Una entristecida pelinegra trataba de evitar llorar mientras platicaba con un joven de cabello alborotado en un parque.
Creo que nuestro sueño no se cumplirá es inútil, ya recorrimos cincos gimnasios y ninguno quiere tomarse la molestia de ver nuestro talento, decía Milk con amargura.
Sé que es frustrante pequeña, pero no podemos darnos por vencidos, tenemos que seguir luchando, buscando cumplir nuestro sueño, no hemos recorrido tanto camino para ahora dejarlo todo al abandono, no es correcto, respondió Gokú.
Sé que no es correcto pero mira llevamos casi todo el día buscando alguna persona que quiera apoyar nuestro talento y por ello ni siquiera hemos podido hacer nada para buscarnos el alimento y ya está por oscurecer,......, decía Milk.
No te preocupes pequeña yo prometí protegerte y pienso cumplirlo, no te quedaras sin probar algún alimento hoy, respondió Gokú.
¿Qué piensas hacer?, dijo Milk preocupada.
Nada malo, solo espérame aquí, respondió Gokú entregándole su mochila a la pelinegra.
¿Qué piensas hacer?, pensaba la pelinegra mientras veía al joven de cabello alborotado alejarse.
Luego algunos minutos el jovencito volvió con una bolsa de papel en la mano y un vaso de una bebida caliente en la otra.
Toma pequeña, respondió Gokú.
¿Cómo conseguiste esto?, dijo Milk intrigada mientras le recibía al joven de cabello alborotado la bolsa y el vaso.
Solo hice uso de mis armas, no soy de usarlas pero hoy era necesario, llevamos dos días sin comer nada que nos dé verdadera fuerza si seguimos así llegaremos muy débiles para poder mostrar nuestro talento, respondió Gokú.
No comprendo, ¿de qué armas hablas?, ¿acaso llevas contigo pistolas?, dijo Milk alarmada provocando la risa del jovencito de cabello alborotado.
Ja ja ja, ja ja ja, claro que no pequeña, claro que no, respondió Gokú sonriendo.
¿Entonces a que armas te refieres?, dijo Milk confundida.
Note que la hija de la señora del puesto de desayunos de la mañana me estaba mirando de manera coqueta, como al venir para acá me di cuenta que ellos también venden lonches me acerque a ella para pedirle me de dos lonches y mañana se los pago con lo que saquemos del día y pues ella me los dio, ella me dijo que no era necesario que le pague nada pero por supuesto yo se los pagare, tampoco quiero abusar de su generosidad........, decía Gokú mientras la pelinegra sentía molestia.
¿Estuviste de coqueto entonces?, dijo Milk con molestia.
No, claro que no, solo le pedí un favor aprovechando el interés que note que ella tiene en mí, respondió Gokú con calma haciendo una pausa para decir: Pero come lo que te traje.
Ya se me quito el hambre, dijo Milk con seriedad.
Pero, ¿Por qué?, respondió Gokú.
No lo sé, dijo Milk.
Pequeña come, no quiero que enfermes además yo pagare esto, lo pagare, dijo Gokú en tono de súplica.
Está bien pero no vuelvas a valerte de algo tan bajo para conseguir comida, eso es jugar con los sentimientos de los demás y eso no está bien, respondió Milk con molestia.
Perfecto pequeña, no volveré a hacerlo pero come lo que te traje, decía Gokú con una encantadora sonrisa que hacía que a la pelinegra se le olvide cualquier coraje.
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"Piedras Rodantes"
RomanceEllos decidieron romper las cadenas de la desdicha y el dolor huyendo de sus casas para ir en busca de su sueño y poder sentir que su vida tenía un valor. El destino hará que sus caminos se crucen, desde entonces ambos emprenderán juntos un nuevo c...