Sissyfícame

Capítulo 33: "Noche caótica."

Capítulo 33: "Noche caótica."

En la casa de King, el hombre de piel oscura se vestía y salía de la habitación luego de tener sexo con Luly, a quien había contratado para tan lujurioso encargo.

—Te agradezco que te tomaras el tiempo de venir aquí. Recién acabo de pasar por varias cosas difíciles y necesitaba un poco de alivio. —comentó él.

—No te preocupes, un amigo de Catty, es amigo mío. ¿Cómo están tus cosas? —preguntó ella levantando su ropa del suelo para dirigirse hacia la sala principal.

—Ni bien ni mal, pude ayudar a tu compañera, deshaciéndome de ese tipo horrible, pero mi propia vida es un desastre. Recientemente me denunciaron por mala praxis, por culpa de Gabriel.

—¿Qué Gabriel? ¿Lo conozco? —La curiosidad invadió a Luly en cuanto escuchó ese nombre.

—No lo creo, es el ex novio de Thiago...o Lust, como le dicen ustedes. Era compañero mío en el hospital, pero era un desastre. Pero como yo era el médico de cabecera de su grupo, recibía todos sus golpes.

—¿Y qué es de él?

—No lo sé. Hace varios días que no aparece a trabajar, y está totalmente desaparecido. Ni siquiera sus más cercanos saben en dónde se encuentra.

—¿Crees que le haya sucedido algo?

—Lo dudo, es muy cobarde para meterse en asuntos complicados —King se sirvió un vaso de agua—. Lo único que puedo decir, es que era muy mujeriego, muy probablemente eso mismo lo haya llevado a la tumba.

—Bueno, nunca vi un hombre tan mujeriego como para terminar de esa forma.

—Yo sí. Por cierto, toma esto. —El hombre toma unos billetes y se los entrega a Luly.

—No, déjalo. Eres amigo de Catty, yo invito. —La líder de la casa de los travestis rechazó el dinero, pero King siguió insistiéndole, hasta que, finalmente, tomó solamente la mitad de esos billetes.

—¿Te acompaño hasta allá? —preguntó King.

—Bueno, la noche está peligrosa, sería mejor si vamos juntos. —Luly se apresuró a vestirse, y ambos salieron de la casa.

***

En la casa de los travestis, Anita, Gaby y Fabiana mantenían una charla bastante convencional para ellos. Los tres sentados disfrutando de una cerveza mientras jugaban un poker improvisado usando condones como fichas para apostar.

—...yo prefiero los consoladores de vidrio. A mí se me hace que son más fáciles de lubricar y suaves al momento de penetrar, pero son muy costosos y se rompen fácilmente. —dijo Anita.