D O C E

9 1 0
                                    

La sala estaba en silencio, sólo se oía el tic tac de el enorme reloj.

Tic tac.

Tic tac.

Mis manos jugaban entre sí, era señal de que estaba incómoda.

Quiero irme.

Miré a Cole pero él estaba muy concentrado viendo el piso, estaba perdido, seguro y estaba pensando en Anna.

- Bueno- Elena Blake soltó una risa incómoda- ¿Qué has hecho?- Distraerme ¿Quizá? No supe que responder, era una pregunta tonta, ella lo notó, así que continuó hablando- Yo, he tratado de remodelar la casa, ya sabes, mantenerme ocupada, he notado que el anaranjado se ve muy bien con estos sillones color café, también he querido remodelar aquella cascada, ya sabes, agrandarla, siento que la casa está vacía, sin calor, yo... lo siento-

Un nudo en mi garganta apareció sin avisar.

La admiraba.
Sé que no pasará dentro de mucho tiempo, me refiero a que yo tenga un hijo, pero... si lo tuviera y darme cuenta que lo asesinaron en mi propia casa, a unos escasos metros, moriría.

¿En qué pensaba el asesino en matar a una chica joven?

Tenía toda una vida por delante

¿Por qué lo hizo?

¿Venganza?

¿Odio?

¿Rencor?

¿Envidia?

Esta población se está perdiendo ¿Por qué matar? ¿Tan grave fue la situación que la "Única" salida fue matarla?

¿En qué rayos pensaban?

- No te disculpes, no tienes porqué hacerlo- dije sin más.

- ¿Qué pasó? - Preguntó Cole de repente.

Sabía a qué se refería, todos los que estaban aquí en la sala lo sabían.

Era una pregunta que quería hacerle pero por miedo a que se sintiera mal, nunca la hice.

- ¿Cómo dices tesoro?- ella arrugó su nariz, no le gustó en absoluto esa pregunta.

- ¿Qué vió? ¿Qué escuchó? Esa madrugada. - Yo quería decir mucho

- Un disparo- Respondió cortante.

- ¿Y antes? - Inquirió Cole, de nuevo.

El pulso de Elena temblaba, no era de miedo, no, era de rabia, incomodidad, de todo menos miedo. - ¿Dices que la mataron? ¡No lo hicieron! ¡Se suicidó!- Se notaba que conocía a su hija.

Unas lágrimas recorrieron su mejilla.

- Bien, Cole, es suficiente. - Me puse en pie - Fue un gusto acompañarte El. - susurré, miré a Cole y él la seguía viendo, sin ninguna expresión, estaba neutro.

- Cuando quieras Emma- Se levantó Elena y me abrazó rápidamente.

- Cole- Le advertí.

Que no abriera su boca de nuevo.

- Hasta luego señora Blake.- y salió rápido, sin mí, de aquella mansión.

Tomé la decisión de perseguirlo.

¿Estaba loco? No fue buena idea preguntar tan directo.

- ¡Cole! - lo llamé, él se detuvo - ¿Por qué lo hiciste? - intenté recuperar aire, había trotado.

Mi condición física no era buena, en absoluto.

- A Anna, a mí novia, la asesinaron ¿O también te creerás el cuento del suicidio? - Preguntó burlón.

- No eres quién para decirme que pensar- Me estaba alterando.

- ¿Segura? ¿Que se siente que yo conocí más a Anna?- dijo con el mismo tono.

- ¡No fue mi maldita culpa que la asesinaran Cole! No me eches la culpa a mí ¡Yo también estoy sufriendo! ¡A mí también me duele! No sólo tú perdiste a Anna ¿Con eso te sientes un poco mejor? ¿Intimidando a las personas con preguntas directas? ¿Ah? Perdí a mi hermana, perdí a mi mejor amiga, la perdí yo también, no sólo tú.- Grité.

No dijo nada por unos segundos.

- Sólo... déjalo así, mantente alejado de Elena y de mí, sólo nos hundes más.

- Emma- No quería oírlo.

Me alejé rápidamente.

Necesitaba a John.

Extrañamente lo necesitaba.

Saqué mi celular y marqué su número.

Un tono...
Dos tonos...

- ¿Emma? ¿Qué pasa? ¿Dónde estás? -

Le dije donde me encontraba exactamente, él vendría a buscarme.

(...)

Le había contado absolutamente todo a John.

Permaneció callado unos segundos, no sabía que decir.

- Tal vez te molestes con esto que te diré, pero debes entenderlo, sí, a Anna tú la conociste más años pero él quería un futuro con ella, él ya pensaba en la boda, en los bebés, en la casa, todos sufrimos a nuestra manera, y la manera de él es herir a otros,  sí, sufre de una manera horrible pero ya no se puede cambiar, ya él encontró la manera de sufrir, es su manera, no les agrada pero si él se siente bien ¿Por qué la iría a cambiar? Sólo, no te relaciones mucho con él, si no quieres que las palabras de él te lastimen.-

Tenía razón.

- Ven aquí- Agregó, aparcó su auto antes.

Me atrajo a sus brazos, ahí me sentía protegida, ahí me sentía bien.

No quería estar en otro lugar.











5 de agosto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora