XVI

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CAPÍTULO 16Aquellos extraños libros

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CAPÍTULO 16
Aquellos extraños libros

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Asgard, 2011 d.C

Los siglos pasaron y con ellos vinieron muchos acontecimientos; los príncipes fueron elegidos para pelear guerras por el bien del Reino, normalmente luchaban contra todo tipo de personajes que buscaban hundir Asgard, tomar el trono o buscar venganza. Hubo algunas peleas donde cierto pelinegro prefirió no entrometerse, pero para eso estaba su hermano mayor, para arrastrarlo a la lucha diciendo que sería divertido. Combatieron juntos, la mayoría de veces acompañados por los Tres Guerreros y Lady Sif, honraron las pérdidas en las batallas y compartieron victorias –en las cuales parte del crédito se lo llevaba El Poderoso Thor– celebrándolas al volver a casa, muchas veces por varios días seguidos y con tal frenesí que incluso debían buscar reservas de licor por todo el pueblo. Hubo veces en que emprendieron viajes a Midgard por pura curiosidad, y los mortales los admiraban como una especie de seres superiores.

Por otro lado, Syntherea continuaba siendo ayudante de Ekanna en su taller, cortando moldes, añadiendo detalles y terminando las prendas, pero claro que en más de un milenio logró hacer más que manipular telas. La castaña logró el relevo de su castigo y había vuelto al palacio, el Príncipe menor le había concedido el permiso de ir a la biblioteca incluso cuando él no estuviera y tomar los libros que quisiera por el tiempo que le pareciera conveniente, cosa que ella no desaprovechó; llegó a ser invitada a las celebraciones de las victorias de los hijos de Odín y los guerreros del Reino, donde ella pasaba tiempo escuchando las peleas narradas, hablando con Sif y preocupándose un poco cuando veía alguna herida en Loki, intentando no ser tan evidente con su atención puesta siempre en el menor.

Incluso el guardián, Heimdall, le había permitido ir y observar el horizonte cuando se le antojara, suponía que se debía a que sólo se limitaba a sentarse en silencio a ver las estrellas, eran contadas las ocasiones donde ella le hacía preguntas o intentaba sacar un tema de conversación; sin embargo, con el tiempo, fue el moreno quien comenzó a hablarle e incluso saludarla amistosamente cuando llegaba para pasar un tiempo viendo las nebulosas cerca. Aquellos momentos eran perfectos para distraerse un poco de sus deberes cuando los príncipes no se encontraban cerca, ya que cuando estaban ella solía leer y hasta entrenar con Loki, manteniendo una distancia prudente, claro está.

Nothing Else Matters | Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora