenientes

Hace poco comenzaron a dormir juntos, y poco a poco se les fue haciendo costumbre.
Hoy se encontraban en la habitación de Ray, ambos recostados uno a lado del otro sobre la cama, aunque Ray se podría decir que estaba encima de él... ¿O él encima de ella?

Zack no era precisamente alguien que se quedara tranquilo, o en una sola posición, al dormir. Sino todo lo contrario, él parecía que corriera un maratón mientras dormía, provocando así que Ray quedará en una orilla de la cama, o directamente cayera al suelo.

En fin, ella estaba ahí, mirando a Zack durmiendo. Su rostro era tranquilo, a pesar de moverse tan bruscamente, parecía que estaba muy en calma, tan pacífico y callado: sin gritar, incluso parecía otra persona.

- Zack
- ...
- Zack
- … ¿Um?
- ¿Estas dormido?
- ... No, que va, si solo me hacía el estúpido con los ojos cerrados, Ray. – él abrió lentamente sus ojos mirando en la extraña posición en la que estaba. Él se encontraba estirado completamente en la cama, ambos brazos y piernas parecía que quería tocar cada esquina de la cama. Y Ray estaba recostada en el pecho de Zack, ya que al ser lanzada fuera de la cama hace unas horas atrás decidió aferrarse a su torso cuál koala. Por lo que sus rostros estaban muy cerca uno del otro.
Al notar ésto, Zack rápidamente juntos sus extremidades y giro todo su cuerpo a un costado, haciendo que Ray volviera a recostarse en la cama mientras seguía abrazandolo.

- Grácias, me quitaré para que puedas seguir dur–
- No importa, quédate así, hace frío.