¡Hay una Stark suelta! 2T | Ragnarok

Capítulo 28: A.A

El mundo entero seguía en guerra, el Capitán América se encontraba luchando hasta el cansasio junto a Tony Stark. A pesar de el rencor de este último, intercambiaban movimientos en equipo inteligentemente utilizados para acabar con sus oponentes.

Wanda Maximoff, Natasha y Pietro estaban en la calle, atacando a todo a su alcance, regresando los golpes y tratando de llegar a la nave.

Estaba la calle, casi repleta de autos barados, Wanda sobre uno de estos para ver a los enemigos, movía sus manos con agilidad, tomando la mayor cantidad de cuerpos hostiles. Saltando de auto en auto, Pietro apenas dejaba su rastro azul, mientras derribaba velozmente a todos sus adversarios. Natasha, al mando de los gemelos, disparaba a los que se encontraban más lejos y derribaba con sus perfectos movimientos a los que tenía cerca. Arriba del todo, un puente que cubría casi diez cuadras hecho de concreto, con más autos varados, en donde el Steve Rogers, con solo su escudo y un arma enemiga -robada- peleaba usando los autos como paredes para estrellar y abatir a más de tres cuerpos a la vez. Su escucdo, y sus reflejos impedían las balas que llegaban a él para después seguir combatiendo. Ahora cruza Tony en su nuevo traje, con otros dos siguiéndolo. JARVIS apuntaba a todo combatiente hostil y aceleraba el proceso de aniquilación para cada objetivo, acabando con él al instante, con el uso de los propulsores. Tony disparaba, golpeaba, aventaba y arrastraba todo a su paso, lanzando incluso un par de autos.

-el sujeto está en su ubicación, señor- avisó JARVIS mientras usaba a IGOR para liberar a una familia del peso de un auto.

-bien, Steve, está en donde querías- responde el castaño mientas disparaba a varios sujetos uniformados de blanco y gafas circulares muy grandes color negro que le disparaban a él.

-¿qué forma tengo de llegar a él?- gritó en pregunta el Capitán que noqueaba a un hombre golpeándolo con su escudo.

-yo me encargo- dijo Tony, una de las armaduras tomó de la mano al Cap para volar hasta el paradero de Bucky Barnes quien estaba aprisionado en otra armadura.

Mientras tanto, Wanda era derribada por la espalda por un hombre grande y fuerte, con el mismo maldito uniforme de Fénix. La aprisionó contra el techo de aquel auto y atretó su mano en la garganta de la joven sokoviana. Pietro trató de llegar a ella, pero varias balas de dirijían a él, por lo que tuvo que esquivar e ir por a por sus nuevos agresores. Natasha subió a un auto para ir a ayudar a Wanda, pero rápidamente, varios la acorralaron deteniéndola en una pelea diez a una. 

Wanda perdía la conciencia poco a poco, su rostro enrojecido y la poca oxigenación en su cerebro, fue suficiente para no poder usar sus poderes, hasta que una tela delgada y transparente rodeó con rapidez el cuello del enorme sujeto y lo lanzó lejos en el aire. 

-¡ahora Adriana!- anunció Peter Parker en su traje modificado de Spider-Man. El hombre comenzó a caer en picada cuando de pronto una enorme fuente de fuego lo calcinó sin piedad. Adriana, con sus manos alzadas, continuó quemando a más oponentes, esta vez para ayudar a Natasha Romanoff. 

-¿estás bien?- Peter ayudó a Adriana a levantarse y Wanda agradeció recuperándose rápidamente.

-excelente, hay que seguir- dijo Peter para lanzar su telaraña al puente y colgarse hasta la otra calle en donde Stephen Strange, mandaba a todos a su alcance a la dimensión oscura, o para caer a una muerte segura usando portales.

Adriana y Natasha se colocaron espalda con espalda para atacar en los 360º a su alrededor. Adriana dirigía ráfagas imposibles de fuego que terminaban con cualquier cuerpo a su paso, mientras Natasha disparaba su nueva arma, que había tomado de uno de sus ya fallecidos agresores.

Soldados del gobierno disparaban en las calles, sobre edificios y en las carreteras contra el infinito ejercito de HYDRA y FÉNIX, y las naves -incluso barcos en la costa- disparaban a las de estas dos horribles organizaciones criminales.