Narra ¿?
Hoy, el último día de clase, el día del baile escolar. Estoy en mi cuarto debatiéndome entre ir o no ir, no es que yo sea mala en la escuela o tenga miedo de ir al baile, o algo así, en realidad soy muy buena, pero no tengo muchos amigos y tampoco estoy muy emocionada por empezar la solitaria caminata a través de ese enorme salón.
Tengo esta "reputación" que me ha dejado sola gran parte de mi vida; la mayoría diría que tengo un desorden mental, o "enfermedad", incluso mi papá lo pensó en su momento, pero desde que mi padre me llevó a ese horrible lugar, los rumores aumentaron, y la verdad es que yo... espera, que tonta soy, si te voy a contar quién soy deberías conocerme desde el principio, déjame contarte mi "rara" existencia.
Todo empezó cuando nací, sí hace tiempo ya, no es que haya nacido con una enfermedad, en realidad fui una niña muy sana, porque, de haber sido una enfermedad aunque sea mi papá sabría por qué la tengo, y alguno de mis padres serían como yo, o por lo menos entenderían por lo que estoy pasando... pero bueno, me dejare de tonterías, la historia empieza así:
Narrador Omnisciente
Fue el 11 de Abril, el día en el que Emma Hale y Benjamín Thompson fueron al hospital para que la Sra. Hale diera a luz a su segunda hija, (es decir, yo); la primera hija de ese matrimonio tenía 6 años, fue nombrada Allison, era una pequeña hermosa, de cabellos de color castaño, al igual que su madre, ojos color verdes como su padre, y su cuerpo se veía pequeño y de alguna manera frágil, como si se tratara de algún adorno de cristal; ella era muy protegida por sus padres ya que para ellos ella era su pequeña muñeca de porcelana. A aquella castaña la dejaron al cargo de su abuela materna, al menos hasta que su hermana naciera, luego ambas irían al hospital a ver a su nueva hermanita.
El parto tuvo complicaciones, por lo tanto, al nacer la segunda hija de ese matrimonio, su madre, falleció; ese día fue gris para la familia, excepto para esa pequeña niña, que no entendía nada y que era la luz entre todas las tinieblas. Ella nació sana, y hermosa, una niña que medía 49 cm, y pesaba 3 kilos, tenía los ojos color avellana, como los de su madre, y la nariz y boca de su padre, su color de piel era muy claro, y su cabello era ondulado y castaño, igual al de su fallecida madre; aún entre toda la oscuridad de la muerte, la sonrisa de esa pequeña niña, estando en la sala neonatal, pudo dar una luz a todos. Su padre le dio el mismo nombre que el de su madre, Emma, debido a que le recordaba mucho a su amada, y antes no había podido discutir con ella su nombre, así que le pareció correcto ponerle un nombre tan hermoso y especial para él como aquel que solía llevar su chica.
Esa mismo noche su nueva hija fue llevada a casa, ya que no había nada de qué preocuparse por ella; pasaron los días y el padre de la niña entre su trabajo y la bebé no tenía tiempo de llorar la pérdida de su amada; en cambio la pequeña hermana de esa bebé, Allison, la odiaba, pensaba que la muerte de su madre era culpa de su hermana, para su mala suerte, la bebé nunca estaba sola, si no estaba su papá, estaba la niñera, así que nunca lograba hacerle nada, pero le seguía guardando rencor, ella no sabía que no era culpa de la bebé, pero eso no lo iba a entender nunca a tan corta edad.
Pasaron los años y las cosas seguían igual, el Padre trabajaba y ellas se quedaban con su niñera la Sra. Carolina Curtis a la que le tenían mucho cariño, ella era una señora de muchos años ya, pero era muy amigable y amorosa, y le había agarrado mucho afecto a esas niñas, ellas veían a su niñera como a una mamá, y Carolina, o Caro como las pequeñas le decían, las veía a ellas como a sus hijas, aunque no lo fueran de sangre.
La señora Caro nunca tuvo hijos, fue una cosa la cual se arrepintió de no haber hecho, por lo tanto esas pequeñas niñas eran más importantes para ella de lo que cualquiera pudiera pensar.
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Illusions - Los Vengadores
Paranormal[Historia completa] -Una historia inspirada en Los Vengadores de Marvel- Dicen que después de la tormenta sale el sol... Yo tuve que pasar una gran tormenta, para tan solo ver un pequeño rayo de sol. Mi vida no es a lo que se le suele llamar un mund...