5 de agosto.

D O S

Es increíble lo incompleta que te llegas a sentir por la falta de una persona.
Es increíble creer que todas esas promesas que haces con tus amigas de "Juntas hasta la muerte se puede llegar a cumplir cuando menos te lo esperas.
Es increíble, es increíble.

Hoy era el día, donde testigos irían a confesar, lo que vieron, lo que escucharon, lo que piensan.

Y era mi turno, Elena Blake había salido de aquella oficina llorando, pobre.

Entré tranquila, yo sabía exactamente lo que vi y lo que oí.

-Emma Andersson ¿Cierto?- Asentí - Soy la detective Wattson, y soy la que tomará el caso de Anna Blake.-

Ya me había sentado, ella buscaba un hoja, seguro para anotar lo que yo diría
Aunque, había una cámara a un costado de la detective y una grabadora en la mesa.

- Muy bien Emma, necesito que me digas que relación tienes con Anna, y que fue lo que escuchaste y viste el 5 de agosto-

Me aclaré la garganta.

- Me encontraba viendo una serie en Netflix, en ese momento, es donde vi la hora el reloj que marcaba las 2:35 de la madrugada- Miraba como la detective apuntaba rápido sobre aquella hoja- cada vez que pasaba algo, digo, un poco de acción en la serie, me emocionaba y le hacía un spam a Anna sobre lo que había pasado de la serie, al rato, me regañe a mi misma y me dije que era hora de dormir, me fijé en la hora y eran las tres en punto, ni un minuto más, mi un minuto menos, en ese momento, escuché un sonido estruendoso, vino del lado izquierdo, de la casa de los Blake, mi pensamiento instantáneo fue "Anna" salí de mi casa corriendo, había muchas personas mirando a la casa de los Blake, sin más entré, con nervios porque... podría haber estado el asesino ahí adentro y yo correría peligro, pero era mi segunda familia la que estaba ahí adentro, así que no me importaba, recuerdo haber subido aquellas gradas de dos en dos, hasta de tres en tres y cuando estuve arriba, no dudé en correr hacia la habitación de Anna, abrí la puerta rápidamente porque los gritos de la señora y el señor Blake eran estruendosos, la imagen que apareció ante mis ojos fue... horrible, ahí estaba Anna, con un agujero en la frente, una pistola en sus manos, ahí estaba, mi mejor amiga llena de sangre, y sus padres encima de ella, llorando, gritando. Los padres se dieron cuenta de mi presencia - Ella había dejado de escribir- y me abrazaron, luego recuerdo que vino la ambulancia y me sacó de ahí, sin más, no pude tocarla, no pude acercarme, no pude. - Una lágrima rodó por mi mejilla pero rápidamente la limpié

- Dime una cosa Emma, antes de eso, me refiero a el transcurso del día ¿La pasaste con ella? - Su voz era muy dulce.

- Sí, todos los días nos veíamos ¿Cómo no? Vivíamos muy muy cerca. Ella vino a mi casa, compramos helados, muchas películas, todas las vimos, la mayoría eran de terror, pero... se veía tranquila, la pasamos bien, por ahí a las ocho de la noche se miraba... inquieta, a cada minuto ella miraba el reloj, recuerdo haberle preguntado ¿Qué tenía? Pero ella sólo me sonreí y su respuesta siempre fue "Nada" a las nueve de la noche se fue muy spresurada, me dijo que tenía que practicar un canto porque su tutora de canto le había dejado una tarea, así que se fue, pero... ella no me había comentado nunca sobre una tutora de canto, así que no le creí.... además que Anna nunca había cantado bien, pero no me dejó preguntarle nada porque ya se había ido, de ahí, llegó a su casa y me escribió un "Ya llegué" y no se volvió a conectar en Whatsapp. -

- Y dime.... ¿Ella alguna vez dio señales de quererse...- Ella buscaba una palabra más bonita, aunque ninguna lo era así que terminé por ella.

- ¿Suicidar? Nunca, ella era una persona alegre, paciente, más bien, si yo hubiera estado en el lugar de ella, si estuviera muerta, no sería nada raro que digan que me suicide-

La detective no dijo nada por unos segundos.

- Entonces... a todo esto ¿Qué piensas?-

- La asesinaron, de eso no me cabe duda.- Dije con voz baja.

- Bien... muchas gracias por tu cooperación, cualquier información que tengamos o alguna duda sobre lo que dijiste, te llamaremos o iremos a tu casa- habló dando un pequeño golpe a la mesa.

Me levanté y me despedí dando una sonrisa con boca cerrada.

Al salir de aquella oficina miré a Elena, ella hizo un intento de sonreír, obvio no le funcionó.

Salí de aquel lugar y topé con Elijah.

Era mi ex.

Era un buen chico.
Su relación con Anna era muy buena, eran como hermanos.

Elijah tenía los ojos rojos.

- Emma, necesito hablar contigo-