S E I S

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Hoy era viernes...
La semana se había pasado muy rápido.

Y sí, hoy me daría cuenta si de verdad la asesinaron...

Aunque por la reacción de John estaba segura.

Ahora sí.

Caminé al baño de mi habitación por mis necesidades

Mientras sacaba mi celular, habían varios mensajes... uno de ellos era de Elijah, así que lo abrí primero.

Oye... hoy no iré a la Universidad, me siento algo enfermo, lo siento.

Le escribí que no se preocupara, aunque por parte me sentía mal porque hoy pasaría sola, todo el día hasta salir de clases.

- ¡Emma llegarás tarde! - el grito de mamá se escuchó por toda la casa.

Mi casa era... grande, no tan grande como la de John, pero era grande, era humilde, era acogedora, y amaba eso.

- ¡Ya voy! - Me miré una vez más al espejo, rara vez lo hacía pero... no iré a una ci... a tomar un helado sin estar arreglada.

Cuando estuve afuera, miré la casa de los Blake, y me dirigí hacia la ventana de Anna.

Allí estaba una sombra, no podía detectar quien era, si Elena o Víctor... o quizá otra persona.

La idea que otra persona estuviera ahí, en su habitación sin el permiso de la señora y el señor Blake, hacía que mi cuerpo se llenara de escalofríos.

¿Y sí estaba el asesino ahí, en su habitación?

Ahora... estaba más que segura que habían asesinado a Anna, aunque hoy confirmaría mis sospechas.

- ¡Emma, vamos!- Aquella sombra me daba escalofríos, me daba una vibra completamente mala.

Me monté al carro, mamá aún insistía conque no conduciera, no aún.

Me coloqué el cinturón y miré una vez más aquella ventana, la ventana de la habitación de mi mejor amiga, y ya no estaba.

¿Era mujer? O ¿Hombre?

¿Quién era?
¿Tenía algo que ver?
¿Era familia de los Blake?

Necesitaba respuestas.

Y... quizá, hoy las tendría.

(...)

La maestra de historia hablaba y hablaba de algún tema que... no entendía

Creo era era la segunda guerra mundial.

Historia nunca lo entendí, eran muchas fechas, aún recuerdo cuando estaba en segundo año de colegio, ese año con sociales fue muy fácil, y obviamente... no había historia, era del cambio climático, los temblores, huracanes, era un tema atractivo a mi vista.

Pero ahora no.

Me encontraba dibujando muchos círculos en una hoja de mi cuaderno... aveces la maestra preguntaba algo sobre el tema que recordaba explicando y como no sabía que responder decía lo mismo de siempre "Quiero ver una buena calificación en este examen señorita Andersson"
Me reía disimuladamente.

Eso nunca pasará.

Me lanzaron una bolita de papel muy pequeña, miré de donde vino y era de John, me sonrojé un poco al ver que me guiño un ojo.

Agarré la bolita de papel y la comencé a abrir.

Te espero en el estacionamiento

Oh..
Se me había olvidado...
No le dije a mi mamá.

Quise golpearme la frente pero saqué mi celular y le escribí un texto a mi mamá... se que me diría que sí por la excusa que le puse... esa excusa se utilizaba mucho

"Iré a hacer un gran proyecto con algunas compañeras, llegaré un poco tarde"

Miré de nuevo a John y di un asentamiento con mi cabeza y él sonrió.

Ahora que lo pensaba, no debería estar tan feliz porque no es un tipo de cita, es una reunión donde me daré cuenta de muchas cosas que quizá en su momento, no quise haberme dado cuenta.

La campana de salida al fin sonó, todos gritaron de alegría, por fin era viernes, para muchos eso significaba, alcohol, fiestas, alcohol, y más alcohol.

Para otros, como yo eso significaba un buen café, y algunas series que me esperan.

¡Ah! Y como olvidar de la pizza.

Guardé todos mis cuadernos, y los lápices.

Me despedí de la profesora aunque ella no lo hiciera.

Me gustaba ser amable... o no lo sé.

Al salir del aula miré y todo el pasillo estaba despejado, no se encontraba ni una alma, excepto yo.

Sí, como dije, para la mayoría significaba alcohol y fiestas.

Pasé por aquel casillero que ahora estaba lleno de fotografías, lleno de velas, flores, cartas.

Eran tan hipócritas.

Negué con mi cabeza.

Salí de aquella Universidad y el viento golpeó fuertemente mi cuerpo haciendome temblar de frío.

El día estaba helado, apenas para un chocolate caliente o un café bien cargado.

- ¿Lista?- Alguien susurró detrás de mí.

Me asusté sin saber quien era aunque al mirar detrás mío me pude relajar.

- Lista- Le dije a John.

Él empezó a caminar con una sonrisa en su cara, ¿No se cansaba de sonreír?

Digo... es bueno pero... ¿Lo hace porque le nace? ¿Le gusta hacerlo?

Lo admiro.

Llegamos a un carro color blanco, a pesar de que tenía dinero este era un carro simple a la vista de los Britt.

O así lo creo.

Agradecí internamente que no fuera una motocicleta, esas cosas no me gustaban, era mucho peligro.

- Bien... entra- no me había dado cuenta que me quedé ahí de pie pensando y se me había olvidado entrar, no pensará que debe abrirme la puerta.

Entré y el olor masculino llegó a mis fosas nasales.

Era un dolor ¿Adictivo?

Y auto comenzó a andar, podía ver de reojo a John, concentrado en las calles... me gustaba eso, así me sentiría bien, sin estar en peligro.
Manejaba a una velocidad aceptable.

¿Así manejará siempre?

- Bien... llegamos ¿Lista para probar el mejor helado del mundo? - Aquello me hizo sonreír ¡Había sonado tan infantil!

- Veremos si es cierto- le sonreí abiertamente.

A pesar de lo lindo que sería comer un helado con John, y aunque el podría hacerme reír, eso no quitaría la razón principal por la que vinimos.

Y eso... me hacía borrar mi sonrisa

Una parte de la verdad sería desvelada.

Y eso, me asustaba.




5 de agosto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora