BESTIA SANGRIENTA [LIBRO 1]

Capítulo 9

Holis a todos 😉😉😱

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Besos.

Mi cuerpo se mantuvo rígido al sentir unos fuertes brazos abrazar mi cuerpo por lo que me entró el temor de que fuera otro de esos nativos haciendo que gritara hasta quedarme sin voz. Me moví incómoda queriendo soltarme de quién sea que estaba detrás de mi.

Daba gracias al cielo por el agua que me cubría hasta más arriba de mis pechos, me giré dispuesta a defenderme de aquél extraño pero antes de que pudiera lanzarle una bofetada mis ojos se abrieron sorprendidos al ver el rostro del explorador de la fotografía frente a mi.

— Es...Es...Esto no es po... posible.

Mi mente dejó de funcionar por algo tan absurdo cómo lo que estaba viendo en ese instante, era totalmente imposible que ese explorador aun siguiera vivo e exactamente igual al de la fotografía.

— ¡ALEJATE DE MI!—. Grité horrorizada cubriendo mi cuerpo con ambos brazos mientras me alejaba de él. Observé su rostro que expresaba tristeza cómo también molestia lo cuál me extraño de sobremanera.

Ni siquiera me detuve a verlo un minuto más después de salir del manantial y tomar la toalla que yacía junto a mi mochila. Salí corriendo del lugar sosteniendo el nudo de la toalla con fuerza para que no se me cayera, podía escuchar mi respiración agitada lo cuál me hizo poner más nerviosa.

Giraba mi cabeza hacía atrás viendo que no me seguía. Al ver que el lugar por dónde había salido corriendo no había nadie eso hizo que me sintiera aliviada pero al girarme para ver el camino hacía dónde iba sentí un inmenso dolor en mi rostro. Mi cuerpo cayó entre la maleza y mis ojos pudieron captar la rama que yacía arriba de mi.

Solté un gemido por el dolor en toda mi cabeza cómo también el cuerpo por la fuerte caída que tuve hace unos instantes. Mis ojos se cerraron por unos momentos por lo mareada que estaba, solamente quería que aquél dolor se detuviera.

— Ezra ...

No sabía con exactitud cuánto tiempo había estado ahí tirada cómo un muerto pero sentí cómo alguien me sujetaba con suavidad. Sentí la piel dura de Ezra ante mi tacto por lo que sonreí sabiendo que estaba a salvo.

— Muchas gracias, Ezra—. Mencioné en voz baja antes de volver a ver sólo oscuridad.