Capítulo 33: Nick, Hulk y Heimdall 3/3

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Hace algunos años, un hombre había perdido a la mujer que amaba por motivos completamente desconocidos para él. No tuvo la fuerza para continuar solo, así que buscó un viejo contacto.

Había conocido a un hombre de color, interesado en el progreso de Stark Industries, de nombre Nicolas Fury.
No solo era un cliente, si no un hombre misterioso.

Tony no podía pensar con claridad pero se negaba a intentar quedarse con su hija y que algo malo le pasara de repente como con su esposa.

Así que en una noche lluviosa, condujo al lugar en donde Nick lo había citado, un edificio de su compañia secreta.

Tony envolvió a la bebé con las mantas y la pegó a su pecho antes de bajar del auto.

Al entrar al edificio, Nick lo esperaba ahí sentado en el sillón individual rojo del recibidor.
Se puso de pie y caminaron hasta estar cara a cara.

Tony subió la mirada a él. Serio, herido, con los ojos rojos he inchados de dolor y la punta de su nariz roja.

-no puedo solo... desaparecer- dijo Tony casi en un susurro. Nick lo miraba a los ojos lo más empático que podía.

-entonces visitala cada fin de semana, o haz tu propio horario de visita y te permitiré el paso esos días- propuso

-¿Me prometes que estará a salvo?... ¿de cualquier amenaza?-

Nick inhaló y pasó sus hombros atrás. Luego asintió
-tienes mi palabra-

Tony apartó un poco a la pequeña pelirroja de su pecho y le sonrió mientras sus ojos volvían a humedecerse.

-hey... engendrito del mal- acarició su pelo -aquí estarás a salvo, lo juro- su voz se cortaba mientras ella lo veía con esos enormes ojos
-no dejaré que te aparten de mi- ... -Y cuando sea seguro, volverás conmigo, ____ Stark Jackson, lo prometo- besó su frente y se la entregó en brazos a Nick.
Ella miró a este muy extraña pero luego sonrió haciendo reír entre sollosos a Tony.

-Está en buenas manos- dijo Nick. Tony asintió y se giró para irse, deseando no extender su despedida y desplomarse.
Cruzó la puerta y arrancó su auto.

____ hacía sonidos guturales que pusieron los ojos de Nick en ella.

-Tranquila, valiente- se dió la vuelta para caminar hacia el exterior trasero del edificio.
-ya estás a salvo... ella no va a encontrarte-

Un jet los esperaba con la compuerta abierta. Subieron y despegaron apenas se cerraba...

Y en una cabaña, apartada en un bosque, una niña y su nana vivieron muchos años.
Su padre la visitaba seguido.
Aprendió a usar el arco.
A montar a caballo.
Estudio en las más seguras escuelas de SHIELD.

Nick ocultó lo que sabía para protegerla hasta que cumpliera 18 años.

***

E

n la actualidad:

En Asgard, un par de familias corrían por su vida sobre lagos rocosos, entre árboles delgados y altos, huyendo de los soldados semi muertos de Hela Odinson.
La más pequeña de las niñas chocó contra un alto y fuerte hombre encapuchado.
El se retiró la tela de su cabeza dejando ver esos ojos poderosos y amarillos resaltados entre su piel oscura. Cabello en media coleta, adornada con rastas y una barba completa en su rostro.
-disculpen- dijo haciendo a un lado a las familas mientras sacaba la espada del Bifrost.

Bloqueó las espadas enemigas y las hundió en los esqueletos vivos sin tardar un minuto, uno contra seis.
Volvió a las personas con la respiración agitada.
-lo lamento, esas malditas cosas están en todos lados- Heimdall guardó su espada.
-siganme-

¡Hay una Stark suelta! 2T | RagnarokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora