Sissyfícame

Capítulo 4: "El paquete"

Capítulo 4: "El paquete"

La masa ya estaba perfectamente lista. Thiago la cortó en cuatro bollos mas pequeños que el original, uno de ellos fué estirado con un palo de amasar sobre una fuente aceitada. Cuando finalizó, encendió el horno y empezó a preparar la pizza vacía ahí.

Mientras la masa estirada se horneaba, Thiago dejó los otros tres bollos listos para ser llevados al horno cuando es primero termine de prehornearse. El joven se agachó para observar cuando tuviera que abrir la puerta del horno para quitar de ahí a la primera prepizza.

En pocos minutos la primera masa terminó de prepararse en el horno, Thiago la sacó del elemento de cocina para ingresar otras dos, y la caliente fué llevada a la mesa, que estaba llena de ingredientes.

Lo primero que Thiago hizo, fué colocarle nuevamente, un poco mas de salsa a la masa, la cual esparció con ayuda de una cuchara sopera. Luego era el turno de agregarle mozzarella previamente cortada en trozos pequeños, que decoraban perfectamente el rojo de la pizza en preparación. Finalmente, agregó algunos condimentos antes de dar por terminada la primera pizza.

—Ya está la primera lista —avisó Thiago a su novio—. Solamente me falta llevarla nuevamente al horno.

—Excelente. —respondió Gabriel mientras disfrutaba de un vaso de cerveza sentado en el sofá y mirando una película.

El joven también se sirvió un vaso de cerveza para beber hasta que las dos prepizzas que estaban en el horno, terminaran de prepararse. Tomó una de las sillas y se sentó frente al aparato de cocina a gas observando las redondas y finas masas horneándose.

***

Con una pizza perfectamente horneada, con la mozzarella derretida por todo el círculo de masa, transformando el rojo de la salsa en el amarillo del queso, los dos estaban sentados y listos para empezar a comer. En una pareja de vasos había buena cerveza servida.

Cada uno tomó una porción de la pizza y empezaron a comer en total silencio, disfrutando totalmente de la comida preparada por Thiago. Con gran disfrute, sus paladares disfrutaron cada bocado de la comida.

Cuando ya dos pizzas enteras habían sido comidas, la cerveza estaba terminada y ambos estaban sin ganas de continuar cenando, sus estómagos estaban repletos. Thiago guardó en la nevera las otras dos pizzas que sobraron y lavó los vasos y cubiertos que fueron utilizados para preparar la cena.

Una vez que en la casa ya no había rastros de haber comido recientemente, el cansancio alcanzó a la pareja, por lo que se dirigieron caminando lentamente, hasta su habitación. Antes de acostarse, Thiago fué hasta la computadora portátil para fijarse una última vez si tenía algún mensaje para él, esta vez afirmativamente.

Reina_Sissy dijo:

"Hola Thiaguito. Discúlpame por hablarte tan tarde, te escribo para ponerme en contacto por lo de el paquete de entrenamiento sissy, quisiera saber si aun lo quieres."

El_Thiaguito dijo:

"Claro. Me interesa, ¿como se realizaría el envío?"

Reina_Sissy dijo:

"Envíame la dirección de donde vives y te lo haré llegar por correo."

El_Thiaguito dijo:

"Por supuesto. Vivo en la calle Lt. Traevalery, 352."

Reina_Sissy dijo:

"Oh, yo vivo muy cerca de allí. Te llevaré las cosas personalmente. ¿Qué te parece?"

El_Thiaguito dijo:

"No veo por qué no."

Reina_Sissy dijo:

"Me daré una vuelta mañana por la mañana. Buenas noches."

El_Thiaguito dijo:

"Buenas noches para tí también."

Tras finalizar la conversación por internet, Thiago apagó la computadora portátil, y la dejó en la pequeña mesita frente al sofá. Luego empezó a caminar hacia la habitación quitándose de a poco su remera.

Cuando ingresó a la sala donde él dormía en una bella cama doble con su novio, vió a su pareja que ya estaba debajo de las cobijas y durmiendo con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

Thiago se sentó en la cama y se quitó el pantalón que llevaba, para dejarlo junto a la remera, en el suelo al lado del mueble para dormir. Quedando tan solo con su ropa interior, al igual que Gabriel, levantó un poco la cobija para poder incorporarse a la cama y abrigarse bajo el hermoso manto de estrellas que el cielorraso impedía ver.

Un poco incómodo se movió mucho en la cama sin poder concretar el sueño. Sin importar la posición en la que se pusiera, no podía dormir de ninguna manera. Los movimientos de Thiago despertaron a un muy cansado Gabriel.

—Eh, ¿qué pasa? —preguntó el hombre de barba.

—No puedo dormir, tengo problemas para eso. —respondió Thiago poniéndose de frente a su novio.

—Puede ser que estés un poco nervioso, intenta tranquilizarte. —Gabriel habló con suavidad para ayudar a calmarlo.

—Pero, ¿cómo lo hago? —Aun que intentaba, Thiago no encontraba la forma de sentirse mas tranquilo.

—Mira eso. —Gabriel señaló algo que estaba a espaldas del joven, el cual era el lado izquierdo de la cama.

—Ahí solo hay pared, ¿qué querías que...? —La voz de Thiago se apagó totalmente cuando sintió las manos de su pareja realizándole unos pequeños masajes en los hombros.

Con suaves movimientos en forma de círculos, realizado con la yema de los dedos, intentaba darle al joven, la relajación que estaba necesitando. Se acercó un poco para realizar los masajes con mas suavidad y aprovechó para apoyar su entrepierna sobre las nalgas de Thiago.

El joven se mostró asombrado ante la acción realizada por Gabriel, pero este sentimiento fué callado en seguida por un intenso beso que le obsequió al terminar de realizarle los masajes en el hombro.

—Cada día amo mas lo que tienes ahí. —comentó Thiago.

—Y yo cada día amo mas lo que traes aquí atrás. —respondió Gabriel realizándole un pequeño pellizco en una de las nalgas del joven.

—Entonces vayamos a dormir, así se nos va este cansancio y mañana tenemos mas tiempo para nosotros dos. —La pareja se besó una vez mas abrazándose fuertemente. Thiago se recostó de costado mirando hacia la pared del lado izquierdo de la cama, y Gabriel lo abrazó por detrás.

—Hacía mucho que no dormíamos de esta forma. —Gabriel habló en voz baja casi susurrando, mientras le acariciaba uno de los brazos al joven.

—No, extrañaba pasar la noche de esta forma. —Thiago, cerró lentamente sus ojos, quedando profundamente dormido en la oscura noche.