Sus respiraciones
daban vuelcos en sus sentidos,
mientras sentía la mirada
de quien la derretía.Furiosos los huracanes
de bajo en su estómago,
y revoloteantes los cosquilleos
en sus sudorosas manos.Él la tenia donde quería,
suplicante por su tacto,
contradiciendo si acercarse
o dejar que ella se acercara.Un deseo infinito los consumía,
por estar uno con otro
cada noche de ese verano,
bajo la luz de sus sueños que
cada vez más encandecian.Inmersos en un mundo
donde sus almas no pertenecían,
rogando suplicantes encontrarse
para saciar la sed de sus
incontrolables y perversas mentes.Esperando uno por el otro,
esperando que su amor
jamás se desvanecierá,
esperando por no olvidarse
de lo que mantenía sus esperanzas.El deseo de estar juntos.
-Jimena Salazar.