Capítulo 23: "Reacciones."

173 6 12
                                    

Capítulo 23: "Reacciones."



Al ver semejante escena, 'Catty' inmediatamente, y entrando en una extrema desesperación, dejó al dormitado Thiago sobre un sofá junto a todas las bolsas, y corrió lo más rápido que sus piernas le permitían, hasta la mujer de cabello rojo. Observando cuidadosamente su estado, y asegurándose de que estuviera a salvo, se ensució las manos con sangre, pero poco le importó en ese momento. Lo único que importaba para él en ese momento, era que ella se encontrara bien.

—Natalia, por favor. Habla, dime que estás bien. ¿Qué carajos te ha ocurrido? —La desesperación que sentía, mezclado con los muchos nervios, hicieron que pronunciara mal las palabras varias veces, teniendo que comenzar nuevamente con la oración.

—S-sí, yo estoy bien. No te preocupes tanto por mí. Estaré bien. Tranquilízate. Es sólo que 'él' ha escapado de manera violenta. No sé por qué se puso de esa forma —Con muchas dificultades para hablar, Natalia empezó a contar lo que había sucedido recientemente—. Apareció de la nada, desnudo, tomó un cuchillo de la cocina y me hizo estas heridas que, por lo poco que sé sobre esto, no son muy graves —Se sentó sobre el suelo apoyando su mano en una de las heridas en su pecho—, pero duelen demasiado.

—¿Puedes pararte? —preguntó Luis, el 'sissy Catty', extendiendo la mano para ayudarla en caso de recibir una respuesta positiva de parte de ella.

—V-voy a intentarlo...veamos. —Natalia se quejó por el dolor que sintió al moverse, pero decidió ser ayudada por él y, logró ponerse de pie sin problemas pues, no presentaba heridas en sus piernas.

—¿Qué hay de los moretones? ¿Acaso te golpeó también? —consultó Luis mientras la ayudaba a llegar hasta otro sofá para que se sentara ahí.

—No. Eso me lo hice yo. Mientras intentaba detenerlo, me golpeé fuerte contra las paredes y los muebles, y me quedó todo eso. —Con mucho dolor físico, Natalia logró mover su cuello, que ahora había dejado de sangrar para quedar como si fuese un simple rasguño. Aun así, las demás heridas seguían en la misma situación, pero un poco más leve.

—Todavía estás perdiendo un poco de sangre, ¿quieres que te lleve al hospital? Podría ser algo bastante grave. —Luis recibió una negativa de parte de ella, por lo que salió a buscar un botiquín para vendar esos cortes y, al menos, detener la pérdida de sangre.

***

En la casa de Gabriel, él aprovechaba las muchas bolsas de basura que tenía guardadas en su casa para botar todas las pertenencias de Thiago en ella. Seis estaban llenas, y para las cosas que quedaban, tendría dos más que llenar, aproximadamente.

—Pasaste toda la madrugada tirando las cosas de ese idiota con la basura, falta que ahí también arrojes tu cordura. —dijo Sheila, mientras observaba cansada como hacía esa tarea.

—Todavía no estoy tan loco, creo que puedo aguantar un par de días más antes de internarme en un psiquiátrico. —respondió el médico.

—¿Al menos pensaste qué vas a hacer con todo eso? Porque no eres tan corajudo como para ir a devolvérselas, pero él tampoco es demasiado cobarde como para venir a por estas cosas. —La mujer que lo acompañaba, encendió y empezó a fumar su décimo quinto cigarrillo en lo que iba de la noche.

—Esto se quedará aquí. Si quiere, que venga a buscarlo, si no, encenderé una fogata en el campo y quemaré todo en alguno de los próximos días.

—Entonces ve consiguiendo leña, porque todo esto va a morir aquí. —El timbre sonó, y Gabriel fue rápidamente a atender. Cuando abrió la puerta se encontró con un elegante y apuesto hombre, vestido de traje negro completado con una camisa blanca y una corbata color azul oscuro. Su cabeza carecía de cabello, era totalmente calvo, y sus ojos celestes, poseían una mirada que penetraba tu espíritu y congelaba tu alma.

SissyfícameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora