Prólogo

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Yo no tuve una niñez como los demás niños de mi calle, me vi obligado a madurar rápidamente, mi mamá trabajaba como vendedora de mostrador en una tienda de cosméticos y mi papá era trailero de viajes nacionales, por esa misma razon yo tenia que cuidar a Alejandra mi hermana menor, para ese entonces yo tenía ocho años y ella tenía dos, en ese tiempo vivíamos en Ecatepec y cuando mi papá llegaba de su viaje solo era para discutir con mi mamá o conmigo, yo prefería salirme a la calle a jugar con mis amigos, entre todos ellos conocí a Monserrath una niña de ojos cafés y sonrisa encantadora tres años menor que yo, ella era hija de familia de clase media alta, todos los dias me buscaba lanzando piedritas a la ventana de mi casa, entonces yo salía y nos ibamos al terreno baldío que estaba cerca de nuestra calle, ibamos a atrapar insectos o simplemente veíamos las nubes pasar buscándoles parecidos con animales, ella fue mi primer amor, ese que por mas que pasaron los años no olvidé, ella fue como mi paño de lagrimas cuando mi papá me golpeaba o me quemaba.

      Él día que Ale murió mi papá había llegado del viaje y mi mamá aun no llegaba de trabajar. Solo recuerdo que me dormí con ella en la parte alta de una litera que teníamos y cuando desperté fue porque mi papá comenzó a gritar maldiciendome, mi hermana se cayó desde arriba y se quebró él cuello, desde entonces una vida infernal comenzó para mi. Mis papás se deprimieron mucho por lo sucedido, mi papá perdió él trabajo y se perdió en él alcohol, mi mamá tuvo que buscar otro trabajo para costearnos los gastos y pagar mis estudios, siempre que papá llegaba borracho me golpeaba y si mi mamá no estaba él abusaba de mi, es algo enfermo, pero tenía la costumbre de encender un cigarro y provocarme quemaduras en él pecho, pareciera que ver mi dolor y sufrimiento le provocaba placer.

Había veces en que Monse salía de su casa y se ponía a llorar, cuando la veía salía a hacerle compañía.

—Jadiel, ¿Porque mi mamá solo piensa en ella?¿No me quiere? —. Ella me miraba con sus ojos cristalizados.

—Si te quiere, solo que no sabe demostrarlo.
—¿Que te pasó en la cara? ¿De nuevo fue tu papá? —. Monse me miraba con sus ojos muy abiertos.

—Monse ¿Tu que quieres ser de grande?.
—Mmm... Quiero ser feliz ¿Y tu?.
—Yo voy a encargarme de que tu cumplas tu sueño dr ser feliz.

Monse y yo eramos inseparables hasta que un día fue la excepción, fui a buscarla a su casa y vi que un camión de mudanza recogía los muebles y pertenencias de su casa. Senti como mi mundo se venia abajo un dolor en mi pecho apareció, un dolor que se quedo ahí para recordarme que mi primer amor no volvería con él proximo invierno. Me dolió no poderme despedir de ella, pero sabía que adonde quiera que fuera ella estaría bien.

OSCURO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora