5 de agosto.

U N O

No hay duda de que las velas son los lugares más hipócritas.
En una vela hablan bien de esa persona, le llevan flores, muchas flores.
Pero cuando esa persona estaba viva, hablan muy mal de esa persona, a su espalda.

Habían muchas personas que creí que nunca llegarían a mirar el cuerpo de Anna y por supuesto a darle palabras de aliento a la señora y el señor Blake.

Hasta a mí.

Después de esa noche, 5 de agosto, no lloré más, sí, dolía, y mucho pero... acaso ¿Las lágrimas me devolverán a mi mejor amiga?

Por supuesto que no.

Los criminólogos llegaron, tomaron fotos en la escena del crimen, preguntaron muy poco, dijeron que nos iban a interrogar una semana después, decidieron darnos espacio para asimilar lo que había sucedido.

Y sí, yo era su mejor amiga, y yo escuché ese disparo, así que tendría que confesar con detalle lo que había pasado, o quizá, lo que había escuchado y lo que había visto.

Me aleje de aquel ataúd donde estaba Anna. Los padres de Anna decidieron maquillarla, y colocarle un parche en su frente y así mismo maquillar ese parche para que los que la miraran, no vieran aquel gran agujero que estaba en su frente.

Pero... ¿Para qué?

Yo esa madrugada, 5 de agosto, había visto todo, un poco de maquillaje no iba a cambiar las cosas.

Odiaba loa funerales, las velas, todo.

Todos decían:

Ay, era una buen muchacha.

Me caía tan pero tan bien.

Lástima, tenía toda una vida por delante.

¡Basta!

Eso lo sabíamos todos.

Pero... algo no dejaba mi mente, era una pregunta

¿De verdad Anna se había suicidado?

¿Por qué?

Entiendo que cuando tenemos problemas y entramos a un estado "Depresivo" no se nota, no por lo general, tenemos una sonrisa en la casa.

Pero al entrar a ese estado, tenemos un lugar en nuestra cabeza donde todo es "Suicidio"
Y todo sobre esa diminuta palabra.

Nos pasan preguntas como ¿Se acabará la tristeza? ¿Podré descansar? Y muchas más.

Pero... Anna, ella no, ella me lo hubiera dicho, ella me contaba todo.

Suena duro pero esperaré a que la Criminología y los Forense, diga el veredicto, si de verdad se suicidó o... la asesinaron.

No se cuál de los dos me asusta más.

Si se suicidó... ¿Qué hacía ella con una pistola? ¿De dónde la había sacado? ¿Por qué no lo hizo antes, digo... a las 2 de la tarde, o cualquier hora pero de día?

Y si la asesinaron
¿Quién? ¿Por qué? ¿Alguien conocido? ¿Alguien que simplemente entró a la casa y porque ella miró al asesino y lo reconoció, la asesinó?

Había tantas preguntas sin respuesta

¿Y si había un testigo?

Alguien que sabía realmente que sucedió, alguien que quizá por alguna extraña razón caminaba por estas calles a las 3:00 am.
Aunque nadie confesará eso, ya que lo tomarían como sospechoso, eso sí encontraban una huella en la pistola que no era de Anna

Observé por enésima vez a todos los que se encontraban.

Los padres de Anna estaban desvastados, eso lo sabía porque... Elena Blake lloraba sin parar, ella era una mujer muy delicada, muy femenina y Dios libre si sale a la calle sin maquillaje, o en pijama, pero en ese entonces ella no estaba maquillada.
Y Víctor Blake se encontraba neutro, sin ninguna emoción, aunque desde que lo conozco, es así, no le gusta demostrar sus sentimientos.

Luego algunos de los amigos de Anna, lloraban, otros reían, que a lo que escuché, contaban anécdotas que pasaron con Anna.
Y eso estaba bien.

Su novio Cole, también, se encontraba neutro, no mostraba ninguna emoción, pero aun así no se había separado del ataúd ni un sólo segundo.
Era entendible, llevaban 8 años juntos, al parecer, un pajarito me dijo que Cole le iba a proponer matrimonio cuando Anna cumpliera años, 22 de agosto.
Pero, no se pudo.

Así que lo entendía.

Otros familiares de Anna estaban allí aun en shock sin creer que Anna Blake murió de una forma... ¿Fea?

Y yo.
Aquí estaba, aun, sin llorarla, sin creer que mi alma gemela, mi hermana, esta muerta.

Alguien me tocó el hombro.
Y mi vista contempló a mi hermano mayor.
Él tenía los ojos hinchados.
No había hablado con él.

Él se llevaba muy muy bien con Anna, era un amistad extraña, mi hermano molestaba mucho a Anna, y claro.. Anna era el amor imposible de Max, mi hermano.

Ella nunca lo supo, él planeaba decírselo el 22 de agosto.

Correcto, el cumpleaños número 20 de Anna.

Pero como ya ven, no se pudo.

Me acerqué a Max y lo abracé, los sollozos de mi hermano no duraron mucho en aparecer.

Yo... aunque era mucho el dolor no salía ninguna lágrima.

Max era alto.
Pasé mucho tiempo acariciando su espalda de puntillas, y él inclinado.
Me dolían los pies, pero Max lo necesitaba.

Al pasar los minutos Max se separó y no dijo nada, sólo se alejó.

Y eso estaba bien, no me encontraba en condiciones para dar palabras de aliento.

Me aleje de las personas y solté el aire que había estado reteniendo.

Subí aquellas gradas.

Las mismas que subí corriendo el 5 de agosto.
A las 3:00am

Y me dirigí a su habitación.

Al entrar, miré que la cama estaba sin sábanas, ya que se habían llenado de sangre, y como veo Elena decidió limpiar todo.

Pobre.

Me dirigí a su armario.
Y saqué una blusa de ella, al azar.

La coloqué en mi nariz y pude respirar su olor.
Su perfume a vainilla, era un perfume que siempre me daba alergia, a ella igual pero le encantaba.

Y ahí, en ese preciso momento me permití llorarla, ahí, salieron las lágrimas, ahí caí en cuenta y sentí un gran vacío al saber que nunca más estaría Anna, conmigo.