Capítulo 52 |La Batalla Final|

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Apenas desapareció a todos pude sentir la angustia recorrer todo mi cuerpo, todo había sido mentira, lo sé, conozco las estrategias de Damien, lo conozco, nos hizo pensar lo que él quería que pensáramos todo este tiempo

—Eres un... —dije pero él mismo me interrumpió

—Lo sé, lo sé, soy increíble, la verdad es que vine aquí solo, estaban peleando con... la nada básicamente, seguro estarán pensando ¿Cómo lo hiciste si las ilusiones no pueden ser tocadas? —dijo lo último en un tono más agudo —Fácil, consumí todos los sueros que poseía hasta el momento, por lo que entre ellos se apoyan y hacen que cada uno posea un poder inmenso, así que, aquí no hay nada que hayan visto antes, o mejor dicho, es todo lo que han visto antes, sólo que... mil veces mejor —dijo mostrando sus dientes en una sonrisa tenebrosa que no demostraba ni una pizca de felicidad, sino maldad y satisfacción.

Steve se había levantado mientras él hablaba y todos nos encontrábamos uno al lado del otro escuchando todo lo que decía Damien estupefactos.

—Damien... —dije sonriendo —No vas a conseguir el último suero —Luego de ello corrí hacia él, encendí mi visión, y comencé a lanzarle esferas de energía que al impactar contra él se destruían, pero valía la pena verlo sufrir por ello. Al verme reaccionar de esa manera, el resto de vengadores hizo lo mismo, empezaron a atacarle de manera efusiva, pero a los pocos segundos él con un simple movimiento de brazo nos hizo caer a todos, dejando a Tony de pie.

—¿Sabes? Siempre supe que no eras un total idiota, pero me sorprende el nivel al que has llegado

—Oye, "Ironman" —dijo con un tono de fastidio en su voz —Déjalo así, puedo con ustedes, ya lo ves, ríndete por ellos

—Somos una familia, y a la familia nunca se le abandona, así me tenga que sacrificar por ellos, lo haré —le dijo Tony a Damien.

Mientras que ellos hablaban aproveché para escabullirme en busca del suero, avisándole a Nath antes de irme.

Caminé por todas partes en busca de algo que llamara mi atención lo suficiente como para que fuese el escondite del suero, pero no había nada, caminé y caminé, hasta casi perderme en ese gran terreno de piedra y césped, cuando de repente una luz empezó a brillar debajo del suelo, captando mi atención inmediatamente, utilicé mis manos y en algunas ocasiones mis poderes para poder encontrarlo, y luego de excavar por unos segundos... lo vi, ahí estaba, el suero del poder, uno de los más temidos, y él único que podría usar Damien para derrotarnos totalmente, lo tenía ante mis ojos, enterrado entre rocas y tierra. Cuando estuve a punto de agarrarlo una mano me tomó por el estómago y me levantó de golpe colocándome sobre su hombro unos segundos, reconocí quién lo había hecho al ver el color de su piel rojiza. Damien.

A los pocos segundos me bajó Y me dejó en el suelo, y al hacerlo pude ver lo que contenía en su mano, el suero

—Damien —dije suavemente

—Emma, gracias, no podía haberlo hecho sin ti

—¿De qué hablas?

—¿No te das cuenta? He estado jugando contigo todo este tiempo... —dijo como esperando a que yo entendiera, cosa que obviamente no hice —Aaaah, no lo sabes... —dijo caminando de un lado a otro –Tu eres aún más especial; cuando están cerca de ti los sueros brillan, míralo —dijo acercando el suero hacia mi, y luego alejándolo. Era verdad, cuando el suero estaba cerca de mi era como si se encendiera, y luego cuando lo alejaba dejaba de brillar, por eso no lo había encontrado antes —El suero de Seattle fue sencillo de encontrar por unos viejos cuentos de mi abuelo, el de Tenesse no fue tan fácil, pero luego de extorsionar a algunas personas lo encontré, luego llegué a Suiza, y estuve a punto de rendirme, hasta que entraste tú a la casa, y él suero se iluminó dibujándome el camino en el sótano, sólo que ahí no lo supe, fue algo que simplemente sucedió; luego está África, donde tú me guiaste a él a través de mi realidad falsa, en realidad no lo habia hecho con ese objetivo, pero cuando entraste en el tunel se iluminó por completo, sólo que obviamente nunca lo supiste —Al escuchar todo eso, yo simplemente me sente en el suelo de una manera inconsciente, y sin poder decir ni una palabra —Y ahí fue donde me di cuenta que realmente te necesitaba para encontrar el último suero en este desastre de terreno, por ello te amenace con la vida de tu novio, aunque debo decir que hiciste algo muy inesperado, igual me sirvió. ¿Quién crees que mando la alerta de que "Damien se encontraba en Venezuela"? El resto te lo dejé a ti, pensé que si resultaban inteligente sabrías que estaría aquí y al parecer si lo hiciste, lo demás es historia, unas ilusiones por aquí, falsas realidades por allá, todo con el objetivo de distraer a tu equipo, aunque debo de admitir que tardaste bastante en encontrarlo, estaba seguro que ibas a ir directamente en mi contra —Terminó de hablar, y sentí como si me echaran un balde de agua fría en la cabeza, todo lo que había sucedido, todas aquellas cosas que había intentado evitar, hubiese sido posible hacerlo si tan sólo yo no hubiese sido parte de todas las misiones... soy la culpable de que Damien tenga todos los sueros —No, no quiero que te sientas culpable, no sabías lo que hacías —dijo Damien, como si tuviese el derecho de consolarme, colocó una mano en mi hombro, pero al parecer el contacto le quemó o algo porque quitó su mano inmediatamente

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