Capítulo 8: "Sissyfícame"

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Capítulo 8: "Sissyfícame"



—Entonces, ¿estas segura de que quieres llamarte así, 'sissy'? —preguntó Natalia esperando una respuesta con firmeza de parte del joven travestido que permanecía allí sonriente, aunque todavía un poco confuso por la situación que le había tocado vivir junto a 'King'.

—Si, aceptaré el nombre que he decidido para mi vida como 'sissy'. —Al escuchar esa firme respuesta de parte de Thiago, ella juntó las palmas de sus manos como habiendo realizado un solo aplauso, y se inclinó un poco hacia adelante para continuar con sus palabras.

—Entonces, con el poder que me confiere ser la 'Reina Sissy', te bautizo a tí, nueva aprendiz, con el nombre de 'Sissy Lust'. A partir de ahora, en la intimidad de la casa responderás a nada mas que a este nuevo nombre que has recibido, el cual ya no puede ser cambiado. Bienvenida a la maravillosa vida de una 'sissy'. —Con esas palabras, Natalia tomó dentro de su bolso una botella pequeña con un líquido en su interior que volcó sobre el chico travestido. Este era muy líquido y de un olor conocido. Si, la mujer sabía perfectamente que aquél líquido que había caído sobre Thiago, mojándole todo el cuerpo, era orina de ella, y algo que parecía tener hacía un par de días.

Esa orina cayó directamente de la botella, a la cabeza de 'Sissy Lust', cayendo desde allí y desplazándose por todo el cuerpo hasta llegarle a los pies. Una vez que esto ocurrió, Natalia dejó caer un poco mas de esa secreción líquida en la mano libre, y con eso, acarició toda la cara de Thiago para dejársela completamente mojada. Luego de eso, el resto que le quedó en la mano, lo salpicó en el vestido del chico travestido como si lo estuviera bendiciendo con agua bendita.

—Con eso estás lista, ahora te recomiendo que esperes un poco para que el recurso natural proveniente de la fuente infinita de máximo placer, absorba toda tu hombría, quedando tan solo tu lado femenino, lo que necesito de ti. —Todo eso que Natalia había dicho no era cierto, pero era parte de la fantasía que ella intentaba crear a partir de ese rol de 'sissy' de Thiago. La pérdida de la hombría que había mencionado ella, era completo trabajo de la mente, el líquido de esa botella no era mágico para nada.

—¿Cuanto tiempo llevará este proceso? Esto tiene un olor muy fuerte y quiero quitármelo, por cierto, nunca en mi vida he visto una botella como esa, ¿qué es esto que me echaste encima? —Thiago aguantaba como podía la respiración, el olor fuerte que desprendía ese líquido que tenía su rostro empapado, le provocaba un poco de asco, pero si debía seguir llevándolo, no tendría problemas en dejárselo.

—Eso en realidad, es oro líquido mío —Natalia no pudo evitar reír un poco al contar eso—. El único fin de esto, es prepararte para una 'lluvia dorada', seguramente tu novio querrá hacerlo mas de una vez. —La mujer, quien aun permanecía desnuda, continuó sonriendo sin dejar de mostrar ese gesto en ningún momento.

—¿Lluvia dorada? ¿Y eso como es? —preguntó Thiago con mucha curiosidad, sin haberle prestado mucha atención a lo que ella dijo sobre lo que tenía en su cara. El joven travestido se agachó de frente a ella y la miró a los ojos para escucharla de la misma forma en que un niño se arrodilla o se sienta en el suelo para escuchar las historias que le vayan a contar.

—Una lluvia dorada es cuando alguien te usa como su retrete al usar tu rostro como tal, tocándote a tí, el recibir toda la orina. Algo hermoso, ¿verdad? Desde que he convertido a mi novio en una 'sissy', ya casi no visito el baño. —Cuando escuchó las palabras que dijo Natalia, el aprendiz de 'sissy' realizó una pequeña arcada en señal de que le dió un poco de asco el saber sobre la 'lluvia dorada'.

—¡No! Yo no quiero eso para mí. —Thiago se dejó caer al suelo y empezó a arrastrarse hacia atrás, alejándose de la 'Reina Sissy', quien lo miraba denotando desprecio hacia él. Cuando se alejó bastante, Natalia se levantó de la silla donde estaba sentada y corrió hasta el joven travestido, tomándolo del cuello, y arrinconándolo contra una pared.

SissyfícameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora