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La empatía... La capacidad de sentir lo que alguien más siente.

Klaus y Lucifer sentían dolor, un dolor que parecía desgarrarles desde la garganta hasta la boca del estómago, que les impedía moverse para algo que no fuera abrazar los cuerpos sin vida de Anya y Chris.

Nada, no importa cuánto les sacudieran, cuánto les suplicaran volver... No había nada.

Y empatía, todos los que seguían estáticos sentían el dolor de los dos, irradiaban pena y sufrimiento, deseos de morir y llegar con ellos, sin importarle dejar en la tierra a un par de recién nacidos. Ángel y Ángela no estarían solos, tendrían a sus tíos para cuidarlos y Ángel tendría a su a abuelo cuando "papá" se fuera.

Pero no, ellos seguían en la tierra y ellos ahí arriba.

Los dos bebés comenzaron a llorar en los brazos de Elijah y Cathy, ellos seguían estáticos, no podían siquiera mecerlos para darles algo de calma, solo podían sujetarlos sin más.

La luz apareció y brilló con intensidad en el bosque, tanta que la mayoría quiso cubrirse los ojos para que no dolieran, pero seguían estáticos y a Klaus no le importaba nada, solo seguir sacudiendo a Anya hasta que despertara.

«No puedo hacerlo sin ti» repetía una y otra vez en su cabeza mientras se abrazaba o sacudía el cuerpo muerto, que, a pesar de haber fallecido hacia poco, parecía haberse enfriado demasiado rápido y palidecer aún más, pero al menos las ojeras desaparecieron.

La luz comenzó a tomar forma, dejó de ser solo material brillante y formó un cuerpo alto, joven, incluso atractivo, que a pesar de acabar de formarse seguía brillando rodeado por un rayo de luz dorada que desembocaba en pequeños lugares naranja.

«Hermoso» pensó Cathy en medio de su pena porque había perdido a su hermano gemelo.

Se preguntaba ¿Que haría su padre al despertar y darse cuenta de lo que había pasado? 500 años después seguía sintiéndose culpable por la muerte de Kass, la madre de ellos.

—Les traigo paz. —Dijo el hombre de la luz y todos los ángeles habrían gritado de la emoción, incluso se hubieran arrojado al suelo a hacer reverencia. El hombre de la luz era hermoso, no solo físicamente, también parecía inspirar paz, como si todo estuviera bien. —Estoy bromeando... —Se rió y Klaus se sintió ofendido, ¿Como alguien podía reír cuando su dulce ángel estaba en el suelo y sin vida? Él culpaba a todos los ángeles por eso y el hecho de que ese en especial brillara le hacía sentir aún más odio por él. —Pero si les traigo paz.

Él caminó entre todos los ángeles, a pesar de que sus pies se veían pisando el césped, la parte superior de su cuerpo parecía flotar, como si de una mariposa se tratara.

—Miguel. —Dijo la voz de Mason, que sonaba con amor, muy diferente a la que había usado cuando mató a Chris y a Anya. —Hijo mío.

—Padre. —Sonrió el ahora conocido como Miguel y solo entonces, Klaus recordó donde lo había escuchado, era el que "abogó" por Lucifer y Anya... Entonces él era... —¿No crees que eres un poco duro? Míralo. —Señaló a Klaus, que lucía patético a pesar de estar cubierto de sangre. —Y mírala a ella. —Señaló a Lucifer, que lucía igual de patética que Klaus. —Y los demás... ¿No crees que has sido muy duro? Estás en el cuerpo de un hombre cuyo único pecado fue amar y no se arrepiente de nada.

"Mason" vio a Lucifer y por un segundo se sintió mal por ella, incluso se sintió mal por Klaus que temblaba como un niño asustado, con tanta fuerza que el cadáver de Anya también temblaba. Cuando recordó quienes eran, la piedad se evaporó totalmente.

—Sabes lo que han hecho ellos dos. —Contraatacó Mason con seguridad.

Miguel dio la vuelta, su aura aun brillando con gran intensidad, también brilló su brazo cuando lo levantó y señaló con él a los ángeles estáticos y temerosos.

—Ellos no hicieron el mal, padre, solo querían libertad... Antes tenían libertad.

—Fue Satanás la que se las quitó. —Discutió "Mason", apretando los puños a sus costados.

—Yo no veo ahora a una mala chica. —Miguel vio a Satanás, que al sentirse tan observada levantó la mirada, sus mejillas cubiertas de la sangre caída del cielo también tenían hileras de lágrimas resaltadas. —Veo a una niña mimada que se convirtió en mujer y luego en una madre. —Ahora vio los ojos marrones de Mason, lucían llenos de sentimientos, pero no sabía cuáles. —Ella se arrepintió de sus pecados y si puede amar... No puede ser mala. —Volteó a ver a Klaus, él se negaba a soltar a Anya. —Y un hombre que ama a sus hijas y a las madres de ellas, a toda su familia...

—Él ha asesinado millones de personas y ella los ha castigado, creó su propio reino para hacerlo. —Ahora también los dientes de Mason estaban apretados.

—Bueno... Han pecado, tú me enviaste una vez a limpiar los pecados de la tierra. —Oh, eso era cierto... —¿Por qué no limpiar los de él? ¿Por qué castigarle? Ya sabemos que no ha tenido una vida fácil, pero tal vez Anya pudo ser su redención, ya viste como es cuando está con ella... No ha asesinado a nadie desde que ella llegó.

—Era la reina de los ángeles, su influencia le obliga a ser bueno.

—¿Lo es? ¿Es solo la influencia del poder de Anya? —Preguntó Miguel y se acercó a Klaus, quien solo por un segundo le vio, el cabello rubio y los ojos castaños le hacían parecer extrañamente humano y angelical a la vez. —Porque cuando ella perdió las alas y se quedó sin poder, él seguía haciendo lo correcto, en sus momentos de desesperación buscó el consejo de un amigo, no la sangre de un inocente.

Bueno, tenía un punto.

»—Klaus Mikaelson, Lucifer... Tienen alma, padre. —Continuó Miguel. Se acercó a Cathy y tomó de sus brazos a Ángela, ella dejó de llorar y pestañeó un par de veces, lo cual le sacó una gran sonrisa a Miguel. —Padre, es una niña hermosa... Con sangre de vampiro, con sangre de lobo, de bruja y también de ángel. Una niña especial, con un poder especial... Pero será buena, porque sabes que no existe el mal, solo gente que se equivoca.

Mason solo lo vio con una ceja levantada.

»—Lavé los pecados de la humanidad, los de tus hijos que tanto amas... Puedo hacerlo por los ángeles si gustas. —Mason pareció horrorizado antes esa propuesta. —Si no te gusta la idea podríamos hablarlo... Darles oportunidad de defenderse.

El cuerpo de Mason se dio la vuelta, comenzó a dar pasos en círculos. Era capaz de escuchar los latidos de todos, también veía sus pensamientos.

Veía en Cathy dolor por su gemelo perdido, en Elijah temor y ¿Amor? ¡Si! Había amor en Elijah, amor por aquella rubia.

Luego vio los que más le interesaban, a los que castigó para dar como ejemplo y se sintió... Lo contrario a complacido.

Sentía dolor, pena y amor incluso por esos cuerpos vacíos y vio que Miguel tenía un punto ¡Eran capaces de amar! No solo amor carnal, también era amor romántico y mucho, demasiado amor de padres para dar.

Oh... Dios es capaz de un gran amor, pero también debía ser justo.

¿Qué hacer? ¿Qué hacer?

Vio a Miguel y después a la niña que aún sujetaba. Estaba jugando sucio, usaba a una niña inocente como ejemplo. Por reflejo vio a Ángel, que veía el cielo con curiosidad.

Después vio a Cathy y Elijah y era curioso, ella tenía sangre de ángel corriendo por sus venas y él era un vampiro original, de los primeros demonios de la tierra, tal y como Klaus.

¿Por qué ellos no merecían un castigo? ¿Por qué Cathy nació en la tierra y no en el cielo?

Lucifer... La niña a la que tanto amó. Anya, la que con su ternura se convirtió en su favorita por unos siglos y después repudió por enamorarse y engendrar una niña que, viéndola bien, no tenía nada de maldad en su pequeño cuerpo.

Pero reglas eran reglas y como los 10 mandamientos, él las impuso por algo.

¿Qué hacer...?

Fallen Angel {Klaus Mikaelson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora