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Mason dio una vuelta llena de gracia, con tanto que parecía que simplemente se levantó del suelo y flotó, después cayó.

Se acercó a Klaus y no lo tocó, simplemente con un simple uso de poder le hizo levantarse, dejando caer el cuerpo de Anya, el cual hizo un ruido seco cuando se estampó contra la tierra ¿Como es que pudo caer tan fuerte? Solo fueron un par de centímetros.

Klaus apretó los dientes y vio con odio a "Mason" ¿Qué más podía hacer en ese momento? Todo lo que quería era a Anya de vuelta y en ese momento estaba levitando en el aire, sin oportunidad de moverse. Cuando estaba por decir todas las blasfemias que aprendió alrededor de los siglos, se dio cuenta de que no podía hablar, como si tuviera un extraño nudo en la garganta que apenas le permitía respirar.

—¿Has sentido deseos de sangre? Claro, además de la que necesitas para vivir. —Dijo con burla la última parte y Klaus por alguna extraña razón se sintió ofendido de que le recordaran su dieta a base de sangre humana. Pensó la respuesta y era simple, pero cuando quiso decirla no pudo, el nudo seguía ahí y le impedía contestar el "no" que no le tomó más de un segundo formular. —¿Te gusta como eres cuando tienes a Anya? —De nuevo supo cuál era la respuesta, pero no pudo decirla porque el nudo se lo impedía, pero algo le decía que él no hacía preguntas para que pudiera responderlas con la boca, el buscaba las respuestas en su mente. —¿La amas?

—Si. —Eso si lo pudo decir y no sabía si fue que él despejó su garganta para hacerlo o si lo que sentía por Anya lo hizo.

—¿La amarías sin corona?

—Si. —No dudó de nuevo. El nudo seguía ahí, pero podía soltar al fin sus pequeñas respuestas seguras.

—¿La amarías si fuera un ángel como cualquier otro? —Escupió, pero su corazón se estaba suavizando y el escuchar a Ángel y Ángela con sus suaves sonidos de bebé recién nacido no ayudaba mucho a mantener su pose de padre duro. Ese par de bebés eran demasiado tiernos y puros.

—Si. —Una vez más, Klaus no dudó.

—La amaste como ángel caída del cielo. —Eso no era una pregunta, era una afirmación.

—Si. —¿Amor? Klaus Vivía al pendiente de Anya, cuando ella estaba en la primera fase, él evitaba que hiciera cosas de las que se arrepintiera y cuando se veía obligado a atarla, sufría. Después, él vivía solo para cuidarla en su fase de bebé, le cepillada el cabello, limpiaba lo que ensuciaba con su sangre, la cuidaba en su embarazo.

Eso era el amor, el amor que sentía por Anya.

Él creía que el amor de su vida no estaba en la tierra y tenía razón, estaba en el cielo, pero bajó para él y él estaba dispuesto a todo por ella.

"Mason" solo se le quedó viendo, con los labios apretados. Klaus sabía que pensaba algo, pero no sabía qué.

Miguel se acercó a ellos y no pidió que soltaran a Klaus, solo habló: —¿La amarías si fuera humana? ¿Si no pudiera sanar usando su mente? ¿Si no pudiera usar el poder de los ángeles? ¿Si fuera una mujer común? —Preguntó con su amable voz que incluso en ese momento, le dio calma a Klaus.

—Si. —Recordó las palabras que el día de su boda fatídica Alaric le dijo.

«Puede ser ángel, humana, bruja e incluso un duende, pero no puedo vivir sin ella»

Eso sentía por Anya, sentía que sin ella nada tendría sentido. Podía ver a Hope crecer más e irse a la universidad, pero ¿Qué sentido tendría si Anya no estaba ahí para decirle que todo estará bien y que ella es responsable?

Fallen Angel {Klaus Mikaelson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora