Sissyfícame

Capítulo 0: Prólogo de una historia que se escribe con sumisión y femineidad

Capítulo 0: Prólogo de una historia que se escribe con sumisión y femineidad

Era una bella tarde de pleno mes de noviembre. Thiago era un chico joven de unos 20 años, de tez blanca y estatura baja. Él estaba en la sala de estar navegando por internet con su laptop.

La puerta de entrada se abrió, y por allí ingresó un hombre de barba cuidada, alto y musculoso. Thiago caminó hacia este hombre y lo saludó con un gran beso de lengua.

—Amor, llegaste tarde hoy. ¿Sucedió algo? —preguntó Thiago un poco preocupado por la llegada tarde de su novio.

—Es que pasé a comprar algo que me gustaría que usaras esta noche para mi. —El hombre tomó la mochila que cargaba en la espalda y sacó de adentro una bolsa roja que se llevó a la habitación. Thiago lo siguió hasta allí.

—Siempre había fantaseado con tenerte conmigo de una manera diferente, aunque sea por una sola noche. —Lo primero que el novio de Thiago sacó de la bolsa, fué un traje de sirvienta color rosa. Luego de mostrarselo, lo dejó en la cama para tomar una peluca rubia larga, lacia y sedosa.

—¿Qué significa todo esto? —preguntó Thiago muy confundido con eso.

—Me gustaría que fueras una sissy, pero solamente para mí. —contestó Gabriel, su novio.

El hombre de barba cuidada que vestía un pantalon de jean y camisa blanca, continuó monstrandoles las demas cosas que había comprado para Thiago. Una tanga rosa, medias blancas largas, portaligas, maquillaje, y lo que mas llamó la atención del chico de baja estatura, plugs anales y un cinturón de castidad.

—¿Te gusta lo que te compré, amor? —consultó Gabriel muy ilusionado, pero ese sentimiento cayó al suelo como una viga de hierro descendiendo al vacío, cuando observò la cara de decepción de Thiago.

—¿Y qué significa todo esto? Y que lo sepas desde ahora, ni loco me pondré todo esto. —Las palabras del chico habían logrado que Gabriel se retirara de la habitación llorando para sentarse en una de las sillas de la sala comedor con una botella de cerveza.

Thiago era consciente de que lo hirió mucho, pero no estaba muy convencido con el extraño fetiche sexual de su novio. En un intento de que no lo viera, fué a buscar la laptop y volvió a la habitación con ella para investigar sobre que era ser sissy.

Lo que encontró por internet hablaba sobre liberar el lado femenino, abandonar la aburrida vida de un hombre y de sentir la felicidad que brinda la femineidad.

***

Mientras tanto, en el comedor, Gabriel se sentía un poco enojado con sí mismo por no haberle preguntado antes.

Con esa poca furia que cargaba encima, lanzó fuertemente la botella de cerveza contra una pared, haciendola estallar y salpicar todo alrededor.

Rápidamente se acercó a limpiar el enchastre y desechar los trozos de vidrio esparcidos por el suelo para no dejar rastro de lo que él había hecho.

Tras limpiar, Gabriel caminó lentamente y mirando hacia el suelo, hasta llegar a un sofá negro, perfectamente limpio y cuidado. Luego de sentarse continuó lamentandose por lo ocurrido.

Sus llantos y lamentos fueron interrumpidos a los pocos minutos, por el sonido de la puerta de la habitación al abrirse.

De allí salió Thiago vestido con todo lo que le regaló su novio. Lucía diferente, todo le quedaba bien, y el hecho de que siempre se mantuviera delgado, afeitado y depilado ayudó mucho en esta apariencia.

Al verlo de esa forma, Gabriel no pudo evitar enamorarse una segunda vez de esa persona que rebalsaba belleza por todas partes. Lentamente se le acercó y lo abrazó por la cintura.

—Entonces...¿aceptas ser mi linda sissy? —preguntó Gabriel observando los rojos labios de su amado.

—Con mucho gusto acepto, mi daddy. —Tras la aceptación de Thiago, ingresaron juntos a la habitación inundados de lujuria.

Continuará...