Sissyfícame

Capítulo 2: "De compras en el supermercado"

Capítulo 2: "De compras en el supermercado"

Tras haber terminado de beber su té, Thiago llevó la taza hasta la cocina y guardó las galletas sobrantes en la alacena. Abrió el grifo del lavabo para lavar la taza fregando suavemente con una maltratada esponja que estaba necesitando ser desechada para comprar una nueva.

Dejó la taza a un costado para que secara y guardó la esponja en un pequeño estante por encima de aquel grifo que llegaba desde adentro de la pared. Las paredes de la cocina eran de un bonito diseño marrón con rosas blancas realizado sobre unos muy limpios azulejos.

Al regresar a su computadora portátil, Thiago se dió cuenta que tenía un nuevo mensaje de parte de 'Reina Sissy'. En él se incluían algunas imágenes con frases en inglés que no logró entender, ignorándolas por completo.

Cuando cerró la página de internet, vió de frente a Gabriel saliendo del baño totalmente desnudo, sin siquiera haberse colocado la toalla. Lanzó un beso al aire y se dirigió a la habitación para vestirse.

Thiago cerró la computadora portátil y siguió a su novio hasta la sala donde se encontraba la cama, cubierta por un arropador cobertor a cuadros blancos y negros. El médico se acercó al armario y tomó algo de ropa de adentro y la lanzó sobre la cama. Un bóxer ajustado rojo, un pantalón jogging negro y una camiseta blanca con estampado de una banda de rock, fué el conjunto elegido por Gabriel.

—¿Cuanto gastaste en todo eso? —preguntó Thiago señalando la bolsa con las cosas que su novio le compró en el regreso del trabajo.

—No hablemos de precios ahora, no creo que sea algo de tu interés saber cuando dinero gasté con eso. —Gabriel se acercó al joven por detrás, rodeando el pequeño cuerpo del chico, con sus musculosos brazos.

—¿Por qué no quieres que sepa el precio de todo eso? —Thiago reprochó un poco que el costo de todas esas cosas lo mantuviera en secreto. Empezó a pensar que tal vez todo haya tenido un precio muy elevado.

—Porque lo único importante ahora es nosotros, y nada mas. —Gabriel le dió un apasionado beso con lengua a su novio y regresó hasta la cama para comenzar a vestirse.

Una vez que el hombre de barba se terminó de vestir, ambos salieron de la habitación y regresaron al sofá frente al televisor. Aun que intentaron encontrar algo interesante para mirar, no hallaron nada bueno. Gabriel observó el plateado reloj que llevaba en la muñeca de su mano derecha para saber la hora actual.

—Dentro de poco será de noche, ¿vamos a hacer las compras? —Gabriel se puso de pie y caminó hasta un pequeño joyero en un rincón de la casa, donde guardaban todo su dinero, para tomar algunos billetes.

—Por supuesto, ¿que comeremos esta noche? —Thiago también se paró y acomodó su ropa para estar listo.

—Decidamos allá, o si tienes alguna idea, dímela. —El médico volvió hasta el joven estudiante quien intentaba pensar en algo.

—No tengo ninguna idea. Pensemos algo cuando estemos allá. —afirmó Thiago al no saber que podía preparar esa noche.

Con un fuerte abrazo y un pequeño beso, los dos fueron juntos hasta la blanca puerta para salir de la casa. Afuera el cielo había oscurecido un poco y las nubes se habían vuelto de color rosado, era notorio que el sol empezaba a desaparecer, pero aún no había ni una pizca de oscuridad.

En el barrio, todas las viviendas eran casas con ladrillos a la vista, y casi siempre, grandes y con amplias cocheras. Los autos cuyas ruedas giraban sobre el asfalto de esas calles, no eran pequeños o viejos, pero tampoco eran deportivos lujosos, mas bien, podrían considerarse coches de gama intermedia.