Capítulo 2 |El descubrimiento|

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3 años después de esos sucesos, ya la pequeña de las hermanas lograba realizar esas ilusiones por decisión propia, solo que ella creía que al crearlos estos eran reales, sea lo que sea que ella creaba, desde un caracol, hasta una persona, aunque eran ilusiones, ella pensaba que eran reales, y que cuando desaparecían, era porque escapaban y ella nunca los lograba detener, o algo parecido.

Ella había descubierto esto que podía hacer 2 años antes, mientras veía un programa de magia para niños.

2 años antes

Emma estaba viendo un programa de magia que pasaban en la televisión, y como cada niña, ella mientras veía lo que las chicas hacían, intentó crear cosas y lanzar hechizos al igual que ellas, solo que ella al hacerlo, no le sucedió como cada niña que nada salió de sus manos, al contrario; de su mano se pudo ver una especie de humo morado que creó una mariposa de la nada, una de las tantas que había visto su hermana cada vez que ella dormía, esta se sorprendió tanto por lo que había logrado que gritó para que todos lo supieran ─¡Soy como la chica de la televisión! ─

Caro escuchó esto y se acercó a la niña, al llegar a la habitación de Emma, pudo ver que ella estaba viendo un programa de magia, y que la pequeña tenía la mano abierta como si estuviera haciendo magia, ella se hizo la asombrada, como si viera lo que ella creó, ya que ante sus ojos, la niña solo tenía la mano estirada, y de sus dedos no salía ninguna mariposa

─Wooh Emma, eres una maga como ellas.

─ Siii lo soy Caro ─dijo la pequeña mientras veía como esa mariposa que controlaba con su mano podía mover sus alas, y ella hacía que se moviera por todo el lugar

Lamentablemente meses después de que ella descubriera lo que podía lograr, sucedió algo que a las hermanas les afectó demasiado

Meses después

Caro estaba saliendo de la casa, ya el padre de las niñas había llegado y su turno había terminado, era de noche, pero para ella era costumbre salir tan tarde de la casa de sus amadas muñecas de porcelana; esa noche, ella tuvo un mal presentimiento antes de salir, pero decidió ignorarlo y salió igualmente. Mientras iba caminando por la calle pensaba en que otras cosas podía hacer para que esas pequeñas se llevaran mejor, entendía la situación por la que pasaba Allison, pero sabía que se iban a necesitar la una a la otra, y que ella no estaría para protegerlas siempre, esa señora ya contaba con 70 años de edad, y sabía que de alguna manera, su tiempo se estaba acabando.

Estaba como a una cuadra lejos de la casa de las niñas, cuando de repente, sintió algo frió que tocaba su nuca, y quedó paralizada, como si hubiera visto a un fantasma.

─ Deme todo lo que tenga y levante las manos, créame, no tengo miedo a disparar ─La Señora se fue volteando lentamente, ella no llevaba mucho, pero en sus principios no estaba de ninguna manera darle alguna de sus posesiones a un cualquiera como ese

─Y créeme yo no le temo a la muerte, llevo preparada para eso mucho tiempo chico ─Ella al voltearse completamente, pudo ver a un hombre robusto, que no ocultaba su cara, pero si la apuntaba con un arma directamente al pecho

─Señora solo deme el bolso y los dos nos iremos pacíficamente de aquí.

─¿No estás cansado de esta vida?, puedes conseguir trabajo, dinero, no le daré mis cosas a un cualquiera como a usted ─dijo Caro, con una postura muy valiente, aunque por dentro de ese caparazón que mostraba, estaba muerta de miedo

─Miré señora....- dijo el robusto mientras cargaba el arma ─no estoy para juegos, la cartera o... ─Él fue interrumpido por un grito que venía de lejos

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