Emma iba en el carro de los policías, siendo escoltada a casa, junto con otras tres chicas con las que casi nunca había hablado mientras permaneció en el reformatorio. Ella fue la primera a la que llevaron, Emma les dio las indicaciones precisas para que pudieran llegar lo más rápido posible, ella estaba ansiosa, demasiado, se sentía como una niña en la mañana de navidad, esperando abrir sus regalos, y el volver a su casa era el mejor regalo, y algo le decía que ese regalo mejoraría con la presencia de su hermana en el.
Al llegar a su casa se bajó del carro y uno de los policías le ayudó a bajar sus maletas, incluyendo su adorada guitarra que se encontraba en su estuche y por último se despidió de los policías agradeciéndoles por haberla llevado hasta su casa; en el rostro de Emma se podía ver la felicidad que tenía por volver, nadie había avisado a su padre, así que quizá la casa estaría sola, pero simplemente ver su casa, ya la volvía completamente feliz. En un intento de ver si había alguien en casa o no, ella toco el timbre, pero nadie atendió, lo volvió hacer pero esta vez dos veces seguidas, sabía que ni su padre ni su hermana abrirían a la primera, ella se iba a rendir y simplemente iba a entrar cuando no hubo respuesta de parte de nadie, pero para su sorpresa la puerta se abrió, y dejo ver a una castaña muy parecida a Emma, pero mayor que ella, vestida en pijama y con el pelo amarrado en un moño desarreglado en su cabeza.
─¡Emm!, ¿Esto es en serio? ─dijo la chica que se encontraba dentro de la casa, y se abrazaron como si no quisieran alejarse de la otra nunca más, fue un abrazo largo, y silencioso, pero no fue incómodo, en realidad fue cálido, algo que Emma esperaba volver a sentir algún día desde que su hermana se había ido a la universidad
─¿Cómo... Qué... Qué haces aquí? ─preguntó la mayor de las hermanas quien estaba en un estado de shock, ya que no esperaba verla hasta dentro de tres días
─¿Qué tal un Feliz cumpleaños Emma?
─¡Feliz cumpleaños, me alegra tanto que estés aquí! ─dijo aceptando por primera vez el sarcasmo de Emma ─Pero ¿Qué haces aquí?, se supone que llegarías dentro de 3 días
─Larga historia, ¿podemos pasar para que te la cuenta bien?, aquí afuera hace frío - dijo bromeando con su hermana como siempre lo hacía
─Pasa, pasa, me tienes que contar todo y lo sabes ─dijo la universitaria que seguía estudiando, pero había vuelto para poder ver a Emma cuando esta volviera a casa
Emma entró luego de su hermana, y fue abrumada por todos los sentimientos que tuvo, al ver que luego de un año, la casa seguía completamente igual, obviamente algunas cosas habían cambiado, pero aún así, era su casa; entró a su habitación, y recordó todas las veces que creó mariposas para poder dormir junto a su hermana, y le hizo feliz saber, que lo podría seguir haciendo de ahora en adelante, luego de ese momento nostálgico, ella dejó todas sus cosas en la habitación, y luego fue a la sala, donde se encontraba su hermana con dos cafés en las manos, y así como Emma le había dicho le empezó a contar todo desde su primer día y como de horrible eran las citas, hasta el alivio que fue la guitarra para ella, y el robo, que preocupó mucho a su hermana y del cual ella todavía Emma estaba muy confundida, pero no quería preocupar más a su hermana, así que no le comentó lo de su confusión.
─Por eso llegaste tres días antes, tiene sentido ahora, woh, pero ¿cómo pasó? ¿En serio no recuerdas nada? ─dijo la mayor que de alguna manera interrogaba a su pequeña hermana
─No lo sé, creo que fui la primera en desmayarme con el supuesto regalo que venía de tu parte. Ahora que lo pienso quizá fuiste tú que querías que viniera más rápido ─dijo ella en un tono serio para bromear con su hermana
─¡Emm yo nunca haría eso! ─dijo la castaña molesta por la suposición ella había tenido, y Emma soltó una carcajada
─¡Debiste ver tu cara! ─dijo ella en una voz que casi no se pudo entender debido a que no paraba de reír, pero Ally ya tenía experiencia en esos casos y la entendió sin problema
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Illusions - Los Vengadores
Fantastique[Historia completa] -Una historia inspirada en Los Vengadores de Marvel- Dicen que después de la tormenta sale el sol... Yo tuve que pasar una gran tormenta, para tan solo ver un pequeño rayo de sol. Mi vida no es a lo que se le suele llamar un mund...