Capítulo 9: "La Capital Central: Buscando una oportunidad"

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Un par de jovencito pelinegros miraban con ilusión a través de una ventana el camino que les faltaba para llegar a su destino.

De repente el sonido del tren deteniéndose hizo que ambos se miraran a los ojos provocando ese simple acto algo extraño en el interior de cada uno de los jóvenes.

Ya llegamos, dijo Gokú desviando la mirada mientras sonreía al tiempo que pensaba: la cuenta regresiva de permanencia a tu lado empezó.

Si, ya llegamos, respondió la pelinegra con su dulce voz mientras bajaba la mirada al tiempo que pensaba: Ya estamos aquí, ello me da alegría pero a la vez me genera nostalgia pues ello significa que pronto nos separaremos.

El par de pelinegros se pusieron de pie al tiempo que ponían sus mochilas al hombro para bajar del tren.

Gokú estiro su mano para que la pelinegra lo tomase, ella al ver ello sin dudarlo mucho tomo su mano y juntos caminaron así hasta que bajaron del tren en donde ambos se soltaron del agarre y continuaron caminando juntos hacia la salida de la estación mientras platicaban.

Como llegamos pasado el medio día dudo que podamos reunir para una habitación, dijo Gokú con nostalgia.

No te preocupes, lo importante es que estamos aquí, que pronto cumpliremos nuestros sueños, respondió Milk.

Si tienes razón pero no me gustaría que durmieras en un parque cubierto por cartones como yo alguna vez lo he hecho, dijo Gokú con nostalgia.

Estaremos juntos, tú me protegerás, respondió Milk.

Sí, yo te protegeré, ahora a caminar pequeña pues tenemos que ubicar un buen lugar donde podamos empezar a mostrar nuestro talento, dijo Gokú sonriendo.

Si tienes razón, mientras vamos caminando le comunicare a Dieciocho que llegamos con bien para que no se preocupe, respondió Milk mientras el joven de cabello alborotado asentía.

Mientras tanto:

En una lujosa casa un hombre de sombrero platicaba con una jovencita rubia de cabello ondulado.

Así como te digo papi, el muy infeliz me corto, me corto, decía con rabia la rubia.

Cálmate hija, cálmate, ya hablare con Vegueta, sin duda la soberbia le ha aumentado desde que gano por tercera vez consecutiva el campeonato inter gimnasios por ello ya ando buscando otro nuevo talento para que sienta que no me es indispensable, dijo el hombre del sombrero.

¿Entonces dejaras de apoyar su carrera?, dijo la rubia sonriendo.

No hija, no, mientras el aun no quiera prescindir de mis servicios no lo hare después de todo el ser su manager me deja buenas ganancias pero necesito traer a mi grupo de chicos alguien que le haga competencia pero dime hija, ¿Por qué termino Vegueta contigo?, no es la primera vez que terminan y luego nuevamente se amistan, decía el hombre de sombrero.

Si es cierto papi pero ahora no será así, esta vez ya no hay vuelta atrás, así me dijo el muy desgraciado, claro todo por culpa de la zorra de Brief, a esa no le importo metérsele por los ojos a pesar de que aun andaba con Yamcha y como él es un ambicioso, al saber que ella es multimillonaria me termino para poder estar con ella, claro la muy descarada de Brief termino con el pobre de Yamcha al lograr su cometido para que ella y Vegueta puedan iniciar una relación, dijo la rubia con rabia.

Cálmate Lunch, cálmate, ahora comprendo la tensión del grupo de chicos del gimnasio, pero en fin hija, tal vez Vegueta no era el indicado para ti, por suerte Yamcha no está entre mis patrocinados sino la situación seria catastrófica, dijo el hombre del sombrero.

"Piedras Rodantes"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora