Capítulo 16

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— ¡¿Qué haces aquí?!—. Pregunté horrorizada viendo a un Ezra desnudo mientras dormía plácidamente al lado mío. Luego de que despertará al sentir los cálidos toques de unas manos y al ver el cuerpo fornido de Ezra muy cerca de mi rostro me hizo entrar en una gran crisis de nervios.

Estaba tan desconcertada, le dije perfectamente que se quedará a dormir en el sofá aunque no me entendiera ni un rábano al principio. Ver aquél cuerpo tan ... exótico acostado en mi cama me hizo sentir extraña, nunca en mi vida había tocado un cuerpo masculino ni cuándo solía ir a la playa o a la disco. 

Ahora que él estaba viviendo temporalmente commigo tendría que acostumbrarme a ver cada día su cuerpo desnudo paseando por todo el lugar cómo si andar desnudo fuera lo más normal del mundo. Mi cuerpo soltó un respingo al sentir los suaves toques de sus dedos en mi espalda baja haciendome poner increíblemente cómo un tomate, entraba en crisis si un hombre me tocaba de esa manera.

Desde pequeña mi padre era el único hombre que conocía a parte de los guardaespaldas que él solía contratar para mi bienestar, los primeros años las pasé en una escuela normal pero cuándo cumplí los diez años mi padre decidió que ya era tiempo de que tomara clases en mi propia casa. Crecí siendo alguien que estaba alerta ante cualquier gesto obsceno o tocamiento por parte de los hombres hacía mi, no era tan abierta al género masculino. Después de todo así me criaron, esa era la verdadera razón por la que aún seguía siendo virgen a mis veinticinco años de edad.

— ¡Ah!—. Grité sorprendida por ser empujada nuevamente hacía mi cama para luego sentir la cabeza de Ezra entre mis pechos—. No hagas eso. Por favor, quítate.

Ezra aún con los ojos cerrados se acostó entre mis pechos que solamente era protegida por la simple tela de mi camisón, era cómo si aquél lugar entre mis pechos lo hiciera sentir tranquilo lo cuál provocó en mi una extraña sensación en mi pecho.

Debía de estar asustada por su presencia pero por alguna extraña razon mis piernas se negaban a tan siquiera moverse. Permanecí por un rato en silencio sintiendo el movimiento lento de su cabeza contra mis senos. Me atragante con mi propia saliva al ver su rostro que mostraba una expresión extraña mientras pasaba su viscosa lengua por la piel de mi cuello.

—  Ez... —. Mencioné de manera entrecortada su nombre sintiendo cada vez sus lametones con más intensidad—. ... ra.

Ningún hombre me había tocado el cuerpo cómo lo hacía Ezra en ese instante. Es cómo si fuese la primera vez en ver a una mujer en estás circunstancias, con cada toque brusco de su parte me hizo saber que lo inexperto que era. La imagen del cadáver de Sam paso por mi mente provocando que soltara un grito y apartara bruscamente a Ezra de mi.

— Te prohibo que lo vuelvas a hacer.

Le di una última mirada a Ezra para luego ir hacía la salida no sin antes tomar mi ropa que tenía doblado en el mueble a un lado de mi cama para luego irme fuera dando un portazo.

Escuché sus pisadas venir hacía la puerta seguido de algunos rasguños que producía en la madera cómo si quisiera salir e ir tras mi.

— No, Ezra. Quedate aquí, volveré muy pronto—. Le avisé con voz quebrada sintiendo cada vez más mis mejillas calientes.







 Le avisé con voz quebrada sintiendo cada vez más mis mejillas calientes

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— Me llevaré todo esto —. Le hablé a la chica encargada quién se encontraba masticando con lentitud una goma de mascar, dejé toda las prendas masculinas en la mesa de cristal a lo que ella empezó a teclear algo en su computadora mientras tomaba cada una de las prendas y se las pasaba a otra chica quién empezó a doblar con experiencia cada uno para luego meterlos en una especie de bolso con el logo de la tienda.

Con una sonrisa le entregue mi tarjeta mientras recibía las bolsas con mis compras dentro de ellas.

— Muchas gracias por su compra. Vuelva pronto—. La mujer sonrió amigablemente dándome de vuelta mi tarjeta de crédito. Al salir de la tienda la brisa fresca de la noche provocó en mi un sentimiento de libertad, mientras avanzaba entre las tiendas pude recordar en ese instante de que probablemente Ezra no tendría que comer así que me dispuse a entrar a otra tienda dónde vendían solamente alimentos.

Tomé una pequeña canasta de color rojo y avance por el lugar esquivando los carritos de compras de algunas mujeres dónde en el interior de cada carrito iba básicamente una montaña de productos lo cuál me causó un poco de gracia.

Al llegar a la parte en dónde vendían distintos tipos de carne me dispuse a tomar varias carnes empaquetadas llenando por completo mi canasta.

Luego de comprar una gran cantidad de carne me dispuse a pedir un taxi fuera del gran centro comercial. Mientras el auto avanzaba por la carretera infestada de vehículos, me apoye en el cristal queriendo descansar por unos minutos. Con todo lo que me sucedió en una sola noche me sentía muy cansada tanto que en tan sólo unos minutos quedé dormida.

— Llegamos a su destino, señorita.

Me avisó el hombre mayor a lo que de inmediato abrí mis ojos y algo somnolienta salí del auto con todas mis compras en mano luego de haberle pagado al conductor. Llegando a la última planta del edificio salí del elevador yendo hacia la última puerta más alejada de las otras. Al escuchar el click que produjo la puerta al ser abierta entre al living que estaba en completa oscuridad. Al encender las luces me extrañe un poco al no encontrar a Ezra por ningún lado, fue ahí que recordé cuando lo había encerrado en mi habitación.

— Estoy de vuelta, Ezra—. Mencioné con lo cuál no obtuve respuesta alguna. Dejé las compras encima de la isla para luego dirigirme a mi habitación.

Al abrir la puerta de mi habitación comprobé con horror que todo el lugar estaba hecho un desastre y entre mis sábanas rasgadas estaba el enorme cuerpo oscuro de Ezra quién respiraba con dificultad. Tarde varios segundos en darme cuenta de que sobre la situación de Ezra a lo que de inmediato me acerqué a él para tratar de despertarlo.

— Ezra ... —. Lo llamé pero el no se movió causando que mi corazón empezará a latir de forma desenfrenada. Permanecí a su lado viendo cómo cada vez respiraba con mucha más intensidad. Traté de moverlo pero al hacerlo con más fuerza los ojos de Ezra se abrieron de inmediato.

— Me diste un buen susto—. Mi sonrisa se borró al notar que sus ojos me observaban cómo si yo fuese una presa. Sus tentáculos que se movían como si fueran serpientes vivientes me tomaron las muñecas dejándolas arriba de mi cabeza quedando totalmente indefensa.

— ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Sueltame!

Por más que trataba de moverme me era imposible librarme de los tentáculos de Ezra, solté un fuerte chillido por la manera en que destrozó mi camis dejándome solamente con mi brasier negro. Sin haberme dado cuenta la única prenda que cubría mis pechos fue destrozada por sus largas garras.

— Ezra .. n.. no, para —. Decía con la voz entrecortada, mi cuerpo se empezó a calentar dándome a entender que no tenía escapatoria.










































Hola 🤗

Primero que nada pido disculpas por haber demorado una eternidad para actualizar la novela ya que la razón de haber tardado tanto fue que tuve un problema personal que me afectó demasiado.

Estuve por varios días ausente en wattpad por culpa de aquél problema y más aún ahora que estoy en semana de exámenes. Pero haré lo posible para que el próximo capítulo lo actualice en unos días.

Espero que entienda de verdad.

Y siento mucho por todo está espera. Espero que esté capítulo les haya sido de su agrado.

No olviden darme sus votos y Comentarios.

Besos.

























BESTIA SANGRIENTA  [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora