Fallen Angel {Klaus Mikaelson}

19

Miguel se acercó a Elijah, levantó su mano y le dio dos suaves golpes en el rostro, aunque el noble seguía aferrando a Cathy a su cuerpo como si fuera el oxígeno que necesitaría si fuera humano.

—Eres tierno cuando proteges a tu familia. He notado eso de ti, Elijah. —Le dijo en voz dulce, como si le diera realmente ternura ¡Es que Elijah es adorable!

—No la quiero perder. —Comenzó Elijah en tono suplicante y Cathy para que Elijah dejara de aferrarse con tanta fuerza a ella dio media vuelta y lo abrazo, su corazón estaba derretido porque ¡Elijah la amaba! En verdad la amaba y ella... Lo amaba. —No a ella.

Miguel levantó una ceja, como si le hiciera gracia la petición de Elijah y el noble se sintió ofendido. Nadie intervenía, Klaus solo veía y... ¿Por qué él iba a intervenir? No había nada que pudiera hacer.

Pero Elijah lucharía con uñas y dientes para proteger a Cathy.

—Es curioso... —Miguel cruzó los brazos y ahora él era quien lucía ofendido. Volteó a ver a Anya, que lucía diferente, muy diferente, humana. —A ellos les prometí a una vida normal. —Después señaló a Chris y Lucifer. —Y ella... Bueno, todos merecen amor verdadero. —Por último, dejó a los ángeles, que no sabían que hacer o decir, solo se fijaban en Rachel, cuyas heridas comenzaron a cerrar y al fin se sintió menos... Basura. —Les voy a devolver la oportunidad de elegir ¿Crees que te voy a quitar al amor de tu vida solo porque sí? ¡Elijah! Creí que eras más listo.

—Eso dijo. —Se quejó Elijah. Miguel pareció ignorarlo, se acercó a él y de forma muy atrevida le metió la mano en el interior del abrigo, en el bolsillo donde guardaba su teléfono y después lo sacó sin decir palabra. —¿Qué hace? —Y seguía sin soltar a Cathy, no comprendió cómo fue que le pudo sacar el teléfono con tanta facilidad.

Miguel comenzó a teclear y más preguntas llegaron a la cabeza de Elijah ¿Como adivinó la contraseña?

—Uh, amo estás cosas, es como un vínculo mental, pero sin besos. —Afirmó Miguel más que encantado, terminó de teclear y se acercó a Rachel, le apartó el rubio cabello del rostro y le colocó el teléfono en el oído. —Saluda, hermana. —Pidió con voz amable.

Rachel lo vio extrañada, no entendía... Hasta que la voz salió de la bocina:

—Elijah, no es un buen momento, estoy ocupado. —Su voz, era su voz ¡Por dios! Era...

—¡Alaric! —Gritó Rachel tomando el teléfono de las manos de Miguel. A pesar de todos los kilómetros de distancia, Rachel pudo sentir la emoción del hombre, aunque creía que se trataba de un mal chiste. Las lágrimas comenzaron a salir por montones de los grises ojos de la rubia. —Soy real ¡Aquí estoy!

—Rachel... —La forma en que Alaric dijo su nombre fue como un suspiro y Rachel sintió que era la primera vez que la llamaba y nunca había sido tan feliz. Podía pasar por todas las torturas una vez más con tal de revivir ese momento. —¡Voy por ti ya mismo!

Miguel los dejó hablar y volvió su vista hacia Cathy y Elijah, mientras Rachel lloraba de la felicidad pues podría volver con Alaric.

—Hice tantas cosas ¿Y crees que te voy a quitar a Cathy? ¡Por favor! —Se acercó a Elijah y colocó sus manos sobre las de él, así que Cathy tenía 4 manos sobre su cintura. Elijah hizo su agarre más fuerte y Cathy tosió. —Elijah, es inmortal, pero no exageres. Si la dejas inconsciente no voy a poder terminar de explicar. —Elijah maldijo en voz alta, pero soltó a Cathy y ella logró tomar el aire que el original le había quitado. —Si, Cathy, quiero que seas la reina de los ángeles. —Elijah gruñó en voz baja y Miguel rodó los ojos. —Pero la reina necesita al rey y quiero que tú seas el rey, Elijah. Ofrezco convertir a Cathy totalmente en ángel, pero a ti te convertiré también en uno.