En una pose amenazante abrí la puerta antes de que dieran otro golpe, y lo que vi del otro lado, definitivamente era algo que no me esperaba.
─Por fin abre señorita Thompson ─dijo un hombre alto y moreno, se notaba que ya tenía algunos años encima, pero no demasiados, debe tener entre cincuenta y cincuenta cinco años. Tenía la apariencia de ser alguien muy importante, al ver su cara pude notar que tenía por alguna razón un parche en el ojo; iba vestido completamente de negro, como si fuese a algún funeral o algo parecido. Detrás de él se encontraban 6 hombres, tres de cada lado, que se veían como agentes del FBI o alguna agencia importante ─Oh, créeme, no vas a necesitar eso ─dijo el hombre refiriéndose al cuchillo. Bajé el brazo, pero no dejé el arma, no sabía lo que podía pasar, aunque 7 hombres contra mí, no era una escena que quisiera vivir ─¿No hablas? ─dijo bromeando al ver que no movía un músculo, además de la mano que sostenía el cuchillo
─Claro que hablo ─dije, me estaba limitando a responder corta y directamente a ese hombre, además, no podía hablar francamente mientras me encontraba analizando mis diferentes formas de escape ─¿Usted quién es? ─con esa pregunta intenté empezar algún tipo de interrogatorio al hombre, pero este era muy inteligente
─¿No sabes quién soy pequeña? ─dijo el hombre intentando suavizar la situación pero logrando exactamente lo contrario, ya que esa última palabra me afectó, e inmediatamente, en un movimiento imperceptible levanté mi cuchillo hasta su cuello, obteniendo como resultado que todos los hombres que lo acompañaban se alteraran ─Calma chicos ─dijo esto sonriendo y con un tono de voz calmado, a lo que hasta yo me extrañé, pero continúe con mi pose amenazante
─El único con derecho a decirme pequeña era mi padre, así que con todo respeto, no vuelva a decirme así ─Luego baje el cuchillo con una gran agilidad, y lo deje en una mesa cercana a la puerta ─Y respondiendo a su pregunta, no, no sé quién es usted ─dije ocultando todo el miedo que tenía ante la reacción que podría tener como consecuencia de mis acciones; aunque, a pesar de todo algo de ese hombre me daba confianza, pero no sabía qué, simplemente lo sentía.
─Tienes agallas Emma ─dijo el hombre sin quitar la sonrisa de su cara, yo quedé anonadada.
─¿Cómo sabe mi nombre?
Él quedó en silencio por algunos segundos, finalmente suspiró y empezó a hablar ─Era amigo de tu madre... te hemos estado vigilando desde su muerte, a ti y a tu hermana, perdimos el contacto con los hombres que se encontraban aquí hace unos meses, lo hemos retomado hace poco, pero no recordaba tu cabello tan... morado ─dijo el hombre agarrando un mechón de mi pelo, a lo que yo reaccione apartando su mano
─Emmm sí, yo... me, me lo pinte -intenté ocultar el pequeño detalle de mis poderes, no los conozco, no les puedo decir simplemente "Hey tengo poderes ¿qué tal?" ─¿Por qué nos vigilan? ¿Qué quieren de mí? ¿Quiénes son? -Quería poder entender todo, y no estar en el limbo, por lo cual empecé a hacer tantas preguntas
─Demasiadas preguntas, y no creo que sea prudente responderlas aquí afuera, ¿podemos pasar? ─el hombre estaba intentando ganarse mi confianza, la confianza de la chica que apenas hace unos meses se había convertido en una "adulta" por así decirlo, y que en realidad no quería serlo.
─Sólo usted ─dije sabiendo que si entraban todos se me iba a ser más difícil mantenerme calmada
─Okey, es algo justo. Señores quédense aquí, y traten de no llamar mucho la atención ─dijo él hablándole directamente a sus guardias, para luego entrar a la casa
─¿Va a responder mis preguntas? ─dije yendo directo a lo que quería, respuestas, sobre todo lo que me sucedía, si es que él sabía, mientras que el hombre se encontraba detallando cada rincón de mi casa con la mirada
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Illusions - Los Vengadores
Paranormal[Historia completa] -Una historia inspirada en Los Vengadores de Marvel- Dicen que después de la tormenta sale el sol... Yo tuve que pasar una gran tormenta, para tan solo ver un pequeño rayo de sol. Mi vida no es a lo que se le suele llamar un mund...