Capítulo 3 |La locura llega a la casa Thompson|

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Emma - 15 años

Hace cuatro años y medio que la relación de las hermanas mejoró más de lo que cualquiera pudiera pensar, se habían convertido en las hermanas inseparables que cualquiera sueña con tener, cada cosa que sucedía se la contaban a la otra. Pero desde que su hermana cumplió los 18 y salió de la escuela, ya no hablaban tanto, ya que su hermana se encontraba en la universidad, y se había mudado algo lejos, por lo tanto no tenía mucho tiempo, pero Emma lo entendía; hablaban todos los viernes y cada vez que lo hacían ella lo disfrutaba mucho.

Pero no todo era un mundo color de rosas, sobre todo para Emma, ya estaba en la adolescencia, y sus poderes estaban mejor que nunca, durante todos los años que habían pasado desde que descubrió que tenía poderes de ilusión, nunca había parado de practicar, siempre estaba haciendo algo con ellos, ya sea simplemente haciendo figuras en el techo antes de dormir, o jugando e intentando levantar cosas, aunque esto último le costaba más que crear ilusiones, pero últimamente se había vuelto mejor en eso de la telequinesis, sin embargo no lo usaba mucho ya que esto la cansaba; sus poderes seguían siendo algo débiles, pero no le importaba, no era algo que necesitara utilizar, de momento, pero le servían, se sentía especial y única, y le permitía hacer muchas cosas que los normis (como su hermana y ella les decían a los que no tenían poderes y no podían ver los de ella) no podían hacer.

El problema inició al cambiar de escuela siendo adolescente, cuando era niña, las cosas que hacía como hablar sola, mirar a la nada, o abrir la mano moverla y verla como si estuviese sosteniendo algo, todas esas cosas, se pensaba que era la imaginación de la pequeña, como cualquier niño que se cree superhéroe, y que cuando creciera ya no haría esas cosas, como cualquier persona normal. Pero Emma no era ninguna normi. Así que cuando entro en la escuela, ya siendo una adolescente todos empezaron a molestarla y a burlarse de ella, ya que cuando estaba aburrida creaba las ilusiones, pero para su mala suerte, solo ella lograba verlos, a pesar de que pensara que los demás si podrían verlo así como su hermana. Es por ello que desde el principio de su adolescencia, quiso mostrarles a todos las cosas que podía hacer, pero como solo ella lo veía, pensaron que estaba loca, o que tenía alguna enfermedad rara, por ello los niños siempre la molestaban, hasta llegar al punto de que los maestros tuvieron que llamar al padre de Emma y contarle; cuando este se entero, lo primero que hizo fue anotar a su hija en un psicólogo, Emma se negó rotundamente, pero no había nada que pudiese hacer.

─ Papá, ya te dije que no quiero ir, no estoy loca ─dijo la castaña

─Bueno, el colegio dice que tienes que ir, y yo me la paso todo el día en el trabajo para poder pagar la casa, el colegio y la universidad de tu hermana, así que no tengo tiempo para estas cosas, además no te cuesta nada ir y hablar con esa señora, no todos los que van al psicólogo están locos ─dijo su padre, que poco a poco iba perdiendo la paciencia.

─Es una tontería, solo hablo con esa señora y ya, es inútil, no entiendo para qué me llevas ─dice su hija que ya estaba molesta, no entendía por qué pensaban que ella estaba loca, si su hermana podía ver las ilusiones que creaba.

─Mira, es lo que pidió el colegio, así que déjate de tonterías de la adolescencia y simplemente ve ¿sí?, hazlo por mí chiquita.

─ Está bien, pero no estoy loca.

─Y yo te creo hija ─dijo el padre besando la mano de su hija

Al llegar al psicólogo, Emma llegó de mala gana, y simplemente se sentó y no dijo nada mientras su padre y la psicóloga hablaban sobre algo que ella no alcanzó a escuchar. La psicóloga era una señora de unos 25-30 años según lo que la adolescente veía, era linda, tenía el pelo amarrado en un moño, su cabello era amarillo e iba vestida muy elegante, y se notaba que a su padre le llamaba la atención. Luego de que su padre se fuera, la psicóloga empezó a hablar con la castaña

Illusions - Los Vengadores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora