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El tiempo es irrelevante cuando no te veo.

Soy un jodido idiota.

No saben cuanto odio el haber tratado a Char así, haberla corrido de mi oficina cuando solo quería abrazarla y decirle que estoy enamorado de ella.

Estoy tan estúpidamente, jodidamente y locamente enamorado de ella. Y no pude decírselo porque soy un maldito idiota cobarde.

Tenía miedo de que me rechazara, más cuando acababa de darme cuenta que la quiero mucho, que me gusta todo lo que tiene que ver con ella.
Pero la vida y el universo es cruel.

Char lleva dos días desaparecida. Artur me había llamado para decirme que si Char se iba a ir conmigo, yo le había dicho que ya se había ido hace unas horas, Artur me respondió que ella en ningún momento se ha acercado para que la lleve.
En ese momento me dio una opresión en el pecho, un mal presentimiento, así que llame a su amigo Nathan, para saber si estaba con ella, dijo que no, que ella no ha llegado a su departamento, que él la estaba esperando, me asusté y mucho.

Decidí llamar a su teléfono, pero nada que me contestaba, yo solo estaba rezando para que no le haya pasado nada malo.
Incluso llame al señor Hoffman quien me ha estado ayudando a investigar quién la estaba acosando. Estoy agotado, no he dormido casi nada desde que desapareció. Siento los párpados pesados.

Abro los ojos rápidamente debido al ruido que está haciendo el teléfono, mierda casi me quedo dormido. Estoy a un instante de ignorar la llamada, pero recuerdo que puede ser información acerca de Charlotte, así que me levanto rápidamente buscando el móvil, hasta que doy con el, lo cogo rápidamente y acepto la llamada entrante.

– ¿Bueno? –tengo la voz ronca debido al sueño y cansancio, bostezo. Despegó el móvil de mi oído para ver el identificador, es Hoffman.– ¿Pudo conseguir algo?, ¿La encontro?, ¿Donde está? –cuestiono rápidamente, alejando el sueño de mi sistema.

– Señor, creo que sí la encontré, revise las cámaras de seguridad del estacionamiento de la empresa, vi cuando la secuestraron, pude ver la matrícula del auto, gracias a unos ex-colegas policías pude ver por las cámaras seguridad vial, y el sujeto se dirigió a las afueras de la ciudad.–me sentí solo con un poco aliviado al saber que había más posibilidades de encontrarla, pero no sé cómo está, y eso me está matando.

» No obstante, investigue si habían propiedades en las afueras, y encontré que hay una cabaña abandonada, si mi corazonada no me falla, la debe tener ahí. Sin embargo, también descubrí quién es el sujeto, se llama Ed Hardy, tiene cargos por violaciones, secuestros hasta homicidios, es un fugitivo –juro que estoy sintiendo como mi alma abandona mi cuerpo lentamente, aprieto la mandíbula, porque estoy deseando que ese hijo de perra no le haya tocado ni un puto cabello.–. Pero al parecer no trabaja solo, ¿se acuerda que usted y la señorita Hidden me informaron cuando empezaron las amenazas?, bueno, la cuenta bancaria de Hardy ha estado aumentando desde esa fecha, confirmandonos que alguien le ha estado pagando para hostigar y secuestrar a la señorita Hidden.

Cuando termina de hablar, llevo mi mano libre a mí cien, porque está comenzando a darme una maldita jaqueca, solo pensar en lo que le estén haciendo, maldición, solo hace que quiera arrancarme el jodido cabello por la frustración.

– Deme la dirección de esa jodida cabaña.–le ordeno secamente.

Escucho un suspiro por parte del señor Hoffman.

– Señor, no creo que se conveniente que vaya solo –no respondo, solo espero que me de la estúpida dirección.–, tal vez si me deja llamar a mis colegas policías, podría...

En otra vida, quizás.  [Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora