La vida solía seguir su curso aunque a algunos se nos acabara el mundo, siempre era así, ¿por qué se detendría sólo porque nosotros no estábamos bien? Eso no tenía lógica. Así que todo siguió su curso, algunas cosas se complicaron, claro, costó llegar a donde estaban pero no fue para tanto. No si al final del día sostenías la mano que te daba valor para afrontarlo todo.
¿Qué ocurrió después de que Michael y Lucifer huyeran de la boda? No ocurrió mucho, honestamente. Algo que Michael le confesó a Lucifer es anoche, cuando ambos se abrazaban, fue que Asmodeus tomó la decisión por ambos pues rompió los papeles recién firmados y con todo el dolor de su corazón lo dejó ir. Las cosas con Kelly fueron más complicadas. Michael seguía sintiendo coraje hacia ella debido a que Lucifer la eligió hace muchos años pero Kelly se encontraba tan arrepentida porque...porque Lucifer no la miraba como miraba a Michael, no le sonreía como hacía con él y vio todo lo que arruinó sólo por aferrarse a alguien que no le pertenecía; Michael regresó a Olympic después de que todos hablaran seriamente y se volvieron una "Familia Moderna" o así los llamaba Gabe. Kelly vivía con ellos y ayudaba en la casa, Michael trabajaba en la tienda de sus padres para ir ahorrando para el bebé y Lucifer siguió trabajando en la maderería, aunque ahora ya iba escalando a vicepresidente ejecutivo. Al menos ellos estaban en armonía.
Los Shurley se sentían dichosos de la felicidad de su hijo mayor y más aún del anuncio de que esperaban dos pequeños. Cuando Gabriel se enteró armo un revuelo que hizo gracia a su madre, alegó que si eran chicos se llamarían Fred y George y si eran niñas ya elegirían los nombres. Kali se encontraba igual de contenta con él, su relación era lo más estable que se podía a esa edad y con un novio como Gabe; tenían sus problemas, claro, pero Gabriel sabía que no encontraría otra chica que le tuviera la paciencia que ella le tenía así que de momento seguían juntos pero sabían que terminando la preparatoria tendrían que despedirse de eso. No iba a durar para siempre, Kali quería alguna de la costa oeste y Gabriel seguía revisando folletos con Castiel porque querían ir juntos, así que tendría que despedirse de Kali, no iba a arrebatarle el derecho de encontrar a alguien mejor. Sólo esperaba que el idiota que tomara su lugar la supiera valorar.
Kevin estaba organizando su regreso a Asia, las universidades de allá eran un tanto más avanzadas que acá así que había hablado con su madre para tramitar su regreso. Además, se separaría de sus amigos aquí y ellos eran su única familia, quería regresar al menos a un lugar donde todo era más familiar. Balthazar había llorado en cuanto se lo comunicó, se abrazó a él y negó a dejarlo a ir aunque poco podría hacer, ¿qué iba a ser de él sin Kevin? Era como quitarle a Castiel a Gabe, no sería nada. Lo iba a extrañar a montones. Kevin no podía seguir ahí por Balthazar, era su secreto, ¿enamorarte de tu mejor amigo? Vaya cliché, se sentía realmente tonto. Sólo Charlie y Jo sabían su secreto y ellas le dijeron que lo mejor era que se fuera, ¿para qué sufrir por alguien que no podía tener? Balthazar siempre estaría enamorado de Lisa...o de Ruby, ya ni él sabía. Kevin no tenía vela en aquel entierro, mejor alejarse ahora.
Charlie y Jo...bueno, ellas son otro caso. Ambas estaban tan locamente enamoradas la una de la otra, estaban tan metidas en su propia burbuja de felicidad viviendo el día a día, que nunca se cuestionaron si encajaban en el futuro de la otra. Jo quería estudiar administración en Seattle, donde estaba su hermano Ash. Charlie quería estudiar cine en Nueva York, una de las favoritas de ella, Gabriel y Cass. ¿Funcionaría? Ambas lo estaban dudando mientras llenaban solicitudes, lo dudaron aún más cuando Jo fue aceptada en Seattle y Charlie recibió la aceptación de su trabajo de una mini película en Nueva York. Era tanto su amor que ahora la estaba lastimando, ¿estar sin Charlie? ¿Estar sin Jo? Llevaban casi toda la vida al lado de la otra; al principio simples niñas que compartían los almuerzos en el receso o los colores en clases, al principio solo era un amor que una pequeña podía tenerle a su mejor amiga pero aquello había crecido en sus corazones con fuerza, haciéndoles ver que era muy difícil imaginarse con alguien más cuando se tenían la una a la otra, ¿separadas?
Balthazar y Ruby, ellos iban bien. Todo lo bien que puede ir una relación a los dieciocho años. Hacían casi todo juntos, llevaba a Ruby a las noches de maratones y la invitaba a cenar o a pasear. Caminaban de la mano por los pasillos y se besaban afuera de las aulas. Balthazar no tenía que esconderse para susurrarle un "te amo" a aquella chica, para verla reír y abrazarla. Era lo más bonito que había experimentado pero seguía sintiendo el vacío que dejó Lisa al irse a Kansas, ¿volvería a verla algún día? Esperaba que sí, por eso había convencido a Ruby de mandar solicitud a aquella universidad. Ambos habían optado hacer lo mismo que Kali y Gabriel y romper en cuanto terminaran la preparatoria, por el bien de ambos. Así que fue su sorpresa al ver sus aceptaciones y descubrir que el destino quería jugar un rato con sus corazones.
¿Nos falta alguien? No, son todos, ¿verdad? ¡No! No todo era así de fácil, ¿Cass y Dean? Bueno...su relación estaba registrada como es complicado...
Seattle quedaba tan lejano de Olympic que parecían que los distanciaban días en lugar de horas. Cada dos semanas Dean conducía a su hogar en un fin de semana para pasar un poco de tiempo con sus padres y Sammy para luego correr a los brazos de Castiel. Ambos seguían tan enamorados del otro como en el momento en que se miraron a los ojos y dijeron que se amaban; en el momento en que Dean entrelazó sus manos y pensó que Cass estaba hecho para encajar con él o cuando Cass pensó que Dean era todo cuanto podía desear. Así de enamorados estaban y encontrarse tan lejos del otro los mataba. Tener que conformarse con videollamadas, con mensajes de texto a escondidas de los profesores, con escasas horas cada fin de semana...era realmente agotador pero no iban a rendirse ahora que podían tenerse el uno al otro.
No era fácil, Cass no podía ir a casa de Dean por nada del mundo si el señor Winchester se encontraba, pero la señora Winchester siempre estaba contenta de verlo y hasta se había hecho amiga de su madre. Cuando Cass habló con sus padres y les presentó a Dean como su novio ambos se lo celebraron con entusiasmo...bueno, Chuck advirtió que si lastimaba a Cass las cosas se iban a poner violentas por aquí.
Se extrañaban minuto a minuto, apenas comenzaba el lunes y ellos ya comenzaban a contar los segundos que faltaban para volverse a ver. La vida universitaria no era fácil; Dean se veía rodeado de números, proyectos, ensayos, maquetas, prototipos. Cosas que él creía haría más adelante, cuando tuviera una mínima idea de lo que hacía, pero no, los profesores iban poniéndoles todo de golpe, saturándolos hasta que se dormían a las tres de la mañana para entrar a las siete al día siguiente. Pero Dean siempre tenía el tiempo para una rápida llamada para su chico y Cass, a pesar de estar estresado llenando solicitudes y entregando proyectos, siempre hacía un espacio para llamar a Dean.
Estaban haciéndolo funcionar de maravilla, todo iba perfecto, lo más perfecto que se podía en una relación a distancia. Pero, bueno, el destino tiene derecho a divertirse ¿no?
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¿Qué tal, eh? ¿Bien plopus? ¿Listos para empezar? Are you ready for it? okay no :v
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Siempre Serás Tú.
Fanfic¿Minute By Minute era realmente el final de esta historia? Ya había quedado claro que ambos se amaban pero... ¿Qué pasaría si la vida hace que Dean y Cass se separen de nuevo y no vuelvan a encontrarse? ¿Qué pasaría si una beca en Nueva York de últi...