-¡SeHun-ah! -Gritó en cuanto vio al menor entrando por la puerta, levantando la cabeza con rapidez y plasmando una gran sonrisa en el rostro.
La aparición del chico le hizo demasiada ilusión, se podría decir que por todo el tiempo que llevaba ya esperando. Aquella mañana, tras despedirse de su madre quien nuevamente iba de viaje unas semanas, lo primero que hizo fue vestirse y dirigirse a la biblioteca para probar suerte e intentar encontrarse al pelirosa ahí. Pese a que ya hacían dos semanas que su servicio comunitario había terminado, a JongIn, una vez SeHun regresó de aquellos días de desaparición, se le hacía inevitable no volver a al lugar, al fin y al cabo, era el único sitio que lo conectaba a su nuevo amigo y, aunque pareciese mentira, todavía seguía indeciso en si pedirle el número de teléfono o no.
A todo esto, se le juntaba que el viernes el chico tampoco apareció y, al final, por puro aburrimiento y en realidad esperanzado por que él entrase por la puerta en cualquier momento, acabó ofreciéndose a ayudar a YiXing a colocar distintos libros. Al mayor no le sorprendió, de hecho, aceptó sin dudarlo dejando una pequeña risa entre medio que JongIn no supo cómo interpretar.
El caso era que, tras un día sin saber qué había ocurrido y temiendo que volviera a desaparecer, ver entrar a aquel chico alto portador de aquel pelo lacio y semirosa tan característico, lo hizo sobresaltarse al momento, desapoyando su cabeza de sus brazos cruzados encima de la mesa.
-¿SeHun...-ah? -El nombrado repitió con la cabeza ligeramente ladeada mientras se sentaba en una de las sillas junto enfrente suyo.
JongIn, con la emoción, tal vez se había tomado demasiadas confianzas y no quería volver a cometer aquel error.
-Ah, perdón, ¿te molesta el apodo? -Apretó ligeramente los labios terminando por pasarse la lengua por estos-. Como soy un año mayor..., pensé que, bueno, podía usar un apodo..., ¡pero no significa que me crea mejor, ni nada! Solo que..., bueno..., ¡tampoco tienes que llamarme hyung! Si no quieres..., esto...
Como siempre, sus capacidades para expresarse eran nefastas y en momentos así se preguntaba cómo es que había aprobado toda secundaria y bachillerato teniendo aquella destreza oral nula. Por suerte SeHun pareció entenderlo, al menos la pequeña risa que soltó lo tranquilizó un tanto.
-No me molesta -negó a su vez con la cabeza-. Es que es la primera vez que me llamas así -alegó con curiosidad en la voz, o lo que él creía que era curiosidad-. Me gusta el apodo... Pero no te llamaré hyung. -Finalmente sonrió, cierto brillo travieso en sus ojos.
JongIn no respondió, prefirió dejar su cara descansando en su mano y su codo apoyando esta sobre la mesa mientras su mirada vagaba por el rostro ajeno. Había hecho aquello ya varias veces, era una bonita costumbre de la cual no se cansaba pues parecía que a cada vez que lo miraba descubría algo nuevo. Aquella vez se fijó en sus pecas, esos pequeños puntos que salpicaban toda su piel como un lienzo en blanco, irónicamente, el lienzo en blanco de un aspirante a pintor.
No sabía si era precisamente por aquello, o porque era SeHun, pero admiró su rostro como si fuera una verdadera obra de arte y no pudo evitar que sus labios se curvaran en una sonrisa inconsciente. SeHun se sonrojó, haciendo que sus labios se curvaran en una sonrisa aún más notoria y que el menor desviara la mirada.
-¿Qué? -Farfulló vergonzoso, apoyando su rostro en su mano de igual forma que JongIn, a excepción de que el pelirosa no era capaz de mirarlo a los ojos.
-Tienes pecas.
SeHun bufó, supuso que ante lo obvio.
-No me había dado cuenta -ironizó-. Son muy pocas.
-¿Tampoco te habías dado cuenta de lo bien que te quedan?
SeHun lo miró de golpe, abriendo un poco sus ojos y convirtiéndose en un pequeño tomate ante él. Se tapó torpemente las pecas más visibles en su cuello y parte de su mejilla derecha y él solo pudo reír ante el gesto.
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Entre líneas { KaiHun / SeKai }
Hayran KurguDestino. Ninguno de los dos cree en él pero, sin embargo, una enorme fuerza se empeñó en juntarlos de la manera más extraña posible en verano. SeHun, un chico de dieciocho años callado, inseguro, incapaz de salir de la jaula en la que su padre lo do...