Anya despertó con la respiración agitada, pero se sentía extraña... Cómo si sus pulmones no recibieran aire ¡Es que no lo recibían! Ahí no había aire, no había nada.
Se sentó y se sintió... Libre. Cuando bajó la mirada un poco vio sus pechos sin cubrir, sin siquiera un sujetador, después vio entre sus piernas a su monte de Venus también desnudo, sin nada que le cubriera. Estaba desnudo y se sentía bien de estarlo... Solo le faltaba algo para sentirse perfecta.
Klaus diciéndole que era una belleza, que le amaba ¿Dónde estaba Klaus?
¿En qué momento aparecería él para abrazarla? Para decirle que todo estaría bien ¿Dónde estaba Ángela? Debía alimentarla ¡Su bebé tendría hipoglucemia si no la alimentaba! ¡Klaus! ¿Dónde estaba?
«¿Dónde estoy?» se preguntó Anya. No recordaba... Recordaba el haberse levantado esa mañana, siendo abrazada por Klaus, después él se ofreció a alimentar a Ángela para que ella pudiera dormir un poco más.
Trató de levantarse del suelo, pero no pudo, trató de moverse y fue cuando lo escuchó; era el tintineo de unas cadenas. Bajó la mirada, ahora hacia sus pies desnudos y lo vio ¡Estaba encadenada!
—Tía Anya... —Escuchó la voz de Chris cerca y trató de seguirla... No fue difícil en realidad. Lo encontró a unos cuantos metros de distancia y como ella, él también estaba desnudo y con los pies encadenados, también sujetaba a cierta bonita rubia desnuda que estaba hecha un ovillo y sangraba. —Tía...
Anya solo pudo ver a Rachel, estaba tirada en el suelo, abrazada a ella misma, con la espalda y las piernas cubiertas de raspones que hacían dar la ilusión de que había sido azotada con brutalidad. Lucía peor que antes, su cabello dorado parecía gris y marrón en algunos lugares, también estaba encadenada.
Anya no la había visto encadenada cuando... La visitó temporalmente.
—Rachel... —Anya se arrastró para alcanzarle, pero soltó un grito de dolor cuando los grilletes de las cadenas parecieron encajársele en la piel.
—No te muevas... —Pidió Rachel en voz baja. —Cuando te mueves ellas se aferran a ti...
—¿Cuándo te las pusieron? —«Klaus... ¿Dónde estás? ¡Te necesito!»
—Siempre han estado... —Rachel... La dulce Rachel que tanto le advirtió parecía ser la que peor lo pasaba, además de que Rachel solo se equivocó en enamorarse. No solo Rachel sufría, Caroline afirmaba que Alaric se estaba volviendo loco sin ella. —No es la es la peor parte del castigo.
Y es que, para Rachel, su castigo no estaba en la tortura de tener que dejar las piernas quietas para que los grilletes no se le encajaran, tampoco estaba en los golpes que manos invisibles le daban una vez al día... Su castigo estaba en no ver a Alaric.
Alaric... Cuánto le extrañaba, deseaba volver con él, deseaba ver a Lizzie y a Josie, deseaba poder tener un último momento a su lado... Solo eso.
—¿Que te han hecho? —Chris podía abrazar a Rachel solo porque él estaba más cerca de ella y, aun así, sus tobillos sangraban un poco.
—Una vez al día vienen los golpes... Sanará en un par de horas, solo necesito dormir. —Rachel se veía tan cansada... Incluso parecía babear y no molestarse por ello.
—Yo no los vi cuando estuve aquí. —Se iría de ahí, lo sabía, Klaus y ella volverían a estar juntos.
Ella aprendería a usar los cubiertos y sería ella quien le alimentara a él... O se alimentarían mutuamente mientras Ángela veía y se comía su papilla, cubriendo su rostro de comida.
Hope llegaría, vería a su hermana cubierta de comida y se encargaría de limpiarla, claro, después de hacerle algún comentario divertido a su padre y a su madrastra.
Esa era la vida que Anya quería y la tendría en cuanto saliera de ese lugar.
—Rachel, lo siento tanto... —Jadeó Anya. Quiso arrastrarse a su amiga para abrazarla, pero los grilletes hicieron su trabajo y se le encajaron en la piel fina, haciéndola aullar de dolor. —¡Klaus! —¿Dónde estaba él? ¿Cuándo lo vería?
Chris, que ya había entendido la situación gracias a la corta explicación que le dio Rachel, se sintió mal por Anya que seguía teniendo esperanzas.
Él deseaba poder tener esperanzas, deseaba poder volver con Lucifer y su hijo... Deseaba poder tener un bote enorme en el cual zarparía con ellos y viajarían por el mundo.
Deseaba verla vestida de blanco y que su hijo arrojara pétalos de flores en la entrada de una iglesia.
Pero no...
—Anya... —Rachel jadeó viendo a su amiga ¿Cómo es que después de todo eso continuaba con esa mirada de luz? Cómo si aún viera bien en el mundo cuando el creador del bien la había enviado a ese lugar maldito. —Es una celda... No podemos salir de aquí, es una condena.
Pero Anya estuvo ahí y salió, sintió que había bebido ácido al despertar, pero lo logró.
—¿Por qué ahora estás golpeada? —Preguntó Anya, sintiendo compasión por su amiga... Cómo deseaba el poder enviarla con Alaric.
Podría con el poder de ser reina de vuelta, pero no lo quería, ese poder era una tragedia, mientras el amor de Klaus era su claridad.
—Llegaste antes de mis azotes de ese día... —Contestó Rachel, apretando los muslos.
Ninguno sentía pudor de estar desnudo, no había razón para tenerlo.
—¿Por qué ahora tienes cadenas? —Anya no habló con nadie de su encuentro con Rachel, a nadie le haría bien, le daría a Alaric falsas esperanzas de poder llevarla de vuelta a la tierra y en Mason solo crearía un dolor del pasado ¿Cuándo Mason se fijaría en otra mujer?
Bueno... Fuera la que fuera, sería afortunada.
Anya se quedó con el recuerdo de su visita a Rachel y lo recordaba todo, no tenía cadenas esa vez.
—Esa vez no podías verlas... —Contestó Rachel con voz rota y de los ojos de Chris, las lágrimas comenzaron a salir.
—¿Por qué ahora sí puedo? —Anya sintió miedo y el ver los hermosos ojos azules de Chris apagados y húmedos no le ayudó. —¿Por qué tenemos cadenas?
—Porque ahora estás atrapada conmigo... —Gimió Rachel y al fin se dejó caer en un extraño suelo que le repondría solo para tener que soportar otra golpiza mañana.
—Es que no vamos a salir de aquí, tía Anya... —Siguió Chris y ahora, también Anya lloraba. —Es porque...
—Estamos muertos. —Completó Anya y se echó al suelo a llorar, sin importarle los grilletes porque el dolor en su pecho era mayor que el de sus pies.
No habría más Klaus despertándola con besos.
No habría más Klaus alimentándola.
No habría más Klaus haciéndole el amor.
No habría más Ángela en su vida.
No habría más historia de amor entre un hombre que se cree demonio y su dulce ángel convertido en ángel caído.
No habría nada.
Cuando Anya perdió toda esperanza, en su cabeza explotó lo último que escuchó antes de morir y no era la voz de Klaus suplicándole no dejarle, era otra voz... Una voz que solo se podía describir como "angelical" que le decía palabras dulces.
«Todo va a estar bien» le prometió y Anya no le creyó.
Pero en la tierra ocurría algo... Algo que les daba sentido a esas palabras, también a las últimas palabras que Anya dijo antes de irse.
Una promesa...
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Fallen Angel {Klaus Mikaelson}
FanfictionDios es capaz de un gran amor, pero también de una gran ira. Klaus Mikaelson logró sobrevivir a ser separado de su hija gracias a una chica, una chica a la cual ama con pasión y dulzura. Los problemas no se hacen esperar, la guerra de los ángeles ha...