Capítulo 7: "Siguiendo nuestro sueño: Un pequeño incidente"

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Un par de pelinegros se encontraban en una pequeña habitación empacando las pocas prendas que tenían mientras platicaban.

Llego el día, dijo Gokú.

Si, ya completamos para nuestros pasajes, en dos días estaremos en la Capital Central, decía emocionada la pelinegra.

Así es pequeña, respondió Gokú mientras colocaba su mochila al hombro al tiempo que la puerta de la habitación sonó.

Debe ser el señor Gero por las llaves, dijo Milk.

Sí él debe ser, yo abro pequeña, respondió el joven de cabello alborotado mientras se dirigía a abrir la puerta.

Luego de algunos minutos el señor Gero junto a sus nietos entraron al lugar donde estaban los pelinegros.

Aquí están las llaves y lo que restábamos, dijo Gokú entregándole unas monedas y llaves al anciano.

Bien, ¡gracias¡ si algún día vuelven por este pueblo espero y me visiten, respondió el anciano.

Por supuesto, dijeron los pelinegros.

No te olvides de llamarme Milk, el celular que te di está operativo, dijo la rubia.

¡Gracias Dieciocho¡ jamás olvidare lo generosa que has sido conmigo y claro que te llamare, respondió la pelinegra abrazando a la rubia.

No digas eso, lo hice con gusto, además en cuanto ustedes esten en uno de esos campeonatos participando ten por seguro que mi hermanito y yo iremos a echarles ánimos, dijo rubia.

Sí, eso dalo por hecho hermana, en cuanto los dos esten establecidos en la Capital Central iremos a visitarlos, respondió el gemelo de la rubia haciendo una pausa para luego caminar hacia la pelinegra y tomarle las manos para decir: Cuídate mucho hermosa, que los sueños que persigues se te cumplan.

¡Gracias¡ respondió la pelinegra.

Los sueños tuyos también amigo, que ambos triunfen en la Capital Central, central dijo Diecisiete tras soltar las manos de la pelinegra para mirar al joven de cabello alborotado.

¡Gracias por tus palabras¡ y ¡gracias por habernos apoyado tanto desde que nos conociste¡ siempre les estaremos agradecidos a tu hermana y a ti por su hospitalidad, por su amistad, como les dijimos nosotros no solemos hacer amistades por los lugares por donde pasamos pues generalmente solo nos quedamos un día en ellos pero en este caso fue una semana y aunque en realidad es poco para nosotros fue suficiente para saber lo grandes personas que son, dijo Gokú estrechando la mano de Diecisiete.

Cuídame mucho a tu hermanita y recuerda que yo debo tener prioridad para ser tu cuñadito pues soy tu amigo, dijo Diecisiete mientras el joven de cabello alborotado fingió una sonrisa y la pelinegra se sonrojo ante las palabras del joven de cabello negro lacio.

Luego de la despedida el par de jóvenes pelinegros salieron de la habitación con sus mochilas al hombro al tiempo que los Android se despedían de ellos con un movimiento de manos.

Gokú y Milk caminaron durante 45 minutos hasta llegar a la estación de trenes de la ciudad, una vez que estuvieron allí el joven de cabello alborotado se acercó a comprar el par de boletos que los llevaría al lugar que la pelinegra y el anhelaban.

Tome joven, dijo un hombre de lentes y gorra.

¡Gracias¡ respondió el joven de cabello alborotado con una amplia sonrisa mientras pensaba: Pronto, pronto estaremos en la Capital Central pero ello también significa que la compañía de Milk pronto terminara, ella es muy talentosa y bella de seguro tendrá muchas oportunidades en la Capital Central y ambos quedamos en el nuevo pacto que sellamos que nos alejaremos cuando estemos establecidos......

"Piedras Rodantes"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora