Q U I N C E

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¿Por qué él no era así?

Esa pregunta no tenía respuestas, hasta hoy, él no era arrogante como sus padres, odioso, egocéntrico... pero... ¿Por qué?
¿Qué lo ha llevado a no ser así? O ¿Quién?

- Sé cuál es la pregunta que me quieres hacer pero por vergüenza no lo has hecho, es más, has durado mucho en no hacerla- sonrió dulcemente- La razón por la que soy "Buena" persona, es por mi abuelo, muerto por cierto, él era... era una maravilla de persona, hubiera deseado que lo conocieras, lástima que él hace meses murió... que por cierto nadie se acordó de él, sólo fui yo... a su funeral... mi madre no fue, era su padre y no fue a despedirse.
Cada vez que puedo lo visito, era alguien que siempre sabía que decir, sus consejos, eran tan sabios, cada vez, cuando era un niño, me escapaba de mis padres para ir a visitar a mi abuelo, le contaba todo lo sucedido en el día, y de sus consejos, por sus consejos, soy así, la persona que soy hoy, sé que me falta mucho, me falta dejar de hacer malos hábitos Emma, que siempre hago, pero de algo si puedes estar segura, de mí no escucharás una ofensa hacia alguien, no quiero ser como mis padres. -

Una lágrima rodó por mi mejilla al escuchar esas palabras.

Una punzada en mi corazón hizo que lo abrazara, y que no quisiera soltarlo, nunca.

Él gustoso me abrazó también.

- Tenemos una pista- Me soltó de repente- No es mucho, pero ¿Cuándo entraste a la casa de los Blake? ¿Estaba abierto? ¿Verdad? -

Eso no lo había pensado, era un gran cabo suelto que había dejado el asesino...

- Tenemos que hablar con Elijah- ¡Estaba feliz! ¡Habíamos encontrado algo!

(...)

- No creo que sea buena idea- dijo Elijah.

- Yo... yo puedo- no se notaba convencido pero... no lo sé, podemos encontrar algo y así, conectar las cosas - Debe ser alguien que tenga las llaves, o alguien forzó la cerradura, necesito respuesta Elijah, las quiero conseguir. - Miré a John, y luego a Elijah con ojos de súplica.

- Bien - Sonreí - No delates mucho, sé astuta- Abracé a Elijah.

- Yo te voy a dejar, no quiero que suceda otro ataque de pánico- dijo John con preocupación.

- ¿Ataque de pánico? ¿De qué me perdí? -

Oh...
No le he dicho.

- Tuve uno cuando iba a la casa de los Blake, tuve pensamientos malos, y tuve un ataque, Cole estaba ahí, me ayudó, íbamos para el mismo lugar, tuvimos un problema, él empezó a preguntarle a Elena muchas cosas respecto a lo que pasó el 5 de agosto,  ella casi llora, él no se detuvo, en fin. -

Hace años no tenía un ataque, no se lo deseaba a nadie, era horrible.

Elijah se veía preocupado.
Cuando fuimos novios, eso era lo que más me encantaba de él, su atención.

Él se acercó y me abrazó.

-Gracias al cielo estás bien-

Ahora... él no me gustaba, había una persona que estaba despertando de nuevo esos sentimientos, no hacía falta decir su nombre.

No sé como lo logró.

- Gracias El.- Ese era su nombre, una vez, se enojó sólo porque dijo que El,  sonaba a mujer, pero yo seguí diciéndole así, hasta que se volvió costumbre para los dos.

Él sonrió con nostalgia.

Al separarse de mí notamos que se prolongó un silencio bastante incómodo, me olvidé de él un segundo, nos olvidamos.

- Bien ¿Vamos?- Me dirigí hacia John.

- Claro, vamos-

Al salir, me dirigí hacia el auto de John.

Todo en silencio, sé que algo le molestaba.
No lo conocía bien, sus mañas, pero era obvio.
Ahora que lo pienso, él... no sabe lo que tuvimos Elijah y yo ¿Cierto? 

Al entrar al carro, él lo puso en marcha.

Esto sin duda alguna era un silencio incómodo, rayos.

- ¿Por qué terminaron?- Su pregunta hizo que pegara un brinco pequeño en mi asiento, me sorprendió.

- Él se fue a vivir a Australia, hablábamos por llamada y videollamada, acordamos que ya no era lo mismo, y con el pasar del tiempo nos dimos cuenta que el sentimiento se fugó, por parte de los dos, y decidimos quedar como amigos- Traté de sonar tranquila, esa era la verdad pero... su tono... no lo sé,   me ponía nerviosa.

- ¿Ya no sientes nada por el? ¿Al cien por ciento? - Vaya, esa pregunta sí me había dejado sin habla, y no porque no sepa la respuesta, una verdadera respuesta, si no porque jamás pensé que fuera tan directo.

- Segura John, sólo lo quiero como un gran amigo.- Traté de sonreír.

- Lo siento husmear tanto, pero quiero algo mutuo, no quiero algo ya, apenas conozco pocas cosas de  ti, sólo quiero que  esto valga la pena.-

- Lo valdrá, de eso no habrá duda-

El aire tenso desapareció, me sentía relajada.

Sonrió grandemente.

- Cambiando de tema... ¿Qué le dirás a la señora Blake? -

Ya casi estábamos llegando.

- ¿La verdad John? No tengo la remota idea.-

Apretó sus labios para no reír.

- Sólo no te pongas tensa, eso habla mucho- Asentí tratando de grabarlo en mi mente- Trata de que tus palabras fluyan bien- Eso es difícil- Sé que puedes-.

Yo puedo.

Habíamos llegado.

Mis nervios se activaron.

Era hora, por Anna, por mi mejor amiga.

Me despedí de John con un beso en la mejilla.

Al salir del auto empecé a repetir lo que él me dijo a lo último.

Yo puedo.

Yo podré.

Toqué el timbre, que muchas veces toqué, para jugar con Anna a las muñecas cuando era pequeña, aquello me hizo sonreír con nostalgia.

Oí los tacones de Elena, cada vez más cerca.

Al abrirse me encontré a una Elena totalmente diferente a la de la vez pasada, a la del funeral.

Ahora estaba con su perfecto maquillaje y su perfecta vestimenta, ¡Ah! Y como olvidar su hermoso moño, como siempre.

- ¡Emma! No sabía que vendrías, pasa pasa, he preparado unas deliciosas galletas- Me dio paso a entrar.

Ella no preparaba galletas a no ser que alguna persona la visitara.

Alguien estaba aquí, y no era el señor Blake, él casi nunca estaba en casa.

Algo me decía que el plan que tenía en mente debía ser cambiado, pero ¿Cómo? ¿Cómo lo hago?  ¿Cómo hago sin ser obvia?

Rayos.

Al caminar hacia la sala busqué alguna persona  que no fuera Elena.

¡Oh vaya sorpresa!
Lo último que me faltaba.

¿Qué hace aquí? 


5 de agosto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora