Era la primera vez que se sentía tan extraño cerca de aquella hembra que descansaba a un lado de suyo, su aroma tan delicioso le atraía de sobremanera que le era imposible no imaginar aparearse con ella. Acercó su nariz pequeña y extraña que había obtenido al tomar la forma de un terrícola hacía su largo pelo que a diferencia de las especies que solía cazar aquí el de ella era mucho más suave y tenía un aroma a las extrañas flores que habían muy cerca de su madriguera.
Ansiaba tocar nuevamente su pequeño y frágil cuerpo con desesperación, no podía quitarse la sola idea de poseer a aquella hembra terrícola pero él sabía muy bien que ella se molestaría demasiado si intentaba algo que no le gustaba por eso decidió esperar a que se entregará por voluntad propia. Desde la primera vez que la vio sintió una extraña conexión hacía la hembra terrícola por lo que no la dejó de observar todos sus movimientos en especial cuándo la vio totalmente expuesta sin ninguna prenda horrenda que le cubriera su verdadero cuerpo.
El cuerpo de la hembra era demasiado raro ante sus ojos, no tenia ningún pelo que le cubriera del frío, no poseía garras ni colmillos prácticamente era alguien inofensiva ante sus ojos pero lo que más le llamó la atención de aquél cuerpo femenino era lo que había debajo de su cuello, dos grandes montes suaves y con un fragancia que no podía describir pero desde ese instante se volvió su parte favorita.
Le gustaba descansar entre los montes de piel que poseía la hembra que lo había recibido en su gran madriguera a lo que él lo interpretó cómo una invitación a aparearse y vivir juntos, él ya había aceptado a la pequeña hembra pero ella se comportaba cómo algunas tujllaki en su primer celo volviéndose reacias y fastidiosas buscando pelea contra los machos para que no la montaran.
Algo que en realidad le gustaba de esa hembra.
Al comprobar que se había dormido profundamente debido a su respiración lenta decidió volver a su verdadera forma para así completar el vínculo que tanto ansiaba tener, sus ojos felinos observaron con tranquilidad el rostro sereno de la hembra quién dormía plácidamente ajena a lo que estaba por suceder.
Sus tentáculos se movieron con rapidez demostrando que estaba nervioso cómo tambien ansioso por hacer la unión, su gran hocico se abrió muy cerca del rostro de la humana que se movió incómoda por la repentina ventisca. Aspiró su dulce aroma mientras sostenía las largas piernas de la hembra con sus tentáculos para luego incrustar con lentitud uno de sus grandes colmillos en el interior de la piel de su nuca.
La hembra soltó un bajo quejido pero aún así no abrió sus ojos por lo que Ezra aprovechó para incrustar con más profundidad su colmillo hasta tocar la estructura ósea de la humana.
Ligeramente se mordió el interior de su hocico para que unas pequeñas gotas de sangre grisáceo empezarán a caer por su colmillo hasta entrar en la herida de la hembra. Luego de que la unión de ambos terminara alejó su colmillo de la hembra y se dispuso a acostarse a un lado de ella sin dejar su verdadera forma.
Se acomodó recordando perfectamente cómo los machos tujllaki hacían lo mismo mientras velaban por el sueño de sus compañeras mientras ellas esperaban ansiosas a que una nueva vida se formarán en sus vientres, Ezra curioso al recordar aquello destapó a la hembra para verificar su pequeño vientre, era imposible que más de cinco crías cabrían ahí.
Dejó aquél pensamiento de lado para tomar con sus tentáculos el cuerpo frágil de su hembra para atraerla a su pecho oscuro y así obtener su calor corporal.
Estaba a unos segundos de caer dormido cuando sus tentáculos se tensaron a lo que de inmediato abrió sus ojos y observó atentamente el gran ventanal dónde yacía la ciudad en total silencio y más allá estaba su antiguo hogar, algo andaba mal lo podía sentir.
Su desarrollado olfato le permitió captar el olor de varios terrícolas adentrarse a su territorio por lo que emitió un bajo gruñido disgustado pero ese lugar ya no le importaba, su nuevo hogar estaba junto a su hembra terrícola.
Estaría para ella siempre.
— Señor ... —. Llamó el hombre de piel morena que portaba un traje militar a alguien quién veía atentamente la pantalla de un portátil.
— Coronel Harrison —. Mencionó cortante dejando de lado su portátil para saludarlo con el típico estrechamiento de manos.
— El Gobierno de los Estados Unidos me envió el informe acerca del objeto que cayó en está selva. Mi escuadrón y yo estaremos a su disposición—. Informó entregando un archivo negro .
— ¿Qué es esto?—. Preguntó con extrañeza.
— Mis hombres encontraron lo que sería una nave muy cerca de la cascada—. Respondió con normalidad—. Lo que sea estuvo en el interior de esa cápsula ya debe haberse perdido en lo profundo de la selva.
— No lo creo, coronel—. Cerró de golpe el archivo para luego dejarlo en su escritorio y tomar su portátil—. Estos seres venían al planeta desde hace millones de años.
Los ojos del coronel se abrieron cómo platos sorprendido al observar varias fotografías del interior de una cueva dónde habían extrañas pinturas de naves y de ellas salían las criaturas de aspecto temible.
— Mi equipo encontró está cueva dónde habitaba la criatura y alguien más ...
— ¿Otro?—. Preguntó con seriedad a lo que el enviado por el gobierno negó.
— Una mujer.
— ¡¿De qué rayos está hablando?!
— En la caverna pudimos encontrar una mochila con algunos víveres en descomposición y una cámara fotográfica. Ambos objetos le pertenecían a alguien de género femenino, me puse a investigar algunos informes sobre la selva y encontré una dónde mencionaban la un grupo de turistas que desaparecieron por varios meses y que la única sobreviviente que encontraron fue a una mujer ... Isabella Hamilton.
— ¿Sospechas de ella?
— Claro que no. Tal vez ella sepa algo que nosotros no sabemos con exactitud, en las fotografías hubo solamente una en dónde se pudo observar unos ojos rojos acechando a los turistas. Creemos que se trate de la criatura.
— ¿Qué planeas hacer con ella?
— Solamente deseo hacerle algunas preguntas sobre su estadía en esa caverna.
Hola Hola 🤗
QUIERO recordarles que las actualizaciones son cada sábado por si no lo sabían. Espero que esté capítulo les haya gustado.
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Besos.
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BESTIA SANGRIENTA [LIBRO 1]
Romance"No te dejes engañar por las apariencias, porque la belleza en sí está en el alma". ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Esos ojos de reptil que me acechan. Su lenta respiración que me pone intranquila. Los largos colmillos que me provocan temor y esos largo...