Esta mañana todo terminó. Esta mañana, mi tumba fue cavada en lo profundo de la tierra. Hoy, luego de intentar detenerlo a toda costa, el libro que escribí sobre la vida de Gael Avallone, salió a la luz.
Luego de pasar las últimas dos semanas de mi vida tratando, por todas las formas habidas y por haber, de ganar un poco de tiempo para que el libro no fuese publicado, salió a la venta, y decir que me siento miserable, no se compara para nada a lo que en realidad siento en estos momentos. Al pesar, la angustia y la infinita impotencia que me ha inundado el cuerpo desde entonces.
No pude hacer nada para localizar a Gael luego de mis intentos de verlo en su oficina. Traté de hablar con él por teléfono más veces de las que puedo recordar y, también, traté de esperarle afuera de su casa más de una ocasión. Él nunca apareció. ¿El motivo? Realmente no lo sé. Es como si hubiese desaparecido de la faz de la tierra luego de nuestra última conversación. Como si se hubiese desvanecido en el viento. Como si tratase de esconderse de mí.
Mis intentos legales de detener toda esta locura tampoco surtieron efecto. Tuve que decirle a mis padres el lío tan grande en el que me había metido y, luego de haberlo hecho, mi padre se encargó de ponerse en contacto con uno de sus amigos de la infancia, el cual ahora ejerce como abogado.
No hubo mucho qué hacer por mí o por mi situación. Con el poco tiempo que quedaba para actuar, fue imposible detener o aplazar la publicación del libro.
La publicidad —y la cantidad de expectativas que empezaron a crearse alrededor del libro luego de su anuncio oficial— no se hizo esperar. La cantidad inconmensurable de artículos en internet, fue tan grande como el tamaño de mis nervios. Como el tamaño del peso que se cernió sobre mis hombros en el momento en el que me di cuenta de que todo estaba acabado.
La noche en la que salió la sinopsis —esa que no escribí yo, pero que se me achacó a mí de cualquier modo—, hace apenas una semana, quería morir. Quería echarme a llorar, gritar y pudrirme en la autocompasión que sentí —que aún siento—. Quería desaparecer de la faz de la tierra y no volver jamás.
Aún hay cosas dentro de todo este proceso de edición que no logro entender del todo. Que no logro digerir como me gustaría. La primera de ellas, fue la manera en la que el manuscrito fue terminado. Cuando mi computadora fue robada, aún me faltaban unos cuantos capítulos para ponerle punto final a aquel texto hecho con la única finalidad de purgar de mi sistema la impotencia y el dolor que sentía.
A estas alturas, no me sorprendería para nada si David hubiese contratado a alguien exclusivamente para terminarlo. Para acabar de redactar esa novela y, así, publicarla bajo mi nombre solo con el afán de perjudicarme. A estas alturas, no me sorprendería en lo absoluto descubrir que David Avallone solo hizo esto para demostrarse a sí mismo el poder que tiene y la cantidad de daño que puede a hacerle a alguien si se lo propone.
Así, pues, he pasado el día entero encerrada en mi habitación, hecha un mar de lágrimas incontenibles y una maraña inconexa de sentimientos encontrados. Mi hermana y mi madre han tratado de sacarme de aquí a toda costa, pero yo no estoy lista para hacerlo. No estoy lista para enfrentarme al mundo ahora que la verdad ha sido revelada. Ahora que, a los ojos de todo el mundo —de los de Gael— soy una oportunista que se aprovechó de la confianza que el magnate puso en ella. Que se aprovechó de los sentimientos de un hombre para exprimirle hasta el más oscuro de los secretos.
Aún no ha habido comentarios respecto al libro. De hecho, no espero que los haya durante los próximos días; pero, la sola idea de saber que el mundo entero se va a enterar de todo lo que pasó, me hace sentir enferma. Abrumada y adolorida por sobre todas las cosas; y, por si esto no fuera suficiente, el día de hoy, es su cumpleaños. El día de hoy, diecisiete de agosto, es el cumpleaños del hombre al que le he arruinado la vida, la reputación y todo lo demás.
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MAGNATE © ¡A la venta en Amazon!
RomansaEN FÍSICO Y DIGITAL A TRAVÉS DE AMAZON. • Esta historia está disponible como audiolibro en Audible Español. "Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer mientras que no la ame." -Oscar Wilde.