Capítulo 24: "Preocupaciones."

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Capítulo 24: "Preocupaciones."




—¿Te encuentras bien? —Catty estaba muy desesperado por la situación. No sabía qué le estaba ocurriendo a Natalia, pero se daba una idea de lo que podía llegar a ser—. ¿Dónde está la ambulancia?


—Ya casi llega, la mujer debe resistir. —avisó un efectivo de seguridad perteneciente a la feria.


—¡Que se apresuren!, no creo que aguante mucho más. Tiene una puñalada. —advirtió.


—¿¡Qué dijiste!? —Thiago se alarmó al escuchar semejante cosa.


—Luego te explicaré bien todo, ¿tú cómo te sientes? —preguntó Catty para conocer el estado de su travestido amigo.


—Por mí no hay problema, sólo tengo un poco de dolor. No es nada. —respondió quien había recibido los golpes de parte de Gabriel.


Luego de cinco minutos de preocupación y desesperación, finalmente los médicos aparecieron entre la gente que, parada alrededor, observaba la situación, con una camilla para transportar a Natalia.


—¿Va a ponerse bien? —preguntaron los dos travestidos amigos de la pelirroja mientras corrieron hacia los médicos mientras se llevaban a la mujer hacia la ambulancia.


—No te preocupes, haremos todo lo posible por salvarla. Déjanos todo a nosotros. —Los dos profesionales a cargo del vehículo de emergencia, subieron la camilla quedándose uno de ellos detrás, mientras que el otro se dirigió hacia la cabina de conductor para emprender lo más rápido posible, el viaje hacia el hospital.


Viendo a la ambulancia alejarse de ahí, Thiago aprovecha el silencio para preguntarle una cosa a Catty.


—¿Cómo es eso de que está apuñalada? Quiero saberlo todo. —Se mostró totalmente serio y un poco enfurecido. No le gustó para nada que le ocultaran algo semejante.


—Vayamos a casa, allí te lo explicaré bien todo. —respondió su 'sissy' amigo.
En total silencio, ambos se alejan de la feria caminando lentamente.


***


Ya en casa de Gabriel, el hombre de barba ingresa enfurecido y gritando todo tipo de groserías. Sheila simplemente se limitó a sentarse y observar su explosión de ira apoyando su mentón en una de las manos, la cual pertenecía al brazo cuyo codo se encontraba colocado sobre una de sus rodillas.


—Ya deberías calmarte, te estás exaltando demasiado. No querrás terminar en un psiquiátrico, ¿o sí? —dijo ella tranquilamente viendo el arrebato de furia de su 'aliado'.


—¿Cómo quieres que me calme? Pasé el ridículo allá afuera. Esto no puede quedarse así. —respondió Gabriel, tomando asiento al lado de Sheila. 

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