Illusions - Los Vengadores

Capítulo 1 |El Comienzo|

Dos años después de ese gran descubrimiento realizado por Allison, la pequeña Emma también lo logró descubrir por sí misma.

Un día la pequeña estaba sola en su habitación, su niñera estaba haciendo la cena, y su hermana y ella todavía no habían logrado mantener una sola conversación decente, así que no tenían una muy buena relación, ella decidió quedarse en su habitación por un rato, estaba viendo un programa para niños sobre animales, de los típicos que le enseñan a los niños los nombres y sonidos de cada animal, mientras que se encontraba acostada en la cama de su papá, de repente, en la pantalla salía un animal muy querido por la niña, una mariposa, esa pequeña las adoraba, su padre le contaba que su mamá solía contarle historias de mariposas cuando se encontraba en su vientre, y tenía un peluche de una mariposa, que le había dado su padre al nacer, su madre la tenía desde que se había quedado embarazada de aquella pequeña niña, así que, ese era su animal favorito desde que nació, le recordaba a su mamá, y aunque nunca la conoció realmente, se sentía con ella cuando estaba con ese peluche, o cuando su niñera les contaba ese cuento de las mariposas del paraíso, el cual era el mismo que su madre le contaba a Emma mientras esta se encontraba dentro de su vientre; mientras veía el programa, a su lado, en su cama, apareció una mariposa, pero no era como la de la televisión, era mucho más colorida que aquella vista anteriormente, y tenía algo especial, que ella no entendía, la intento tocar pero no pudo lograrlo, sus pequeñas manitas atravesaron a aquella mariposa como si no estuviese tocando nada, y nada estuviera allí en realidad; ella quería ver más, y de diferentes colores, para jugar con ellas, así que lo que deseó se hizo realidad, aparecieron más mariposas, y de distintos colores cada una, algunas hasta dejaban una estela de luz para entretener a la pequeña castaña, ella no entendía lo que estaba sucediendo, pero disfrutaba cada segundo, y no se cuestionó ni por un segundo la existencia de esas mariposas, luego empezó a saltar en la cama, intentando alcanzarlas, pero sin éxito en esto, sucedía lo mismo que le había pasado con la primera mariposa que había aparecido, la traspasaba, como si las mariposas estuviesen hechas de aire; mientras saltaba comenzó a hacer mucho ruido, así que la niñera la llamó

─¡Emma! ¿Qué haces? ─

─Sra. Caro, ¡mire esto! ─decía la pequeña mientras saltaba en la cama de su papá

─Ya voy cariño, déjame terminar de cocinar esto. ¡Allison, ve con tu hermana mientras yo terminó aquí por favor!

Ese comentario molestó un poco a Allison, la cual chateaba con sus amigas en ese momento y tuvo que parar de hacerlo para ir a cuidar a su hermanita, ella ya estaba entrada en la etapa de la adolescencia, por lo tanto no era fácil de tratar, pero seguía teniendo un amor incondicional por Caro ─Ugh.... ¡Ya voy Caro! ─dijo ella con un notante fastidio en su voz ─Yo no entiendo porque no puede dejar la cocina por un segundo para ver que quiere la niñita consentida ─esto lo dijo en voz baja y a regañadientes, pero igual gran parte fue escuchado por la niñera

─¿Qué dijiste Allison? ─dijo con un tono de voz poco utilizado por ella, pero últimamente necesario para la mayor de las niñas

─Emmm... que no sé que habrá hecho Emma ahora, ya vuelvo ─luego de decir esto, la mayor de las hermanas se acercó al cuarto de su Padre, y se asomó en la puerta para ver que estaba haciendo Emma, sin ella ser descubierta, para así poder agarrarla con las manos en la masa; pero lo que vio la impresionó, por primera vez, las mariposas que la habían acompañado en tantas noches de desespero y desolación, se encontraban de día, y en un momento en el cual su hermana estaba despierta y ella también las podía ver, por un segundo, ella sintió que todo su mundo iba en paz, se acercó a su hermana y junto a ella empezó a saltar en la cama para jugar con las mariposas, su hermana no entendió por qué de un segundo a otro Allison se encontraba de tan buen humor, pero no le hizo mucho caso y siguió jugando. Por primera vez para la mayor, esas mariposas tenían estelas de colores que dejaban al volar, pero como cada vez que ella las había visto, esas mariposas seguían sin poder ser tocadas.

Caro seguía escuchando los saltos en la cama incluso después de mandar a Allison, así que muy a su pesar, tuvo que dejar la comida mientras la cocinaba por unos segundos e ir a ver qué sucedía con aquellas niñas. Al llegar, lo único que pudo ver fue a dos niñas saltando y divirtiéndose, intentando agarrar ¿el aire?, esto le pareció muy extraño, sobre todo porque no era solo la pequeña, también la mayor de doce años, que seguía reclamando que ya no era una niña, estaba saltando como si lo fuera ─Cosas de niños y su imaginación supongo ─ pensó la señora

─¡Niñas no salten! Saben que a su papá no le gusta que hagan eso y pueden dañar la cama ─ellas se asustaron porque no se habían dado cuenta de que Caro las estaba viendo, y de inmediato se bajaron de la cama, esperando un regaño por parte de su niñera, pero la menor, quedo más extrañada, ya que con ese susto, todas las mariposas desaparecieron de golpe, su hermana mayor parecía más tranquila debido a lo sucedido, ya que para ella, era normal que las mariposas desaparecieran de su vista en un parpadeo, pero todavía se le hacía difícil creerlo del todo, sobre todo porque era la primera vez que su hermana estaba despierta cuando sucedía; la única explicación lógica que se le ocurrió era que esas mariposas de alguna manera eran producto de su hermana ─ ¡Y no lo vuelvan a hacer! ¡¿Entendido?! ─Gritó Caro molesta

─Entendido Sra. Caro ─dijeron las pequeñas al unísono

─ Bueno, ahora que pasó el regaño y todo, ¿Quién me ayuda a terminar de hacer la comida? ─dijo la ya pasada de años niñera

─ ¡Yo, yo! ─dijeron las niñas emocionadas. En ese momento a Allison se le había olvidado toda su fachada de la adolescente solitaria, y por algunos momentos había olvidado el rencor que le guardaba a su hermana, ese momento fue familiar, y es un recuerdo que Emma siempre guardaría como uno de los mejores días